La cabeza me retumbaba como si hubiera pasado toda la noche de fiesta. Mi cuerpo se sentía rígido, casi inmóvil y eso provocó que me pusiera de los nervios. Por suerte, el ruido de un coche que pasaba por la carretera, hizo que me tranquilizara y que me diera cuenta de que por lo menos, no estaba inconsciente.
A pesar de eso, notaba algo raro, y sabía que estaba relacionado con dónde había dormido. En principio no tenía un sitio al que ir. A menos que hubiera seguido el plan de Hayden, y me hubiera ligado a alguno de la banda, pero eso no era una opción, y si así hubiera sucedido, lo hubiera grabado en mi memoria. Aunque, a decir verdad, no recordaba nada de la pasada noche.
De la única cosa de la que estaba completamente segura, y que provocó que mi miedo aumentara, era que no me encontraba encima de mi cama, esta se sentía demasiado blanda en comparación a la mía.
Abrí los ojos y miré a mi alrededor para analizar la situación. ¿Dónde coño estaba? Confirmé que no estaba en mi habitación, pero por desgracia, tampoco me encontraba en la de Hayden. ¿Había sido capaz de cometer la locura que estaba pensando y ni si quiera acordarme de ello?
De repente escuché el ruido de una puerta abriéndose y automáticamente mi instinto provocó que gritara.
―¡POR FAVOR NO ME HAGAS NADA! ―Me cubrí con la manta para sentirme más segura y escuché como alguien se acercaba a mí mientras se reía.
―¡Anda, pero si la bella durmiente se ha despertado! Va, no seas tonta, no te voy a hacer nada. ―Me quitó la manta de encima y pude apreciar su bonito rostro, con esos ojos color miel que destacaban tanto. Entonces me acordé. Me encontré con él cuando salí a tomar el aire, pero, a partir de allí todo se volvió negro en mi mente.
―¿Qué hago en tu casa? ¿Me has secuestrado? Ay madre mía ya sabía yo que eras un acosador. No te acerques a mí, no te puedo ofrecer nada, no tengo dinero, ni sé cocinar, y ya no entremos en temas sexuales... ―Empecé a tartamudear mientras mi cuerpo temblaba.
Él se acercó más a mí.
―¡Basta! Evidentemente no, no te he secuestrado, ni quiero nada de ti. No digas tonterías. Encima que te rescato, y tú me lo pagas así ―soltó poniendo los ojos en blanco. Se sentó en una esquina de la cama y automáticamente me senté contra el respaldo de la cama para alejarme de él.
―¿Cómo que me has rescatado? ―pregunté confundida.
―Ayer iba a recoger a unos amigos, y te encontré sentada en la acera sola y agotada. No sabía si estabas borracha o drogada, pero... te desmayaste encima de mí. No quería dejarte en ese lugar a esas horas porque a saber lo que te hubiera pasado, así que pensé en llevarte a mi casa. De verdad que estabas en muy malas condiciones ―acusó frunciendo los labios.
«Jodido Matt, encima me drogó para aprovecharse de mí» –pensé conteniéndome la rabia.
―¿Y hemos dormido juntos? ―No me hubiera disgustado la idea de dormir con un chico tan atractivo de no ser que fuera un acosador como él.
―Concretamente dormir juntos no, pero otras cosas sí. Madre mía ayer se notaba que me tenías ganas porque te tiraste encima de mi nada más llegar y empezaste a...
―¿QUÉ? ―grité alterada―. ¿Nos hemos acostado? No me jodas. ―Me tape la cara con las manos avergonzándome por los actos que podía haber sido capaz de hacer y que ni recordaba.
―Te estaba vacilando. ―Se echó a reír―. He dormido la habitación de al lado, pero ha valido la pena mentirte con tal de ver la cara que has puesto. Además ¿me ves capaz de acostarme con alguien que ni si quiera sé cómo se llama?
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[Disponible en físico] | Todo comenzó en esa estación
RomanceEsta es la reescripción de una novela ya publicada en mi perfil. Se publicará en físico vía Amazon el 16 de junio de 2022. Toda la info en mi instagram: @ausibooks Todo puede cambiar en un efímero instante. Esos momentos que pasan tan rápido y que...