14: De flor en flor

1.6K 93 1
                                    

La bronca que me cayó fue desmesurada en comparación a mis actos. Tanto, que incluso pensaron en tenerme vigilada y controlada las veinticuatro horas del día. Todo demasiado abusivo. Lo bueno fue que no descubrieron que me había escapado por la ventana así que por lo menos, aún tenía esa viabilidad.

Me pasé todo el domingo en mi habitación reflexionando sobre todo. Sobre Hayden, sobre la noche anterior, y en especial, sobre Jace. No estaba del todo segura de porque, pero odiaba verlo con esa chica que había aparecido sin previo aviso.

«Justo el día en que me propone salir y hacer algo, tiene que aparecer la pelirroja esa.»

Al menos Matt cuidó de mí y gracias a él no estuve tan atenta a Jace, aunque desde entonces, no había dejado de pensar en el íntimo momento que habíamos tenido en la piscina.

A pesar de todo, mis padres no me habían quitado todas las libertades. Por lo menos tenía permitido salir por las tardes para estudiar con Lucas o para quedar con Hayden, ya que no sabían que nuestra relación no estaba pasando por el mejor momento.

La semana pasó bastante rápido. Las clases que le daba a Lucas cada vez iban mejor y ya me había dado una parte del dinero que me había prometido por ayudarle, así que, ya tenía más ahorrado.

En clase, veía a Hayden bastante depresiva por lo que me había hecho y, además, supuse que también lo estaba por motivos familiares. Obviando eso, no me atreví a acercarme para preguntarle nada hasta el jueves que decidí que era mejor dejar mi orgullo a un lado y preocuparme por ella.

―Hola Hayden, ¿qué tal estás? ―Me miró sorprendida e hizo una media sonrisa.

―Bueno, bien dentro de lo que cabe. He tenido algunos problemas en casa, pero nada importante. ―Sabía que mentía. En su mirada noté reflejada toda la tristeza que sentía.

―¿Segura? ―insistí. No podía evitar comportarme como una buena amiga.

―Sí, no te preocupes. ―Volvió a bajar la mirada y me empecé a sentir muy mal, no tenía a muchas más amigas y vi evidente que en ese momento me necesitaba.

―¿Quieres que esta tarde vayamos a tomar algo? Así no tienes que estar tanto tiempo en tu casa ―le propuse.

―¿De verdad? ―preguntó sorprendida y asentí―. Me encantaría. ―Mostró una gran sonrisa y volví a mi sitio.

A mi lado, como cada jueves, se sentaba Lucas, el cual cada vez me caía mejor. Seguía siendo un chulo, pero era gracioso y comprensivo, cosa que compensaba su idiotez. Le había contado algunas cosas mías como, por ejemplo, mi problema con Hayden, ya que al quedar con él casi cada día, había surgido una confianza especial entre nosotros. Aun así, no le había explicado nada ni de Jace, ni de Matt, ni sobre las anteriores fiestas a las que había asistido. Pensé que era información que poco le podía interesar a Lucas, y que sería más del gusto de Hayden.

―¿Ya la has perdonado? ―preguntó curioso cuando volví de hablar con Hayden.

―No exactamente, le he dicho de quedar y a ver si podemos hablar las cosas con más calma.

―Espero que lo arregléis, siempre he notado lo buenas amigas que sois ―dijo Lucas sonriendo―. Lo malo es que hoy no podremos quedar.

―No pasa nada, por un día no te morirás ―contesté riéndome.

―Te voy a echar de menos. ―Puso pucheros de manera cómica―. Si al final me muero, que sepas que será por tu culpa.

―No digas idioteces. ―Le di un golpe en el hombro y nos empezamos a reír.

[Disponible en físico] | Todo comenzó en esa estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora