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Después de que llegue aún lado de Panda de forma lenta nos retiramos con Maki y Megumi. Pues no podíamos moverlo tanto debido a sus heridas. Cuando estábamos lo suficientemente lejos fuimos con más cuidado debido a que con cada paso Megumi se quejaba, así que para evitar que se hiciera más daño use la técnica de maldición inversa en el, sabía que un mal movimiento provocaría que se le salieran los intestinos, era mejor no arriesgarme.

Cuando estuvimos lejos del peligro aún podíamos escuchar el estruendo que provenía de esa batalla. Y por lo que escuchaba, los envidiaba, después de tanto tiempo estoy de vuelta y no pude liberarme, es muy frustrante.

—Nagisa...

¿Que pasa? —Le respondí aun ayudándolo a ponerse de pie. Aunque ese nombre no era del todo mío, aún respondía por el. Pero desde que por fin Nagisa y yo nos unimos, después de que ella y yo nos volvimos una, no note la diferencia. Era como si fuera yo, como si nada hubiera cambiado.

—Aún eres tú, ¿Verdad? - me preguntaba a duras penas para no perder el aire.

Podría decirse que si. Digo, es extraño. Sigo siendo yo... Creo. Es raro. Pero me acostumbrare - le di la mejor sonrisa que podía, era claro que si me acostumbraria pero creo que no sería lo mismo para ellos, por que aunque tenga el mismo rostro de antes, mi apariencia era otra, las marcas ya lo desaparecerían y mis ojos serían otros. Era alguien completamente distinta. —Y espero que ustedes también lo hagan, a su tiempo pero que lo hagan. Por que digo, no soy la maldición a la que ellos temen, no los mataré o haré daño. Aunque sea dificil de creer, si admito que antes tenía esa idea de matar a los hechiceros que me habían asesinado, no es nada lindo ser partida en pedazos. Incluso tenía planeado ir por toda su descendencia... Pero ahora... No lo sé... Lo que quiero decir es que ahora no se quien soy

Megumi simplemente mantuvo su mirada en el suelo mientras caminaba gracias a la ayuda de su amiga. Si es que ahora podría llamarla así

No soy una asesina despiadada que disfruta del sufrimiento ajeno, no como Ryomen, eso nos diferencia. - termine por hablarle nuevamente al ver que el se mantenia callado. Era como si estuviera preocupado

—Entiendo - finalmente habló Megumi.

Se que ahora no estas del todo convencido pero, confía en mí. Por favor. Digo, después de todo te lo está pidiendo la reina de las maldiciones - con una leve risa me acerque al rostro de Megumi para así acariciar su mejilla un poco —Así que cambia esa expresión tan afligida y vuelve a ser serio como de costumbre, así me gustas mas. Me rompes el corazón con esa carita -dije eso último dando otra risa.

Esa accion hizo que el se relajara un poco, al igual que los demás. Continuamos caminando hasta que llegamos con una profesora ella inmediatamente se concentró en tratar en ese momento a Megumi para que no sufriera de un daño aún mayor.

La profesora apenas y veía a Megumi ya que lo dejaba de ver a Nagisa, era como si sus instintos le gritaran que mirara hacia ella, era como una advertencia. Ella simplemente la ignoro.

¿Ahora que se supone que haga? No puedo estar por la calle luciendo como lo hago ahora, ¿tendré que usar maquillaje? No simplemente puedo hacerlas desaparecer, ya no. Si me mantengo en este estado todos me miraran y verán que soy yo nuevamente aunque era obvio que ya lo sabían. Tengo que idear algo, tal vez exista alguna técnica para poder parecer normal. Esto es un dolor de cabeza.

Lo que me trajo de vuelta a la realidad fue que la profesora de kioto no dejaba de verme, era incómodo. Así que finalmente decidí alejarme un poco de ellos.

Cuide bien de él profesora. Ellos dos dependen de usted, bueno cuatro... Algo así. - le hable antes de darme la vuelta y separarme de ellos llevándome debajo de un árbol.

Hasta ese momento lo había pasado por alto pero repentinamente recordé la batalla de Itadori y Todou. Me pregunto si ellos están bien, yo creo que yo, ese chico desprendía una enorme cantidad de Energía maldita, no tanta como la de la maldición pero serviría. Itadori también la poseía. Avanzó tanto en tan poco tiempo. Eso es maravilloso.

Lo que llamó la atención de todos hasta la mía fue que el velo terminó por desaparecer. Ahora seríamos capaces de poder salir y atender a Megumi. En cuanto salí de la sombra de los árboles pude sentir de golpe la pesada mirada de alguien y al girar me mire hacia el cielo viendo por fin a Satoru. El me miraba muy fijamente como si analizará cada parte de mi ser, inclusive mi alma. Por un momento pareció que el meneo su cabeza casi como si le pareciera gracioso o como si negara lo que pasaba. Creo que hasta el sabía lo que me había pasado, mejor que nadie.

Nuestras miradas se encontraron hasta que finalmente el desapareció de mi vista, podía sentirlo, no estaba tan lejos, supongo que supo que aún no era una amenaza ya que de haberlos matado ya lo habría hecho. Con el velo desapareciendo y Satoru aquí sabía que no tenía nada de que preocuparme, así que simplemente me mantuve con ellos por si alguien aún no estaba del todo satisfecho y tratara de atacarlos.

Megumi estando tan cansado por todo terminó por desmayarse mientras era atendido, así que simplemente me limite a acercarme a él para así sentirme en el suelo estando cerca de su cuerpo.

Ya todo esta bien, el profesor Satoru ya está aquí y resolverá todo, puedes descansar y estar tranquilo. - le hablaba con una extraña calidez mientras era atendido por la profesora, obviamente está actitud desconcertó a la mujer frente a mi.

Cuando por fin todo el estruendo terminó pude sentir como detrás de mí se encontraba de pie Satoru Gojo, el solo se mantuvo callado observandome.

—Pero miren a quien tenemos aquí... Es el pervertido - termine girandome un poco a verlo y sacar su lengua, obviamente burlandome.

Ese simple acto hizo que el le diera una sonrisa

¿Como te sientes? ¿Sientes el cuerpo extraño?

Aunque sea difícil de creer... - poco a poco me puse de pie para así girar me estando ahora frente a él. —Estoy de maravilla, me siento con mucha energía como si pudiera derribar un edificio aunque creo que eso ya sería algo exagerado. Creo que me entiende.

—Claro que te entiendo.

¿Entonces ahora que pasara? Mi ejecución claramente se adelantó, pero tanto tu como ellos, saben que no pueden tocarme. Nadie puede...

—No te preocupes, tengo todo resuelto. - me hablo con una extraña seguridad y con su humor de vuelta

—¿A que te refieres?










Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora