Se suponía que íbamos a entrar todos a aquella cárcel pero siendo sincera me aterre, algo dentro de mi me pedía a gritos no entrar y así se los pedi, obviamente diciéndoles que cuatro ya eran multitud y sería difícil si nos metemos en problemas, incluso si algo salía mal yo iría por ayuda o más bien, haría que pidieran que algún hechicero de segundo o tercer grado viniera para salvar la situación, estuvieron dentro como dos horas. Yo me mantuve esperándolos hasta que regresarán, rezaba y no podía dejar de hacerlo, sentía algo en ese lugar que se me hacía familiar y terrorífico, como una presencia pesada.
Ese señor que no recuerdo su nombre me llamó desesperado para que lo fuera ayudar y lo que me encontré fue que tanto Megumi y Nobara estaban heridos, corriendo fui a verlos pero en eso el Lobo de sombra que había invocado aullo, ¿tal vez una señal? Cuando pregunté que había pasado con Itadori y que había pasado con el, Megumi simplemente me dijo que se encargaría de todo. Eso no me dio nada de confianzaEl señor que nos supervisaba decidió llevar a Nobara para atenderla por sus heridas e incluso me preguntó qué quería ir con ellos a lo que yo me nege, me quedaré hasta que itadori regrese.
Espere junto a Megumi mirando ambos muy fijamente hacia la cárcel. Fue en ese momento en que por un segundo sentimos como una presión que provenía de dentro había desaparecido. Increíblemente Itadori lo había logrado, en verdad era sorprendente
-Esa cosa desaparecío... Ahora solo queda esperar a que Itadori regrese, ¿verdad? - le pregunte animada pero de igual forma algo en ese momento no me gustaba
-Si, solo hay que esperar para que el regrese y nos iremos de aquí
-Es una pena, el mocoso no regresará - Les habló Sukuna saliendo detrás de ellos caminando de forma tranquila
Sin saber cómo había llegado aquí ambos nos giramos de golpe para verlo, yo no lo entiendia, era el mismo itadori pero con marcas negras en su cuerpo, como yo. Su voz también era distinta. Tenerlo frente a nosotros era abrumador, tanto que no podía moverme
-Me siento de buen humor así que hablemos - ignorandonos camina aún lado de nosotros para justamente detenerse frente a mi - Quien diría que después de 1000 años, nos veríamos de nuevo, si que no has cambiado nada, tienes la misma tonta expresión de siempre y ese horrible cabello - decir eso último le causó gracia
-N-No se de que hablas... - apenas y podía pronunciar las palabras que salían de mi boca, mi voz temblaba
-Será que, ¿aún no recuerdas nada? Patética - sin entender el nuevamente se rio en mi cara, ¿de que diablos estaba hablando? - De todas tus encarnaciones, esta es la más ridícula, ya deberías recordar siquiera quien eres - sin poder hacer nada el lentamente puso sus manos en mis mejillas apretando las un poco, la expresión que tenía en ese momento era de completo miedo, mis piernas temblaban y mi respiración se comenzaba agitar.
-¿Quién soy...? - Apesar de estar muerta de miedo quería saber, por alguna extraña razón el sabia quien era, ¿pero como?
-¡Hazte aun lado! - grito Megumi por fin reaccionado para por fin atacarlo, obviamente yo no podía correr o cambiar de lugar y cuando trate de irme Sukuna me tomo con fuerza de mi mentón para así lanzarme con fuerza había los árboles impactandome con ellos
-Hablaré contigo después - después de decirme eso le presto toda la atención a Megumi
El golpe en los árboles hizo que mis oídos zumbaran demasiado y que me diera un fuerte dolor en la cabeza. Sentía que esta iba a explotar y con todo el dolor del mundo mire hacia ambos, no podía escuchar lo que decían pero charlaban, era inquietante. Fue justo en un momento en que dijo que tomaría a Itadori como rehén, no sabía a qué se refería pero lo que me aterrorizo fue que después de eso el atravesó su pecho con su propia mano para sacarse el corazón, tanto megumi como yo no podíamos creerlo
Como si algo hiciera click dentro de mí comencé a levantarme como si el dolor hubiera desaparecido. Verlo hacer eso me molesto, una ira pura. Alguien tan bueno como Itadori estará ¿muerto? No no, no puede ser... ¡NO PUEDE SER!
Apesar de haberlo conocido tan poco esa actitud risueña y animada me había agradado, era alguien muy amigable y simplemente no podía creelo, me niego a creerlo...
Verlo era muy doloroso más que lo físico. ¿Que haremos? ¿Megumi y yo seremos capaces de detenerlo... De exorcizarlo teniendo la apariencia de itadori?
Por un momento recordé todo lo que ellos me habían enseñado, sobre Sukuna, Rey de las Maldiciones. Ni una mierda, no se como pero lo mataré. ¡Voy a matarlo! ¡VOY-
Como si en ambos chicos algo hiciera reacción miraron a la chica detrás de ellos pues se encontraba de pie, esto llamó la atención de Sukuna pues según el ya la había derribado, si bien no la arrojó con su fuerza verdadera, lo había hecho como para que no se levantará pues tenía intencion de hablar con ella nuevamente.
Lo que llamó la atención de Megumi y le hizo tener un mal presentimiento fue que Nagisa al levantar la mirada esta estaba fijamente había Sukuna, como si solo estuviera el. Poco a poco las marcas de su cuerpo comenzaron a aparecer pero con la diferencia de que estas parecían notarse más que antes.
—Que interesante, veo que al menos sabes hacer eso, ¿Quieres que te elogie? - verla en ese estado le divertía demasiado para el ella era como un bufón
—Atrás Nagisa, yo me encargaré de él, tu vete de aqui - habló Megumi con mucha seriedad mientras nuevamente fijaba su mirada hacia Sukuna quien todavía miraba a Nagisa
Fue entonces que ella de golpe junto sus manos dando un aplauso y al separarlas de estas fue apareciendo una espada con una peculiar forma. Esto hizo que Megumi quedara desconcertado
—¡¿eh!? ¿Planeas atacarme? Que insolente - la postura de Sukuna cambio a una mas erguida
—Ryomen... - logró decir la chica una vez que había sujetado la espada que había salido de sus palmadas en su mano derecha. Apuntando hacia el. Lo que más desconcertó los dos fue que su voz era diferente. La expresión del rey de las Maldiciones pareció cambiar a una relajada pues conocía esa voz
—Nagisa - la llamo megumi con la esperanza de que ella volteara pero para su mala suerte esto no pasó
//Megumi, si lo atacamos juntos tal vez tengamos oportunidad de sobrevivir, ahora no cuento con mi fuerza original pero haré lo posible para defenderte y no dejar que nos pase nada, prepárate// Megumi logró escuchar esa voz en su mente y claramente se trataba de ella, la chica a la que había conocido en poco tiempo ahora era alguien más y si bien en ese momento estaba por protestar se contuvo pues no era el momento ni el lugar para eso.
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Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|
FanfictionSe sabía de la existencia de 20 dedos pertenecientes al Rey de las Maldiciones, Ryomen Sukuna. Pero en antiguas leyendas, Sukuna compartía su trono con otro espíritu maldito. Y si bien su relación no era del todo buena, se toleraban y hasta cierto p...