Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|

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Dibujo hecho por mi de la apariencia actual de Nagisa. Solo puedo decir, Que bien come el prro de Sukuna xD
(estamos mamadisimas!!!)
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Todo lo que acaba de pasar no fue coincidencia. ¿Porque Gojo nos dio esta misión? ¿Sabía que esto podria pasar? ¿Quería que esto pasara? Y si es así, ¿Por qué?

Se suponía que sólo veníamos por una maldición "inofensiva" pero nos encontramos con algo extraño. Una maldición que es capaz de traer a la realidad lo que ya viviste, puede ser un recuerdo o un sueño. La cosa es que lo que acababa de pasar era un viejo recuerdo de una vida anterior. Pero en ese enfrentamiento yo era asesinada por ese hombre. No puedo cambiar lo que paso pero gane. Creo que gane.

La tensión y la desesperación que sentí en ese momento fue tan grande que hizo que me defendiera, sentía la fuerte obligación de proteger a los niños a mi cuidado, eran tantas emociones las que comence a experimentar que sentía que me volvía loca. Esto ya lo había experimentado, este sentimiento era el mismo que había sentido minutos antes de unirme a Ryomen. Era como un fuerte calor acumulado en mi vientre el cual subía a mi pecho.

No supe que estaba pasando ni como lo hice pero sentí un fuerte dolor en mis costillas, sentía que moriría. Fue que de golpe salieron otro par de brazos, iguales a los de Ryomen, mis uñas crecieron a tal punto que eran muy largas y de color negro, mi ropa estaba rasgada y bajo mis ojos habían otros dos pequeños. Mi cuerpo ya no era humano.

Por fin era yo, a como era antes. Era una sensación muy satisfactoria, el cuerpo que antes tenía aún era humano, mi poder era limitado, ahora no tenía ninguna atadura. Simplemente no pude evitarlo y terminé riendo para mi misma, se sentia muy raro y demasiado bien a la vez. Era placentero.

Cuando nuevamente mire a los niños frente a mi, se veían asustados, estaban sudando y muy rígidos, no movían ni un musculo, casi parecía que querían vomitar.

—Ya hemos terminado aquí, hay que irnos - después de pasar por ese momento para mi misma los llame para que ellos tal vez reaccionaran y así fue, ellos comenzaron a respirar, tal parecía que lo habían dejado de hacer.

Como si de un hechizo se tratara los chicos comenzaron a moverse de una forma muy rígida, podía sentir su mirada en mi nuca y era incómodo. Solo me limite a ver mis brazos, en verdad se sentía extraño pero podía sentir más movilidad, más fuerza.

Conforme íbamos caminando no podía sacarme de la mente la idea que mi apariencia ahora era similar a la de Ryomen, esto provocó que comenzará a pensar en los momentos en que ambos pasamos juntos en nuestro hogar. ¿Hogar? Si ambos teníamos uno, uno donde podíamos ser nosotros mismos.

Ya lo decidí. Lo traeré de vuelta.

Solo tengo que saber como puedo ayudarlo, supongo que tengo que hablar con el. Mientras caminaba sin querer mire sobre mi hombro a itadori quien reaccionó dando un raro sonido proveniente de su boca, creo que fue un grito. Eso claramente provocó que me riera un poco

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Pará cuando llegamos a la escuela todos parecieron correr hacia Gojo, casi en busca de su proyección, admito que parecieron unos pequeños cachorros en busca de su madre.
El al verme en ese estado simplemente callo, solo me veía, creo que buscaba respuestas a lo que había pasado. Cuando di un paso había el, casi por arte de magia fui rodeada por varios hechiceros que jamás había visto, hasta el director y ese anciano decrepito.

—¡Por esta razón fue que habíamos ordenado su ejecución! - gritaba a todo pulmón, menuda sorpresa —¡Si tan solo no te hubieras metido esto no hubiera pasado! - ahora se encontraba gritándole a Gojo

—¿Y ahora que haremos? ¡No podemos dejar que se vaya y ande por el mundo! ¡Es peligrosa!

—¿Quien dijo que me iría? - interrumpí todos sus gritos a lo que ellos reaccionaron poniéndose muy tensos. —Solo les hago saber que no tengo intensión de irme y mucho menos matarlos, además, ¿en verdad creen que serían capaces de hacerme daño? - les pregunté sin poder evitar reirme de ellos en sus caras

Esa pregunta en verdad los molesto, cielos, tenía tantas ganas de reirme pero ahora quería evitarme la molestia de tener que pelear con ellos, quiero ahorrarme ese desperdicio de fuerza o en todo caso animo.

—No estoy de su lado ni tampoco a su favor, solo no me molesten y todo segura con normalidad. - les hable con toda la tranquilidad del mundo para así comenzar a caminar y pasarlos, estaba algo adolorida y quería acostarme, aunque también deseaba bañarme.

Así fue que ellos no tuvieron más opción que dejarme en paz, no es como si de pronto volviera y quisiera matar a todos. No es mi estilo.

Una vez que estaba en la ducha en verdad me relajo sentir el agua caliente caer sobre mi cuerpo, era una sensación muy agradable. Pero mientras más trataba de relajarme, más y más pensaba en lo que acababa de pasar, sentía que era imposible que ahora esté en este estado. Es raro.

Al estar en mi habitación aproveche para quedar completamente desnuda frente al espejo y mirar mi cuerpo, era muy extraño verme así. Mis brazos y todo lo demás, también había ganado algo de altura. Era como estar en un sueño

Finalmente, ya no era una humana, no me entristece ni nada parecido. Ahora que lo recuerdo, todo esto me es gracioso, Megumi me había dicho que cuando esto pasara, "ellos" estarían aquí para "salvarme", obviamente fue todo lo contrario, me tienen miedo y no los culpo

Cuando estaba por acostarme me las arregle para hacer aparecer un kimono, la ropa que tenía ya no me servia así que necesito algo cómodo, una vez recostada llamaron a mi puerta, algp estresada me levante para abrir y me tope con Itadori, la cuestión es que su rostro estaba oculto pues estaba con mi cabeza agachada.

—¿Itadori? - pregunté por el extrañada pues la última vez que lo vi estaba muy asustado como para verme

—Hey - me hablo de repente mientras levantaba su mirada, simplemente me quedé sin palabras

—Ryomen...