Que estaba pasando?, Me sentía desorientada, aturdida. No se suponía que estuviera protegida por los trabajadores de mi padre?, Al parecer Moncada era un traicionero. Sentí mucho miedo y empecé a llorar.
-Porque lloras?, calláte que me pones nervioso. -dijo Moncada levántandome del suelo.
-Porque haces esto?, no creo que quieras dinero, mi padre debe pagarte lo suficiente. -dije mirando a Cayetano todavia en el suelo. Tenía sangre alrededor de su cabeza.
-Que te calles chiquilla, no sabes lo que quiero. -dijo empujándome para que caminara.
Lo miré asustada, como habia podido tener tan solo el pensamiento de acercarme a el para mortificar a Cayetano.
-Caminaaaa, -decía empujándome hacia el rancho. -Esto no se prolongara mucho cariño.
Al llegar al rancho, hizo que me sentara en el suelo y me amarró las manos y piernas. Luego salió sin decir mas.
***************
(Cayetano)
Abrí los ojos y la claridad del foco sobre mi cara me molestó. Me levanté rápidamente del suelo, dándome cuenta donde estaba. Era el sótano de la casa. Caminé bastante mareado hacia la puerta y empecé a empujarla para abrirla sin resultado alguno.
-Onecaaaa, Onecaaaaa, -empecé a dar golpes en la puerta. -Moncadaaa, maldito inféliz, que quieres?, déjame salir de aqui, traidor, -gritaba mientras pateaba la puerta.
****************
-Vas a llamar a tu papá y le dirás que te deposite la parte que te corresponde de la fortuna. Ya cumplistes dieciocho años Aurorita, así es que tienes derecho a reclamarla. Harás eso primero, luego te daré la mejor sorpresa. -dijo riendo con maldad
-No le diré a mi padre nada inféliz, que es lo que quieres?
-Te daré un número de cuenta, le dirás a tu padre que es tuyo, luego te llevaré a retirar el dinero.
-Donde está Cayetano?, lleváme con el?, -dije desesperada.
Vi a Moncada reir mientras se acercaba.
-Si no llamas a tu papi, te advierto que la pasarás muy mal. -dijo pasando su mano por mi cabello.
Giré la cabeza de lado para que no me tocara y empecé a llorar otravez.
Me agarró la mandibula con tanta fuerza que pensé que me la había fracturado.-Se buena, coopera, si no lo haces vas a enojarme mucho.
Empecé a sentir miedo solo de pensar que este hombre podía matarme en cualquier momento.
-Tranquilo, tranquilo porfavor, -dije asustada llorando.
-Esto va aser muy duro para ti. Está bien, llora. -dijo cortando las sogas de mis piernas y manos levántandome bruscamente de la silla.
Me puso una cadena de perro sobre mi cintura y me llevó hasta el cuarto de almacén, tirando la puerta con todas las fuerzas.
-Estás empezando a gustarme chiquilla, lo sabías?
No dije nada, solo sentía los fuertes latidos de mi corazón, mientras pensaba en Cayetano.
-No te me acerques, confié en ti, porque haces esto?
-Estás preguntando mucho chiquilla, mejor preocúpate por llamar a tu padre. -decía quitándome la cadena.
**********
-Que demonios quieres traidor?, -dije mirándolo con ganas de romperle la cara.
-No te muevas Cayetano, o te juro que te pego un tiro. -decia Moncada apuntándome con el arma. -Quiero que llames a Corrado. Vas a decirle que deposite el dinero de Oneca en un número de cuenta que te voy a dar. Luego vendrá la mejor parte. Hazlo Cayetano.
ESTÁS LEYENDO
EL GUARDAESPALDAS
RomanceOneca Aurora, una chica de dieciocho años, engreída, caprichosa, arriesgada, hija única del empresario millonario, Corrado Luca. Al morir su madre en un accidente de tráfico, su padre la empezó a concentir en todo. Cayetano Ruiz, trabajador fiel...