Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|

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Escuchar esas palabras salir de su boca resonaron por todo mi cuerpo, era como hubieran hecho eco en mi, puede que incluso me hayan temblado un poco mis piernas además de que pude sentir un fuerte ardor en mi pecho, ¿como me había llamado? Según recuerdo muy pocos conocían ese nombre, los cuales algunos yacían muertos y prisioneros.

-¿Cómo me has llamado? ¿quién diablos eres tu? -pregunte lo más segura que podía, claramente ocultando lo que estaba sintiendo en ese momento.

-Se que la noticia, la revelación es impactante y es de esperarse después de todo lo que has pasado. ¿Por que no te sientas? Así podremos charlar con más calma. -como si lo que acababa de decir no fuera tan importante comenzó a caminar de nuevo hacia mi pasando a mi lado y así sentarse en los restos del templo, yo solo lo seguía con la mirada y eso era de esperarse pues con lo que dijo ahora confiaba menos en el. Estaba lista por cualquier cosa y este chico como si no hubiera dicho nada malo o revelador me sonrío y dio palmadas aún lado de el, me indicaba que me sentará. Sin mucho que hacer decidí hacerle caso, si bien en su momento pensé que solo eran mentiras igual lo escucharía por cualquier cosa.

-Habla –le ordene en cuanto me senté, estaba algo ansiosa por lo que el diría.

-No hace falta presentarme, siempre y cuando tú obtengas la información que deseas. ¿Verdad?

—Supongo que si, ¿pero que harás para darme información que yo ya se gracias a lo que me han dicho?

—Estoy consciente que te han dicho una parte, de lo que eres capaz, de tu unión con Ryomen Sukuna, tu muerte y de tu pequeño recipiente. –dijo esto ultimo señalando mi vientre, esto me desconcertó pues incluso sabia de mi bebe —Pero no te han dicho que eras antes de eso, solo te han dicho lo que supuestamente querías escuchar pero eso está muy lejos de ser verdad, ¿o me equivoco?

—Me esta desesperando que solo estés dando vueltas al asunto, si quieres decir algo hazlo de una vez, ¿te parece?

—La desesperación no va de la mano con las maldiciones. Creo que eres consciente que toda maldicion en un determinado momento fue un humano  ¿verdad?

—Si lo se, ¿y tu punto es?

—Antes de siquiera volverte una maldición, eras una hechicera de grado "especial" y no porque tuvieras una gran personalidad si no por que te temían, tu fuerza y habilidades fueron la razón por la que te veneraban al punto en que construyeron un tembló a tu nombre. Toda petición si te era interesante las atendias y la que no, pues asesinabas a quien te quitara tu valioso tiempo. Muchos trataron de matarte para ser poseedores de tu cuerpo y crear todo tipo de armas pero todo intento era inútil, jamás te rendias y jamás te sometias. Apuesto a que nisiquiera has visto tu extensión de dominio, ¿verdad? ¿Cómo crees que sea? ¿Igual a la de Ryomen o tuya?

—¿Qué quieres conseguir al contarme todo esto? ¿Por qué lo haces? –pregunté finalmente al no entender sus intenciones, estaba llegando a un punto en el que estaba realmente perdida.

—Solo quiero que entiendas que somos amigos y que estoy aquí para ayudarte en todo lo que pueda pero debes saber que no podré hacerlo si no hacemos algo al respecto con este mundo

—Matar a todos por la verdad… para que yo pueda ser libre…

—Es un precio un pequeño a comparación de ti, ¿no te parece? Sé que ahora mismo te sienten confundía y eso se debe a que no estas acostumbrada a esta era pero yo, yo regresare todo a la normalidad y será como antes… precioso. Sé que les dijiste a mis amigos que estarías dentro pero no estabas del todo convencida.

—Era de esperarse si me prenden fuego, ¿no crees?

—De antemano me disculpo por la actitud de mis compañeros, seguro que su intención no era asesinarte, y de ser así, es claro que no lo consiguieran. –Despues de que termino de hablar se puso de pie para comenzar a alejarse de mí sin voltear a verme —Si cambias de opinión, házmelo saber, te estaré esperando.