-Que demonios!!!, -dije sorprendido
-Y bien, sigo esperando Moncada, -dijo apretando el acelerador.
-Sabía que esto a la larga me traería problemas, que mierda, deten el auto ahora, -dijo con bastante corage.
-No Moncada, ya soy tu complice, tu mismo me envolvistes en todo. Así es que mejor dime a donde te llevo o te juro que si no lo haces me iré de vuelta pero a la policía, -grité furiosa.
-Y este auto?, que tu novio no lo estaba arreglando?, -dijo cambiando el tema.
-No es mi novio, en realidad es un amigo personal, y sí me abía entregado el auto, lo hizo cuando estabas en el Hospital.
-Maldita mentirosa, -dijo fusilándome con la mirada.
-No cambies el tema y dime a donde vamos. -dije dispuesta a lo que fuera necesario.
-Vas a culparme después por todo Kate, porfavor no compliques las cosas y dejame solo.
-Ya me has dado muuuuuucho trabajo Moncada, dime a donde vamos.
Lo escuché sonreir y me dí cuenta de que lo que sentía por el no era solo atracción física, sino que tambien estaba deseando mucho mas. Admiraba su fuerza, su genio y su fortaleza.
-Como se llama la chica?
-Que?, -dijo sorprendido.
-Tu supuesta esposa, como se llama?, -dije estudiando sus gestos.
-Y para que quieres saber, -dijo enarcando las cejas.
-Vamos habla, -dije forzando una sonrisa.
-Se llama Oneca, -dijo el en una mueca.
-Que nombre tan curioso.
-Bueno en realidad Oneca Aurora.
-Ahhh, -dije pensando como seria la chica.
-Vamos Kate, deten el auto.
-Relájate Moncada, estás rígido como una tabla.
-No quiero mas problemas de los que ya tengo. -dijo tragando forzadamente.
--Bien, entonces me dices ya de una vez hacia donde vamos y podemos dar la discusión por terminada. ¿No?
-Vas a seguir insistiendo? -dijo incrédulo
-Hasta que me des una buena razón para no hacerlo.
-Ya te lo he dicho mil veces, ya hicistes tu parte, ahora puedes dejarme solo.
-No lo haré, -dije mirándolo con sentimiento
-Porqué?, -preguntó el algo abatido
-Solo dime el camino Moncada.
-Quieres que lo haga?, esta bien, sigue directo hasta donde te diga.
-Supongo que eso es mejor que un nó. -reí triunfante
-Sabes algo Kate?, no tienes que esforzarte tanto para conseguir otra cosa. -dijo mirando hacia el otro lado del ventanal.
Lo miré nerviosa a sabiendas que el ya deducía mis sentimientos, así que mejor no dije nada.
Pasaron casi diez minutos antes de que el volviera a hablar.-Bien, dobla a la derecha, bajas un camino algo estrecho y te giras dos veces a la izquierda. -dijo cortante.
-Pretendías caminar todo esto?, -dije sorprendida pero el no dijo nada.
Pasaron aproximadamente quince minutos mas hasta que llegamos al final de lo que parecia el camino. Me quedé sorprendida al notar la soledad y belleza de aquel lugar. Era una costa y ya no se apreciaba nada más que no fuera agua.
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EL GUARDAESPALDAS
RomanceOneca Aurora, una chica de dieciocho años, engreída, caprichosa, arriesgada, hija única del empresario millonario, Corrado Luca. Al morir su madre en un accidente de tráfico, su padre la empezó a concentir en todo. Cayetano Ruiz, trabajador fiel...