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Ver a esa persona aun lado de mi abuela me sorprendió demasiado, pues hasta hace unos minutos lo había visto y ahora estaba aquí, si estaba ciego ¿como es que llegó aquí tan rápido? No se habrá caído en el camino. Que extraño

—¡Hola, gracias por la manzana y el dinero! - me agradeció girando su cabeza como si en verdad me viera

—Este... ¿Puede verme? - le pregunte un poco confundida pues no sabía que estaba pasando

—Claro que puede verte, deberías estar avergonzada - me regaño mi abuela tratando de mostrar seriedad pero en su expresión se veía que le era divertido

Sin poder evitarlo termine sonrojandome por esa enorme vergüenza de haberlo hecho pasar por alguien ciego, de forma desesperada comencé a disculparme

—En verdad lo siento mucho, no sabía que no estaba ciego, digo lo parece pero... Perdón por haberme equivocado así con usted - trate de sonar lo mas sincera que podía

—¿Así que es ella? ¡Cielos si que ha crecido! - Risueño se giro de nuevo a mi abuela quien solamente le respondió con una sonrisa

—Disculpe. ¿Quien es usted? - le pregunte aun sin saber quien era realmente. —Aún no se quien sea

—¿Yo? ¡Soy Satoru Gojo! - me respondió lo más animado que una persona podía ser

—Mmm, bien, entonces... Iré por algo para ofrecerle... - No del todo convencida me gire de nuevo para irme a la cocina y hacer lo que en un inicio tenía planeado ellos nuevamente parecieron hablar

Cuando termine de lavar y cortar la manzana nuevamente me dirigí a la sala donde ellos estaban, al entrar en esta ambos me miraron esto me puso algo incomoda.

—Bien. Aquí tiene... - trate de mostrar una sonrisa mientras ponía el plato frente a él. Rayos ahora que debería hacer, ¿irme a mi habitación?¿Esperarlos aquí? Cielos me mata esto

Lo que más me mataba era el hecho de que podía sentir la miraba de ese hombre, quería que me tragara la tierra, finalmente me arme de valor y lo mire también pero para mí sorpresa estaba aún más cerca de mí, al punto en que las puntas de nuestras narices se tocarán esto provocó que viera un grito y un brinco hacia atrás, mis mejillas estaban algo sonrojadas

—¡¿Qu-Que es lo que hace?! - le pregunte muy nerviosa mientras me ponía de pie

—Ahora te pareces más, dime, ¿Te suena el nombre de Sukuna? - Me pregunto mientras que de igual forma se ponía de pie. Todo ante la mirada de mi abuela

—¿Sukuna? ¿Sukunaaa? - traté de hacer memoria por si había escuchado ese nombre antes, ¿tal vez en el quinder?

Satoru al ver como ella se tardaba en responder le dio un poco de mala espina pues se logró ver como estaba preparando sus manos

—No me suena ese nombre. Será algun compañero del quinder... ¿Tal vez? ¿Un amigo suyo? Pensar en eso me da un dolor de cabeza. ¿Por qué la pregunta?

Escuchar esa respuesta le tranquilizo un poco al punto en que nuevamente tomó su postura normal

—Entonces abuela, ¿aún planeas comerte la? - Sin dejar de verme le habló con un tono burlon, ¿a que se referira?

—Ah... ¿Te diste cuenta? - aún sin entender que estaba pasando ella le respondió sin siquiera verlo

—Ja... ¿Pero que están diciendo... ? - Trate de preguntarle a ambos pues se suponía que eran amigos ¿no? Tal vez solo sea una broma entre ellos. —Abu--

Antes de que pudiera acercarme a ella se escucho un fuerte golpe a lo que yo cerré mis ojos. Pará cuando los abrí me encontraba flotando, y satoru era quien me sujetaba, el estaba de pie en el aire.

—¡AH! ¡Me voy a caer, me voy a caer! - me sujete lo mas fuerte que pude de su ropa viéndome muy desesperada

—Parece que la hice enojar - se rio un por momento para así ver hacia bajo a lo que antes era mi casa, ahora solo eran escombros.

—¡¿Que esta pasando?! - mi temor a las alturas me impedía ver hacia abajo

—Las cosas se pondrán un poco violentas, por lo tanto tomate la libertad de descansar un montón - Aún con un tono alegre hizo que lo viera seguido a poner sus dedos en mi frente, su tacto fue frío pero agradable, el cuanto me todo senti una gran pesadez en el cuerpo al punto en que perdí el conocimiento por completo

En cuanto desperté me encontraba en una habitación normal, parecía a la mía pero era muy diferente, algo tradicional, conforme me fui levantando note que mi cabello estaba suelto y este caía por los hombros, tenía un hermoso kimono blanco y era de noche. Pronto una voz me llamó, esa voz debería de darme miedo extrañamente, me era recofrontante y me hacía sentir una calidez en mi pecho.

—Suk...

—una... - Me pareció decir eso cuando por fin había despertado, me encontraba recostada en una cama, esta parecía normal y cuando logre sentarme mire a mi alrededor y aun lado de la cama estaba Satoru quien no dejaba de observarme.

—Ah... ¿Señor? - Lo llamé pues estaba muy confundida en ese momento.

—Hey, ¿como dormiste? Estuviste hablando mientras dormías, ¿estas bien? ¿Tienes hambre? - me atacaba con una pregunta tras otra que sentía que me dolería la cabeza

—Espere, espere... ¿Que paso? ¿que hago aquí? - trate de sonar lo mas calmada que podría —Y si, creo que dormí bien. Mire, me siento algo... No muy confundida, ¿que paso? ¿Donde esta mi abuela?

—Bueno, en primer lugar ella no era tu abuela, creo que más o menos te dijo que eran, me refiero a que ella era una maldición, a lo que llamaríamos categoría especial

—¡Wow, Wow, espera! Tiene que estar bromeando, eso es técnicamente imposible, digo, la conozco desde niña - Escucharlo decir eso me dio algo de risa pues era ridículo

—Se que esto no es fácil pero no miento - Estando tranquilo se alejo un poco de mi para recargarse sobre la pared

—¿Y por qué debería creer en ti? No te conozco, tal vez le hiciste daño a mi abuela... Primero llegas y luego aparezco aquí, ¡eres sosprechoso! - alterandome más y más me apresure a salir de cama, estaba nerviosa y eso ocasionó que me cayera de la cama, esto le divirtió. Estaba ahora asustada ¿y si se trataba de un secuestro? ¿Que haría mi pobre abuela al saber que me tenían raptada? Simplemente reaccione. —Eres... ¡Un secuestrador! ¡No, no, no! 

Rápidamente me levante del suelo para salir corriendo hacia la puerta y abrirla

—Hey, ¿a donde iras? ¡No soy ningún secuestrador! - Apenas y podía hablar por lo gracioso de la situación pues se estaba riendo, de igual forma se levantó de la silla para poder seguirla

—¡No te acerques! ¡Aléjate de mi! ¡Pervertido! - torpemente logre abrir la puerta y salir de la habitación, estando afuera corri hacia la derecha y por estar viendo hacia atrás por si el me estaba siguiendo choque con una persona, este golpe hizo que ambos cayeramos al suelo de forma brusca

—¡Ah... Eso dolió! - me queje del dolor seguido a comenzar a sostener mi cadera tratando así de calmar el malestar

Al dirigir mi mirada hacia la persona con la que había chocado, frente a mi estaba ese chico con el que me había topado en la escuela.

—Es el emo... - Hable sin pensar al ver de nuevo

—¡Fushiguro, me alegra que ya se conozcan! - Satoru aún divirtiéndose con lo ocurrido se acerca a ambos entre risas

—No puede ser, no se trataba de uno, sabía que este plan era cosa de dos...
¡Dos pervertidos! - Grite alterada tratando de ponerme de pie y salir corriendo —¡Tengo que salir de aquí!

Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora