Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|

29

—¿Profesor Gojo?

Esa pregunta llamó nuestra atención provocando que viéramos hacia aún lado al mismo tiempo, se trataba de Itadori quien estaba parado al fondo viéndonos, y yo aprovechando esa distracción me dispuse a patear lo en su entrepierna para así salir corriendo.

En cuanto lo golpee el me soltó y cayó de rodillas al suelo obviamente quejándose de dolor. Sin perder esa oportunidad salí corriendo hacia Itadori para así tomar su mano y escapar justos

—¡Corre Itadori, que el pervertido podria atraparnos! - le hablaba aún estando algo exaltada por lo que había pasado recién. El no se quejo ni dijo nada, solo corrió a mi lado. Antes de desaparecer de la vista de Satoru me burle de él sacando mi lengua

Cuando por fin nos sentimos seguros nos detuvimos para recuperar el aliento, extrañamente sentía a Itadori muy callado, eso era extraño

—¿Estas bien, itadori? - pregunté finalmente al ver que el solo miraba al suelo

—Estoy bien, Fushiguro me dijo que me estabas buscando así que vine lo mas rápido posible, creo que fue en mal momento... - me comentó apenado mientras parecía jugar con sus dedos

—Fue en el mejor momento! Gracias a ti escape de ese pervertido, eres mi héroe - algo burlona le di una pequeña palmada en su hombro. Esto el lo aprovecho para sostener mi mano con las suyas.

—Y... ¿Que pasa entre el profesor Gojo y tu? ¿Están saliendo? - me preguntaba viendome muy fijamente, incluso podía notar que estaba algo nervioso y preocupado

—¿Que? ¡Claro que no! Sabes como es el, le gusta solo estar molestando a todos y solo es eso... No tienes por qué preocuparte - ¿porqué le estaba dando explicaciones? ¿Porqué sentía que debía hacerlo? No fue intencional, pero sentía esa necesidad de explicarte para que no pensara mal

—Ah... - extrañamente eso lo calmo ya que puso mi mano en su frente para así suspirar pesadamente, era como si le quitaran un peso de encima, esa acción provocó que sintiera mi rostro muy caliente, y en cuanto el volvió a mirarme note que por un segundo puso una expresión sorprendida para después sonrojarse, fue en ese momento en que mire hacia la ventana y pude ver mi reflejo, ¡estaba sonrojada! ¡Igual que un tomate!

—Y-Yo... - sin saber que decir hice que me soltara para así girarme dándole la espalda. Necesitaba calmarme

Cuando por fin estuve lista me gire de nuevo hacia el, el estaba mirando hacia la ventana.

—Y-Ya estoy bien... - respire hondo para así poner una enorme sonrisa

El aún parecía nervioso y con ganas de decir algo pero no se atrevía así que para animarlo me acerque un poco más a él

—Yuuuuji-kun, ¿que pasa? - algo juguetona me agache un poco para ver su rostro avergonzado

—¿Quieres... - la voz con la que formulaba su pregunta era tan tierna que me derretia el corazón —... comer algo esta tarde?

—¿Me estas invitando a comer? - volvia a preguntar ya que el no podía con su alma

—Ya se... Es tonto... Solo creo que-que seria buena idea... ¿Cielos que estaba pensado? - poco a poco veía como el estaba empezando a dudar a sentirse mal por lo que opte por llamar su atención poniendo mis manos sobre sus mejillas para hacer que me mirara

—¡Hey! Yuji-kun, ¡claro que quiero ir! - le respondí dándole una sonrisa estando notablemente feliz. Mi respuesta pareció iluminar su rostro al punto en que sentía que mis ojos miraban directo al sol. Es un encanto

—¡¿A donde prefieres ir? ¡Conozco un lugar genial para comer! ¿Que comida te gusta? ¿Cual te disgusta? Podremos buscar un lugar que te guste y pasarla genial! - no dejaba de preguntarme y preocuparse por mis gustos. Eso hizo que me riera un poco

—¡Vamos a tomarlo con calma, no soy quisquillosa con la comida así que para mi todo está bien!  - me reí de nuevo al ver su rostro, estaba más emocionado que nunca

—¡En-Entonces nos vemos más tarde! - estaba tan nervioso que parecía que me gritaba solo que el no se daba cuenta, eso era tierno

—Claro, nos vemos más tarde - le respondí dándole una sonrisa para así dar media vuelta y dirigirme a mi habitación, Dios tenía tanto que hacer, bañarme, arreglarme, fue entonces que al desaparecer de su vista salí corriendo de la forma más disimulada que podía

Cuando llegue a mi puerta y trate de abrirla di un pequeño grito al escuchar una voz a mi lado, era Megumi, ese chico un día me matara de un susto

—¡Megumi! Cielos casi me matas - le hablaba mientras me recargaba en mi puerta y ponía mi mano en mi pecho

—Te ves algo o inquieta, ¿estas bien? - ¿por qué le preocupaba mi actitud?- Maki-senpai me habló de lo que paso hace unas horas, ¿en verdad planeabas atacarla? - por el tono de su voz supe que estaba algo molesto

—Conque te lo dijo... Ja, claro que no, digo no iba a lastimarla ni nada de eso...mira no tengo tiempo para esto - trate de entrar a mi habitación ya por fin pero el me lo impidió

—Eso significa que si lo ibas hacer, ¿por qué? - me preguntó autoritario, ¿quién se cree que es? He sido muy paciente con el por qué lo veo como un hermano menor pero esto es ridículo.

—Hazte aún lado, Megumi. No lo diré una segunda vez. - debo de admitir que yo misma me impresione del tono de voz que usaba y por un momento crei que eso serviría para apartarlo pero el se mantuvo.

Simplemente di una pequeña risa para después rápidamente dirigir mi mano a su cara y sostenerlo de sus mejillas, acercando lo a mi rostro

—Escucha pequeño, no dejes que mi aspecto tranquilo y mi paciencia te confundan, supongo que por que eres joven debes de ser muy impulsivo, pero te aconsejo que pienses sabiamente, no soy alguien a quien aconsejaría molestar y mucho menor irritar, de lo contrario te meterias en un gran problema que ni tu querido profesor Gojo Satoru podra ayudarte, ¿entendido? Tal parece que salvarte más de dos veces no te importa, no seas egoísta y aprender a ser m---

Antes de que pudiera seguir hablando sentí como mi muñeca fue fuertemente sujetada por la mano de un hombre, no me dolía ni nada pareció pero sentia como aplicaba más presión a su agarre, su intención era hacer que soltara a Megumi

—Sueltalo, lo último que quiero hacer hoy es trabajar horas extra aquí.

—Entonces tal vez deban enseñarles a sus alumnos a comportarse con los demás, son muy impulsivos y nada listos. Nanami.

Cuando por fin mire hacia aún lado estaba Nanami quien se veía notablemente molesto por cómo sostenía a Megumi, quien en todo momento se mantuvo inmóvil, finalmente lo solté, a pesar de que estaba algo molesta decidí calmarme y no dejarme llevar.

—Dile a tus compañeros que más les vale no provocarme o--

—Espero equivocarme pero ¿Acaso eso fue una amenaza?

—¿Y si lo estas?

—¿Estoy que?

—Equivocado, profesor Nanami. Una cosa es que los haya salvado y los considere por un momento mis compañeros y otra es que abusen de eso para fastidiarme- finalmente al decir eso entre a mi habitación dejado a ambos afuera, no tenía que perder mi tiempo con ellos dos