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Los chicos con los que nos topamos antes era de segundo año, eran simpáticos no lo niego en especial ese panda y el chico que decía ingredientes de comida, después me explicaron que lo hacía para evitar dañar a otros con su maldición, un acto muy bueno por parte de él.

La chica llamada Maki nos habló de un ¿festival? ¿Concurso? Entre las escuelas, hasta ese punto por un momento la había ignorado pues no estaba con los ánimos para entrar en algo así pero me parece que era algo obligatorio, eso lo entendí yo. Mala suerte

Creo que incluso si lo intento sería de gran ayuda para mejorar, pues no se nada de defenderme cuerpo a cuerpo soy muy torpe para eso, tal vez le pida ayuda a Maki o incluso a Megumi, puede que me enseñen una que otra técnica del como defenderme, aunque según Megumi, yo no lo necesito. ¿A que se referirá con eso? Apenas y entiendo lo que hice ese día. ¿Realmente era yo? Cuando mas lo pienso mas siento que fui yo, cada golpe, dolor y sentimiento era mio, yo lo sentía así. Tal vez tengo que decírselo al Profesor Gojo aunque no creo que esto sea importante puede que sea solo mi imaginación, igual se lo comentare cuando lo vea

Conforme pasaban los días me fui relacionando con los chicos de segundo año, aunque a simple vista se veían muy serios y para nada simpáticos la realidad era otra, me llevaba bien con ellos, me trataban de forma amable apesar de que no me conocían por mucho tiempo, era muy divertido ver a Nobara siendo lanzada por Panda. Lo duro era cuando entrenada con Maki, ella me enseñaba a usar una que otra arma maldita el como moverla y sujetarla pero lo extraño era que cuando las tenía en mis manos no sentía nada, era como si fueran normales y eran livianas al puntos en que un par de veces me golpee la cabeza al no medir la velodiad con que las movía e incluso algunas se me resbalaron de las manos. Era inútil, ella me animo diciendo que nada era fácil al inicio y que si me esforzaba en un tiempo podría ser como ella o en todo caso podría dominar las armas que quisiera. Era muy amable

También tuve que hacer que me enseñaba Megumi, el en un inicio se negó pero al ver mi insistencia por fin cedió. Me enseñó a como poner mis pies cuando intentara atacar a alguien y en todo momento no dejo de verme, eso me hizo sentir nerviosa

—¿Que-Que pasa? ¿Tengo algo en la cara? ¿Estoy haciendo algo mal? - le pregunte deteniendome para mirarlo bien

—No pude agradecerte antes por lo que hiciste, gracias - me habló manteniéndose firme

—¿Eh? ¿De qué hablas? yo no hice casi nada... - le respondí apenada rascándome un poco la cabeza

—¿No recuerdas nada? - me preguntó Megumi confundido, viéndose claramente preocupado

—Bueno... Si y no, es decir, recuerdo una que otra cosa pero no muy clara, como lo de mis brazos y una espada pero... - al decir eso me detuve para ver mis manos —No tengo la mas mínima idea de como hice eso, era yo... ¿realmente era yo? Son mis recuerdo creo... Pero aunque casi no sepa que paso me alegro mucho haberte ayudado aunque sea un poco, al menos hice eso bien - con tal de cortarle ya a mi rollo lo mire para sonreírle

Megumi aunque de forma muy sutil me devolvió la sonrisa y justo cuando volvió a explicarme le pregunté.

—Megumi, sabes... ¿quién soy yo?

Esa pregunta provocó que todos se detuvieran de lo que estaban haciendo, como si preguntar eso fuera lo que lo ocasionó.

—Si "ella" o yo misma... Tomará el control, ¿yo desapareceria o sería la de siempre? Estoy muy confundida... ¿quien soy realmente...?

—No lo sé. Pero de una cosa estoy seguro, no importa lo que pase mas adelante si llegas a hundirte, nosotros te sacaremos, por que eres nuestra compañera.

Escucharlo decir eso hizo que me riera un poco, realmente eso me hizo feliz, por un momento me recordó a Itadori lo que hizo que me limpiara unas pequeñas lágrimas que amenazaban con salir

—Gracias, Megumi. - le respondí más animada y entusiasmada con seguir aprendiendo de él

Conforme pasaban más días, más y más sueños se hicieron presentes, al punto en que parecían viajes en los que de pronto aparecía en un lugar muy extraño, hubo una noche en que al cerrar mi ojos y al abrirlos me encontraba sobre algo muy cómodo y cálido, lo extraño es que sobre lo que estaba recostada se movió hacia arriba y abajo. Era como si respirara. Al mover mis manos y tocar la superficie en la que estaba esta pareció moverse con el tacto de mis dedos, esto me sorprendió y de golpe me las arregle para poner levantar mi mirada topandome con un hombre enorme, de cuatro brazos, ¿pero como lo supe? Pues un par los tenía bajo su cabeza y el otro par lo sentía sujetando mi cintura, el parecía mirarme extrañado

Despertaste. Bueno da igual, si quieres puedes volver a dormir, dentro de poco nos iremos. - ignorando mi cara de sorpresa volvió acomodarse cerrando sus ojos, el miedo parecía invadir mi cuerpo, no sabía quien era el que están frente a mí pero pude reconocer su voz, la había escuchado en otro lado. —Deja de moverte mucho, es molesto - con una expresión aparentemente seria logró abrir un ojo para verme

De acuer-- - Deje de hablar de golpe al escuchar mi voz, ¿por que era diferente? Sentía que mi corazón saldría por mi boca.

Cuando finalmente desperté me encontraba sudando a mares, mi pijama estaba completamente mojada y mi respiración estaba agitada. No puedo seguir con esto, tengo que contarle a alguien y tengo planeado que sea al Profesor Gojo pero si tan solo se apareciera por aquí... Lo haría. Creo que me voy a volver loca. Mire el reloj, 5: 30 am. No podria ser mejor, aprovechando que había despertado me dirigí a los baños para darme una ducha me sentía muy pegajosa. En cuando abrí la puerta de mi habitación me tope con un lobo, este era negro y tenía una extraña marca en la cabeza, seguramente era de Megumi, ¿tal vez lo invoco para ver si estaba bien? Que amable. Con una leve sonrisa me agache un poco para acariciar su cabeza, este al verme relativamente bien movió un momento su cola para así desaparecer.

Con el ánimo un poco más alto me dirigí ahora si a los baños con todas mis cosas. Conforme el agua caliente recorría mi cuerpo no podía dejar de pensar en lo que había soñado, por un momento mire mis manos y toque mis dedos. Al tocarlo, pareció muy real, no se que esta pasando.

Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora