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¿Que debería hacer? ¿A donde veria ir? ¡Debo contarle a todos de la escuela que ese chico emo es un secuestrador! ¡Un pervetido!

Nuevamente mientras corría en los pasillo gire había la izquierda para por fin salir del lugar, podía ver la luz del día, estaba salvada. Sin preocuparme corrí lo más que puse pero esta felicidad se esfumó al ver como de esa luz hermosa iba saliendo un chico con un uniforme extraño color negro, no podía ver su cara pues la luz venía detrás de él e inevitablemente choque con el provocando que ambos cayeramos al suelo sólo pude cerrar mis ojos.

Cuando caímos creí que el golpe dolería ya que si iba con algo de velocidad pero para mi fortuna había caído sobre algo suave y cálido cosa imposible por que por como íbamos cayendo yo quedaría bajo el chico. Cuando abrí mis ojos me tope con la expresión adolorida de ese chido, el había recibido todo el golpe de ambos.

—¡Lo-Lo siento mucho! - rápidamente me levante de él pero estaba tan nerviosa de hacerlo rápido que sin querer clave mi codo en sus costillas eso provocaba que se quejara y solamente pude disculparme sin parar. —¡En verdad lo siento mucho! ¡Dios, perdón! - Cuando finalmente logre bajar de su cuerpo me sente aún lado de él aún disculpandome

—No hay problema. ¿Estas bien? - El a pesar de estar adolorido se logro sentar para verme y verificar si estaba bien. —¿Te golpeas te? ¿te duele algún lado?

—Y-Yo... No, gracias a ti no tengo ningún dolor, por mi culpa saliste herido, en verdad lo siento - Sin poder evitarlo nuevamente me disculpe por lo que había ocasionado

—¡Ya deja de correr! - este grito llamó la atención de ambos, pues se trataba de Fushiguro quien corría junto aun lado de Satoru

Verlos nuevamente cerca me alarmó y sin mas mire nuevamente al chico que había derribado y pensé en tomar su mano para levantarlo y salir corriendo

—¡Tenemos que irnos! ¡Son los dos pervertidos! - en cuanto tome su mano sentí una ligera carga eléctrica seguido a ser repelida por el, lanzando aún lado nuestras manos siendo imposible volver a tocarnos. Esto se me hizo muy extraño y cuando vi al chico frente a mi debajo de su ojo izquierdo salió otro pequeño el cual me veía. Ver eso me asustó —¡¿Que-Que diablos es eso?! ¡Tienes un ojo en la cara! ¡Otro ojo!

Sin poder evitarlo comencé arrastrarme hacia atrás pues eso me era algo asqueroso y desagradable

—¡No, No te acerques!

¿Eh? No puedo creerlo. - Pude escuchar una voz burla y completamente diferente preveniente de ese chico solo que con el detalle de que el no estaba hablando y cuando logre moverme un poco hacia la derecha, sentí un fuerte escalofrío recorrer mi espalda pues lo que vi fue que bajó el ojo también estaba ahora una pequeña boca

—¡Que asqueroso! ¡Debo de estar soñando, debo de estar soñando! ¡No entiendo nada!

—Tranquila, se que no confías en nosotros pero no te preocupes, yo tampoco lo entendía al principio pero te aseguro que nosotros no te haremos daño, se que te pido mucho pero confía, no dejare que te pase nada. Lo prometo. - La voz de ese chico me tranquilizó un poco y así poco a poco me empecé a calmar y nuevamente me acerque a él, de forma lenta pero lo hice.

—Lamento lo que dije pero eso realmente me sorprendió... No era mi intensión lastimarte - me termine disculpando con el por lo que había dicho

—No te preocupes, lo entiendo. Entonces empecemos de nuevo. Soy Itadori Yuji - La expresión que tenía me tranquilizaba

—Soy Nagisa Hoshi. U-Un placer...

—Bueno, aunque tu nombre es otro - Comento Satoru para si mismo con una leve sonrisa

Una vez que me relaje por completo ellos nuevamente me llevaron dentro para explicarme toda la situación, o la que hasta el momento había pasado, mi abuela no era mi abuela en realidad, se trataba de una maldición que por alguna razón quería comerme, pregunté por el motivo pero ninguno me dio respuesta, ella tenía poder sobre las emociones y de ahí el por qué no me sentía triste por ella, no sentía nada, era como si nunca la hubiera conocido. La habían exorcizado y yo estaba tranquila con eso.

Me hablaron de Sukuna, una maldición super poderosa en pocas palabras de lo que entendí, y que por fortuna o desgracia estaba dentro de ese chico llamado itadori, después me contaron que debía ser ejecutado pero que se había pospuesto hasta que el ingiera los 20 dedos de esa maldicion, eso me pareció asqueroso. Quien en su sano juicio se comería los dedos de un muerto repugnante
Supuestamente eso hace a itadori peligroso y cualquiera prefiriria matarlo ahora pero, lo que yo también creí desapareció al conocerlo, era alguien amable que se preocupaba por los demás poniéndolos sobre el.
Eso era admirable.

—Entonces... Por lo que entendí, tu serás ejecutado pero no ahora hasta que te comas los dedos un muerto pero estos no son fáciles de encontrar, tu eres su compañero, y tu su profesor. Entonces, ¿todo esto donde me deja? Creo que esa parte faltó, ¿no? - los cuestione esperando su respuesta

—Te salvamos de una maldición y por lo que sabemos no eres alguien ordinaria, pues conviviste con ella durante muchos años y puedes ver cosas que otras personas normales no podrían

—¿Y el punto es? - Le pregunte apenada pues aun no entendía del todo que tenia que ver conmigo

—Eres candidata a convertirte en una Hechicera

—¡JAJA!¡Que graciosos son, eso es imposible! - Un poder evitarlo me reí de lo que ellos decían

—Creo que tu "abuela" te dijo acerca de ellos, ¿o me equivoco?

—Bueno si me lo dijo pero... pero por favor, yo no podría pertenecer a ustedes, no saco rayitos de mis dedos, ni siquiera vuelo - le di un sin fin de excusas del por qué no podría serlo

—No se trata sólo de eso. Y ambos sabemos que tu "abuela" te enseñó a usar la Energía maldita.

—Bu-Bueno... Tal vez haya hecho eso.. Tal vez - Apenada mire hacia abajo comenzado a jugar con mis dedos

—¡Entonces ahí esta! Ven conmigo - el profesor Satoru rápidamente hizo que me levantará de la cama para estar frente a él. —¡Vamos! ¡Golpea mi mano! Vamos, vamos, ¡vamos!

—¿Eh? ¿Esta seguro? No lo sé, no se ve seguro... ¿Debería hacerlo?

—Confía en mi, dale con todo lo que quieras, es mas no podrás ni tocarme - Me lo decía con una alegría muy extraña así que simplemente lo obedeci —Enséñame todo lo que ella te enseñó en este corto tiempo

—Bien. Veré que puedo hacer... - No estando del todo segura di un paso hacia atrás y prepare mi puño. No sabía cómo debería de golpear. ¿Debería darle con todo?

Sin querer pensarlo más termine dándole con toda la fuerza que tenía, todo hacía dirección a su mano y cuando estaba apuntó de chocar con su palma por un momento senti que algo lo detenía pero después como si hubiera roto algo mi puño logró golpear su mano provocado que esta fuera un poco aventada hacia atrás, esto dejó por un momento en shock al profesor Satoru junto a sus dos alumnos quienes veían lo que pasaba

Ja ja ja, que interesante - nuevamente hablo la pequeña boca en la mejilla de Itadori pero el solamente la callo poniendo su mano sobre esta. Todos permanecieron callados ha tal punto en que me sentí incomoda

—Entonces... ¿Estuvo bien? ¿Lo hice bien? - Pregunté para romper el silencio pero no funcionó, todos me miraban. Fue en ese momento en que al mirarme al espejo note que sin querer había hecho aparecer las marcas en mi rostro, lo había hecho de forma inconsciente. —Esto es... Puedo... Explicarlo

Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora