Después de ese día me senti un poco más libre conmigo misma, creo que lo único que necesitaba era sacar todo eso de mi pecho, y aunque mis compañeros no se enteraran o en todo caso no me entendieran, ellos estuvieron ahí para escucharme, puede que tuvieran más preguntas que respuestas pero al final me sentí un poco incomoda que decidí ya no decir nada.
Al otro día al salir de mi habitación me tope con Itadori, el se veia más normal de lo común, e incluso parecía muy sospechoso, digo no me molesta ni nada.
—¿Te encuentras bien? - me pregunto de repente mientras caminaba aún lado de mí
—De maravilla, dormi muy bien pero algo incomoda por tener arena en la ropa - le respondí tranquila, debia de estarlo, pero sentía esa extraña sensación de nerviosismo por que por alguna razón ya estaba más consciente que Sukuna estaba también de alguna forma aún lado de mi. No sé por qué antes no lo sentía pero ahora era más presente
—Los chicos irán a entrenar en la tarde, ¿quisieras venir con nosotros? - me preguntó entusiasmado casi rebasando me.
—¿Esta tarde? Supongo que si, no tengo nada que hacer. - de nuevo le respondí con una sonrisa, era algo incómodo estar los dos solos, pues casi no hablábamos, solo el preguntaba y yo respondia.
—Ja, esto es un poco incómodo. - hablo por fin después de unos minutos de un silencio muy incómodo - lamento que sea así pero ahora aún no tengo muy claro cómo debería de tratarte, digo, eres Nagisa... Aunque ya no te llames así, eres _______ pero siento que, ¿debería de tratarte con respeto?
—¡No! Por favor, no lo hagas, se que es incómodo pero sigo siendo yo, la misma tonta y nada seria Nagisa. Puedes tratarme como siempre. Como tu amiga, aunque para ser sincera tu y yo no hemos como tal tratado pues, sabes lo que paso. Hablamos unos par de días, después moriste, reviviste y todo a ocurrido tan rápido
—Si... Son muchas cosas que procesar. Además de que eres la... Bueno... "Eso" de Sukuna.
—¿Y... eso te molesta? - Pregunté sin pensarlo, en verdad quería saberlo que ni lo pensé dos veces
—¡¿Q-Que? Cl-Claro que no! - si no viera mal juraría que lo vi sonrojar se un poco. Estaba algo nervioso. —No me molesta ni nada... Es solo que...
—Solo puedo decirte que no tienes nada que preocuparte. Esto no es... Mira, es tema para otro día, Ryomen es otro tema. ¿Que tal... tratar de ser amigos de nuevo para hacer que esto ya no sea nada incómodo? Podríamos salir algún lado o ver una película. A mi no me molestaría
—¿Como una cita? - me pregunto al instante en que deje de hablar, lo extraño es que lo dijo con una naturalidad muy extraña.
—¿Podría decirse que si? Digo, iríamos todos y no se, tal vez lo de las películas... - La verdad ya no sabia que estaba diciendo, de pronto me puse algo nerviosa. —Ya veremos
El de igual forma algo nervioso término yéndose del pasillo para ir rápidamente al campo de entrenamiento, para encontrarse con los demás, yo simplemente le dije que en un momento los alcanzaba, que necesitaba ponerme ropa más cómoda. Solamente me puse mi ropa deportiva. Y con ella pues finalmente me encontré con ellos.
—¿Porque tardaste tanto? - pareció regañarme Maki quién sostenía un palo de madera muy largo, era como una lanza, esta la tenía en el suelo, también parecía que todos me esperaban.
—¿Que pasa? Tengo algo en la cara? - Sin entender muy bien el por qué sus miradas les pregunté señalando mi cara.
—A Maki-sempai, se le ocurrió una idea algo loca. - me respondí Megumi quién se encontraba sentado en el suelo, su ropa era algo sucia, en verdad se veía que le habían dado tremenda paliza.
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Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|
ФанфикSe sabía de la existencia de 20 dedos pertenecientes al Rey de las Maldiciones, Ryomen Sukuna. Pero en antiguas leyendas, Sukuna compartía su trono con otro espíritu maldito. Y si bien su relación no era del todo buena, se toleraban y hasta cierto p...