37) FUGA

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Había pasado ya una semana en aquel hospital. De un momento a otro sabía que me darían el alta, eso esperaba hasta que ví entrar a Kate.

-Hola Moncada, como amanecistes hoy?

-Cansado de estar aqui, tengo que irme Kate, ya no puedo seguir dándole largas a esto.

-No te han dado el alta, tenemos que esperar, -dijo ella ayúdandome a levantar.

Ya podía moverme mejor, ya podía caminar aunque no como yo queria.

-No me importa lo que diga tu Médico Kate, yo ya estoy bien. -dijo mirando el amanecer através de la ventana.

-Si que eres complicado, -dije incrédula.

Me miró sin dar importancia a mis palabras y entró al baño.
Quien era aquel chico tan rebelde y cascaduro?, si el no me lo decía, yo iba a averiguarlo.

-Podrias dejar de mirarme de esa manera, Kate?, me estás haciendo sentirme incómodo.

Abrí los ojos como platos y reí nerviosa.

-No te estoy mirando, -dije tratando de parecer lo mas normal posible.

-No has dejado de hacerlo nunca, tómate un descanso quieres? -dijo dejándome totalmente avergonzada.

-Ha sido un placer conocerte Moncada, aunque haya sido de mala manera. -dije caminando hacia la salida.

-A donde vas?, apenas acabas de llegar? -dijo curioso.

-A mi casa. -dije molesta.

-Hay ciertas cosas que no quiero que sepa nadie en la ciudad. -dijo provocándome mas corage del que ya sentía.

-Nos vemos luego Moncada, -dije dándole un apagón de ojos.

**************

(KATE)

Había llegado la tarde sin apenas darme cuenta ya que abía estado bastante distraida en la casa. Decidí llegar a la Clínica antes de que oscureciera. Quería poner los puntos sobre la mesa con aquel chico, o se dejaba ayudar o estaba dispuesta a hablarle a la policía. Abrí la puerta llevándome una sorpresa.

-Holaaaaa?, -dije mirándo la cama revuelta y vacía.
-Oye sal de baño quiero hablarte. -dije esperando en vano.

Miré la hora ya que los minutos se hacían muy largos y caminé hasta el interior.

-Oye, abré la puerta, -dije empujandola
-Maldito rebelde cariduro, -dije furiosa al darme cuenta que no estaba. Se abía marchado del Hospital.

Salí rápidamente mirándo a todos lados, pero nada.

-Porque?, porque?, no estabas del todo bien -me decia hablando sola
-Maldito loco, te vas a desangrar. -decia caminando por todas partes en el centro de aquel lugar.

Cansada ya de hacerlo luego de casi una hora, decidí regresarme a la casa. Fui directo a mi cuarto dispuesta a darme un baño, pero al abrir la puerta él se sorprendió mas que yo. Estaba tumbado a la cama, con la misma camisa desgarrada que llevaba por la mañana y se incorporó de un salto al verme entrar.

-Vaya, vaya. -dije molesta

-Yo también me alegro de volver a verte, -dijo sarcástico.

-Perdona?,

-Bueno, ya estoy bien Kate, -dijo como si nada.

-Estás hecho un asco. Que haces en mi cama?, Siéntate y quitate esos vaqueros.

-Que me.....

-Que te quites los vaqueros, tu herida está lastimada, mírate.

Al parecer el desarreglo de haber caminado tanto le había abierto la herida de la operación.

EL GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora