Una vez me ducho me visto con un vestido negro largo, con un sólo tirante y pequeñas pedrerías en la parte de la cintura, me recogo el pelo en una coleta y hago pequeños tirabuzones, me maquillo un poco , y por último, me pongo unos tacones negros no muy altos.
Miro la hora, las 21:30, salgo al salón y me siento en el sofá a esperar a Rubén mientras reviso Twitter,un montón de chicas preguntándome por mi relación con Rubén y otras pidiéndome fotos de Jodie, las cuales no pienso subir, no me gusta la idea de que mi hija sea vista por millones de personas.
Decido cerrar sesión en Twitter justo antes de que el sonido de la ranura de la puerta se escuche dejando paso a Rubén.
Una expresión de sorpresa se apodera en mi cara, la cual inmediatamente se convierte en una sonrisa, al ver como va vestido Rubén.
Unos jeans negros algo ajustados, una camisa de botones blanca son la vestimenta que lleva para salir esta noche, algo totalmente diferente a su estilo.
-Estas tan perfecta, amor-Menciona mientras se va acercando a mi con paso lento-No sabes todo lo que te he echado de menos hoy.
Antes de acabar la frase ya ha conseguido estar frente a mi, paso mis manos por su cuello dejando aunque rostro más cerca del mío.
-Tu también estas irreconocible-Sonrio-también te he echado mucho de menos, a ti y a Jodie.
No dejo que conteste, simplemente acerco su cara del todo a la mía, uniendo nuestros labios.
Mis manos acarician su nuca , mientras que sus manos están posicionadas en mi cintura.
-Nos vamos?-Pregunta rompiendo el beso por falta de oxígeno-
-Si, vamos.
Me separo de el, no sin antes dar un beso corto sobre sus labios, entrelazo mi mano derecha con su mano izquierda para luego bajar a el pequeño portal de el edifico , y esperar con una conversación random al taxi.
-A que restaurante me llevas?-Pregunto ya en el taxi-
-A uno de mis restaurantes favoritos de todo Madrid.
Acaricia mi mejilla despacio, sin decir una sola palabra inclino mi cabeza hacia su mano, para poder sentir más sus caricias.
-Sabes que?-digo sin separar mi mirada de sus ojos-
-No se, que pasa?-Pregunta con una sonrisa-
-Tienes unos ojos preciosos, en los que no me importaría perderme para el resto de mi vida.
Y es que esa es la verdad, no me importaría perderme en sus ojos las veces que fueran necesarias, los ojos de Rubén dejan ver a través de ellos todo lo buena persona que es, a parte de que cuando lo conoces bien es muy transparente.
El taxista avisando de que ya hemos llegado al restaurante hace que Rubén no me conteste.
Después de insistir consigo pagar la mitad del viaje ya que Rubén se negaba a que pagará algo, pero no quiero parecer la típica aprovechada que está con un youtuber de moda sólo por su dinero.
Entramos al restaurante, el cual tiene una decoración clásica, su estilo parece más del siglo XVIII.
El camarero vestido de gala nos indica dónde está nuestra mesa, una mesa al lado de la ventana, decorada con un mantel blanco de algodón, dos copas, una pequeña vela blanca en el centro de la mesa, y dos sillas cubiertas con tela blanca.
Un restaurante demasiado elegante para Rubén, no digo que no sea mucho de venir a estos sitios, sino que, con su carácter es muy extraño imaginarselo en un ambiente así, tan calmado.
Después de cenar y de haber preguntado un montón de veces a Rubén que era lo que me tenía que preguntar, sin obtener ninguna respuesta, llega la hora de el postre.
Una porción de tarta de chocolate es situada frente a mi esperando para ser devorada.
-Quería esperar a terminar de cenar para contarte algo tan importante, pero no voy a poder esperar, los nervios se apoderan de mi-posa su mano sobre la mía por encima de la mía-
