5) VARADOS

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Llevaba casi una hora conduciendo cuando los tragos que abia ingerido empezaron hacerme doble efecto en mi cuerpo.  Asi que detuve el auto repentinamente. 

-Que pasa Cayetano? -dijo mirándome por el espejo.

La miré, la veia doble.

-Se, Señorita Luca tenemos que volver a la casa, es tarde.

-Que dices, esa no fue la orden que te dí, Cayetano hazme el favor y pon el auto en marcha.

Me reí, ella se molestó.

-Es tarde, no me siento bien, creo que, -iba a seguir hablando pero opté por quedar callado.

-No soy tonta Señor Ruiz, he visto como llegastes ebrio con tu novia. Que diria mi padre si le dijera esto?, -dijo maliciosamente.

Volví a mirarla incrédulo a lo que decia.

-Le dije que era tarde para salidas, que no me sentía dispuesto, usted volvió a insistir, nos vamos entonces. -dije molesto

-Espera, espera Ruiz, -dijo tocándo mi hombro.

-No le diré nada a papá si me llevas.

-Nos regresamos, -dije poniéndo el auto en marcha.

Volvió a sentirse el silencio, pero no por mucho rato.  Empezó a llover muy fuerte, seguido de diversos truenos. Seguí la marcha, pero tuve que detenerme unos minutos.  La lluvia continuó, pareciera que eternamente.  Ví luces de autos en dirección contraria y volví a conducir.  

-Que esta pasando?, -dijo ella asustada.

-No lo sé, espera, voy a averiguarlo, -dije deteniéndo el auto.

Abrí  la puerta y salí a toda prisa.

Me empapaba con aquella agua helada que parecía cortarme la piel.  Agilizé el paso y llegué hasta un oficial de seguridad.

-Que pasa oficial?, veo autos que se regresan.

-No hay paso Señor tiene que volverse y si llegastes de esa dirección tampoco, me acaban de informar que hubo un derrumbe. -dijo señalándo exactamente la dirección por donde abia yo transitado.

-Bien gracias, -dije corriendo al auto.

-Que pasó Ruiz? -dijo ella asustada.

-No hay paso Señorita Luca, al parecer por donde conduje tampoco. -dije preocupado.

-Que vas a hacer? -volvió a decir asustada.

-No nos podemos regresar. -dije mirándola.

-Conduce a la ciudad Cayetano, allí buscaremos un lugar para pasar la tormenta.  Mañana no podré asistir a clases. -dijo ella preocupada.

-Como digas Luca, -dije mirándola por el retrovisor.

*************

Llegamos a un hotel no muy lujoso, pero sí con lo esencial y necesario para al menos pasar la noche.
Me registré en la recepción y la miré.

-Vaya al cuarto.  Es el 315, yo me quedaré en el estacionamiento, en el auto. -dije aún mareado.

Ella me miró de pies a cabeza.  Pude jurar que le veía compasión.

-Que pasa? -dije serio.

-Que pasa? -dije serio

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EL GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora