49: Cometió el error de salir contigo

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—Pues yo no acepto. ¿Qué coño estáis diciendo? —pregunté poniéndome de los nervios. No pensaba volver a tocar a ese ser endemoniado ni por mil colgantes.

—¿De qué habláis? —interrumpió Olimpia con un rostro de confusión—. ¡No me digas que vas a conseguirme el colgante! —exclamó mirando a Jace con un brillo en los ojos.

—Si no se lo arrebato yo antes, posiblemente ese colgante sea tuyo —respondió Blake con una gran sonrisa—. ¡Ofrezco 500 dólares! —gritó hacia el escenario mientras levantaba la pala.

—Perfecto, empezamos la subasta con una buena cantidad. ¿Alguien da más? —preguntó la señora mostrando con delicadeza el colgante.

Toda la sala se revolucionó y más gente se animó a pujar por la joya. No era de extrañar que reaccionaran así, era realmente precioso, a mí me hubiera encantado llevarlo si no fuera por el precio que tenía que pagar. Y no me refería al dinero, sino a tener que bailar con Blake.

—¿Qué creéis que hacéis? —preguntó Chris desde atrás con el ceño fruncido—. Se suponía que nosotros no debíamos apostar, dejad de hacer tonterías.

—Déjales que les hagan un detalle a sus acompañantes —interrumpió Helen—. Que los dos sabemos que tú hubieras hecho lo mismo por mí si estuvieras en su lugar. —Sonrió y al ver que Chris admitía que ella tenía razón, le dio un casto beso en los labios.

—¿Alguien da más de 5300? Cerramos a la una, a las dos y a las...

—¡Ofrezco 6000! —exclamó Blake dejando a toda la sala con la boca abierta.

—¿Estás loco? ¿Tienes tanto dinero como para gastarte 6000 de golpe? —le pregunté quedándome totalmente estupefacta. Sabía que su familia tenía dinero, pero tenía entendido que él generaba sus propios ingresos sin ayuda, y era imposible que tuviera tanto.

—¡Cerramos con 6000 a las tres! —anunció finalmente causando un gran aplauso por los asistentes—. Al acabar todas las subastas, le daremos su objeto. Por el momento, solo podemos agradecerle su gran contribución.

—¿Cómo cojones puedes pagar tanta pasta? —preguntó Jace con las mejillas rosadas por la rabia—. Kate, no hace falta que bailes con él, ha sido una chorrada, no tienes por qué hacerlo. Todo esto ha sido mi culpa, por no haber cogido tus llamadas.

—Lo siento mucho hermanito, pero lo tendrías que haber pensado antes —dijo Blake encogiéndose de hombros—. Y tranquilo, que no la tocaré más de la cuenta —soltó mientras me pasaba el dedo por el hombro.

Jace apretó los dientes, y antes de que hiciera cualquier tontería, le aparté el dedo a Blake e intervine para calmar el ambiente.

—No pasa nada, de verdad. No quiero que te sientas culpable por nada. Sabías que no podíamos venir juntos y que al final acabaría pasando algo de este estilo, pero no te preocupes, solo será un simple baile —respondí mirándole a los ojos.

Él asintió y pude notar como se le destensaban los músculos.

Le notaba la preocupación que sentía, la impotencia por la actitud que estaba teniendo su hermano, y me sentía fatal por él. Necesitaba verlo feliz, sonriendo, como había estado conmigo esa última semana.

La gala continuó durante una hora, en la que hubo más de quince subastas bastante interesantes. Los objetos iban desde las antigüedades más preciosas que había visto, hasta aparatos modernos que no entendía muy bien cómo funcionaban.

Al finalizar, volvió a sonar la música, y los asistentes se levantaron hacia la sala de baile, a diferencia de mí, que me quedé en la silla haciendo morros y con los brazos cruzados. Blake se levantó y me ofreció la mano para que fuera con él, lo desprecié con la mirada y me alcé de la silla sin su ayuda.

[Disponible en físico] | Todo comenzó en esa estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora