Me encontraba caminando en las calles de la ciudad, necesitaba tomar algo de aire ya que estaba harta de que Satoru invadiera mi espacio personal a tal punto en que tenía que esconderme para poder ir al baño, que curioso, siendo alguien que se va a "viajes de negocios" tiene mucho tiempo libre. Es como un niño.
Mañana me darían mi nuevo uniforme, no es como si crecieran de los árboles o que tuvieran otro de repuesto.
Al final no pude decirle a Satoru lo que esas maldiciones planeaban. Es muy molesto, tengo la intención de verlo y decírselo pero solo si se comporta. Mientras caminaba podía notar como todos me miraban, era claro que mi misma apariencia no le agradaba a nadie, más que nada parecía que pertenecía a los Yakuza o algo similar, me tenían miedo y no los culpo. Antes era igual. Justo en ese momento me detuve para ver mi reflejo, cada vez más estoy tomando mi verdadera apariencia, digo, ya la tengo. Pero no lo sé.
No tengo ningún lugar al que ir así que solo me limite a caminar, veré hacia dónde llego, o bueno. Hasta donde me harte del paisaje, aunque eso lo veo difícil ya que no me canzo de ver el cielo. Es muy hermoso, cada vez más me llegan recuerdos de la edad de Oro. No es una época a la que quisiera regresar pero creo que solo lo haría por cierta maldición.
Finalmente me decidi por sacar mi nuevo celular y mandarle un mensaje a los chicos, no quería pasar esa tarde sola. Era mejor estar con todos ellos a estar divagando por las calles
Nuestro lugar de encuentro era frente a un supermercado, les había dicho que iríamos de compras, especialmente de ropa, Nobara aceptó de inmediato y fue la primera en llegar, después Megumi y al final Itadori, el había tardado por que había comprado algo para comer.
Una vez dentro mi amiga inmediatamente se dejó llevar y sosteniendome de mi brazo comenzó a correr por toda la tienda buscando prendas para probarse y de paso también busco para mi. Blusas y pantalones. No eran del todo mi agrado pero en verdad se veían lindas. Los chicos al vernos muy entretenidas decidieron ir a otro lado, simplemente vi como ambos parecieron hablar y después se alejaron.
Estuvimos dentro como una hora hasta que finalmente salimos con bolsas de cada respectiva prenda. No quería admitirlo pero Nobara en verdad se había divertido. Cuando encontramos a los chicos ellos seguían hablando, no sabía de qué pero parecían entretenidos, más itadori quién sonreía mucho. Ellos al vernos se levantaron y fueron con nosotras
—Parece que se divirtieron —Nos dijo Megumi quién veía las bolsas que cargabamos.
—Si, no me agrado mucho la parte de estar corriendo pero si fue entretenido, aunque Kugisaki tenga esa cara, ella también se divirtió - le respondi con una leve sonrisa para así voltear a ver a mi amiga
—Espero y el precio valga la pena - hablaba para si misma algo irritada
—Yo creo que si lo valdrá, cuando te la pongas te verás hermosa - trate de animarla lo más que puse
—Entonces, ¿a donde vamos ahora? Tengo hambreeee! - se quejaba Itadori mientras sujetaba su estómago el cual por cierto no dejaba de sonar
—Podemos ir a una cafetería, podrias comer algo en ese lugar, todos podríamos.
—¿Eh? ¿En verdad? ¡Vamos, ¿que estamos esperando?! - Eso fue suficiente para que sus ánimos se elevarán y fue así que los cuatros nos dirigimos aquel lugar, Nobara también parecía tener hambre ya que de igual forma se animo.
Ellos dos comenzaron a caminar quedando únicamente Megumi y yo de pie observándolos.
—¿Porque se siente como si te estuvieras despidiendo? - Me pregunto Megumi repentinamente aprovechando que los otros dos ya se habían adelantando
—¿De qué estas hablando? Solo quiero pasar un tiempo con ustedes. ¿Eso es raro? —le respondí lo mas normal que pude. Me ponía algo nerviosa cuando estaba a solas con el, era como si sintiera que en algún momento me regañaria
—No lo es, entonces vamos. - Parecía más serio de lo normal, aunque tal vez sólo sea mi imaginación. Parece molesto. ¿Habré hecho algo mal? Que yo sepa no
Cuando por fin llegamos a la cafetería esta no estaba tan llena como creíamos. Lo que eso bueno, así no estaríamos algo incómodos. Todos entramos y nos sentamos en una mesa, yo me senté junto a Nobara y los dos chicos frente a nosotros.
Tenerlo frente a mi era algo incómodo, jamás los había tenido tan cerca. Estaba nerviosa. Nobara pareció darse cuenta así que comenzó a hablar conmigo, sobre mis gustos y lo que hacia, debo de admitir que eso me tranquilizó bastante. Fue entonces que comenzamos a hablar del lugar donde crecimos aunque simplemente me limite a escucharlos ya que no recordaba nada antes de ser una maldición. Eso pareció algo deprimente.
Una vez satisfechos con los postres decidimos irnos del lugar, íbamos caminando, Nobara e Itadori parecían pelear mientras que Megumi los ignoraba,yo solo me limitaba a ver el suelo, pensado en lo que había dicho Fushiguro. ¿En verdad me estaba despidiendo? Eso no tiene sentido.
—Oh chicos, harán que me muera de ternura por esa falsa actuación de buenos amigos - Hablo Sukuna desde la mejilla de Itadori, eso llamó la atención de todos quienes se detuvieron para mirarlo. —¡¿Cuanto tiempo creen que durará esta linda actuación? Fingiendo que todo está bien, que pueden confiar en ella, cuando muy en el fondo solo esperan para poder atacarla cuando ella los descubra! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡ME MATARAN DE RISA! ¡YA TE LO HABÍA DICHO _______ JAMÁS ENCAJARAS DE NUEVO CON LOS HUMANOS, JAMÁS ENCAJASTE! ¡ESTARÁS--
Que el rey de las Maldiciones se callara de repente los dejó desconcertados, pero lo que más los intrigó fue que se callo de golpe al poner su mirada en su amiga. Creyendo que eso la había provocado se giraron, todos se imaginaron un escenario en donde ella estaría furiosa pero lo que vieron los dejó paralizados
________ se encontraba de pie aún sosteniendo las bolsas de su ropa, cuando todos la miraron ella levantó la mirada dejando al descubierto que estaba llorando.
—Ah... Maldición, este debia ser un día divertido... - Sin mucho esfuerzo ella logró secar sus lágrimas. Pero estas no dejaban de salir.
—Nagisa, eso no--
—No me llamo, Nagisa, mi nombre es ________ y Soy la Reina de las Maldiciones. - interrumpi a Itadori quien no dejaba de presionar su mejilla con ambas manos con tal de que Sukuna se callara. —Fue entretenido mientras duró, ¿nos vamos? —Con el tono más normal que pude darles comencé a caminar, todos tenían una expresión preocupada. Simplemente me limite a caminar y no voltear hacia atrás.
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Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|
FanfictionSe sabía de la existencia de 20 dedos pertenecientes al Rey de las Maldiciones, Ryomen Sukuna. Pero en antiguas leyendas, Sukuna compartía su trono con otro espíritu maldito. Y si bien su relación no era del todo buena, se toleraban y hasta cierto p...