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—¿Donde se metió? - Preguntaba Nobara quién mirada a los lados. En busca de su compañera.

—Creí que regresaría de inmediato pero creo que resultó más difícil de lo que parecía - le respondió Megumi quién caminaba aún lado de Itadori

—Tal vez se trataba de una categoría especial, tal vez tiene problemas. - les comento Itadori preocupado por su amiga

—Entonces deberiamos ir por ella debe de estar desesperada - habló Nobara casi burlándose

¿Quién está desesperada? —Les hablé a los tres quienes voltearon a verme muy sorprendidos, había parecido junto a ellos de forma repentina.

—¡Nagi-- - Itadori no termino de hablar al verme, claramente había cambiado y todos lo notaron.

—¿Estas bien? - Me pregunto Megumi quién se veía claramente hecho un desastre.

Y a mi me lo preguntas, ¿que hay de ti? Parece que te dieron unos buenos golpes, ¿no te duele la cabeza? ¿Y el cuerpo? - Pareciendo una mamá preocupada me acerque a él para revisar su frente y tocarla, buscando alguna herida. —¿Y tú Kugisaki? ¿Estas bien? Se ve muy doloroso - termine señalando su brazo ya que este parecía que aún tenía unos clavos incrustados.

—Esto no es nada, no duele. ¿Pero que hay de ti? Desapareciste casi toda la pelea y ahora apareces con esas ropas y más alta de lo normal. ¿En verdad estas bien? - Me pregunto colocando su mano en su cintura, parecía que me estaba regañando

¿Yo? Pues si estoy bien, ya saben, categorías especiales. Bueno no costo nada pero quemo mi ropa y tuve que ponerme esto. Me trae muchos recuerdos. ¿No lo crees Ryomen? - Con una leve sonrisa mire directamente a Itadori llegando al dominio de Sukuna solo por unos segundos, el simplemente me dio una mirada indiferente. Típico de el. Pará molestarlo más le mande un beso. Eso pareció endurecer lo y yo simplemente me reí de ello.

—¿Eh? Tengo algo en la cara? - me pregunto Itadori al notar que lo mire por unos minutos.

Claro que sí, tienes algo de sangre... —De forma lenta me acerque a él para así sujetar la manga de mi kimono y limpiar su mejilla. El solo se quedó quieto mientras lo hacía pero bien pude notar como se sonrojada un poco.  —¡Y ya está! Ahora dejen que los cure, al menos puedo hacer eso ya que no estaba presente.

Así fue como empecé a atenderlos con mucho cuidado, primero a Nobara, después a Itadori y al final a Megumi, el fue el último ya que me lo pidió, quería que se atendiera a sus compañeros primero. Siempre preocupadose por los demás.

Despues de que los atendí fuimos sorprendidos por la chica que nos vigilaba, ella estaba muy molesta y no la culpo, desaparecidos de la nada.

Bien, ya está todo hecho, ¿por que no vamos por algo de comer? ¡Tengo hambre! - Cuando finalmente deje estable a Megumi me aleje de él para así estirarme un poco. Con una sonrisa los cuatro comenzamos a caminar de regreso, estábamos hechos un asco, en especial ellos.

Tuvimos un regaño por parte de la chica, que esto no se hace y bla bla bla. Un sermón muy malo. Pero finalmente nos dejó en paz, despues de todo ellos habían hecho su trabajo.

—¿Y a todo esto, donde estuviste toda la pelea? Se supone que fue fácil, entonces, ¿dónde...?

Mi ropa fue quemada y tuve un pequeño paseo por el bosque, pues desde que estoy aquí no he salido para nada de la escuela. Es escuela, misiones y escuela. Una y otra vez. Quería aire libre! - menti lo mejor que puse moviendo mis manos de forma algo exagerada. Gracias al cielo me creyó


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—Y entonces, ¿me dirás en verdad que pasó? —Me preguntaba Satoru quién se encontraba sentado en el sillón muy relajado

No me dejaras tranquila hasta que te lo diga ¿verdad? Dame un respiro, perdi mi celular y mi ropa. - hable algo desgastada ya que desde hace unos días el no dejaba de molestare con que le dijera la verdad, era como tener un chicle en el zapato.

—¡Vamos! Si fuera algo malo no lo estarías ocultando, ¿Verdad? No me digas que estas molesta por que no les traje ningún recuerdo - se burló mientras echaba su cabeza hacia atrás —Lo siento, lo siento. Pará la próxima te traeré algo.

Por favor, Satoru. Agh... Bien, bien. Esa noche me encontré con dos Maldiciones de categoría especial. La que nos atacó en el evento de intercambio y uno muy raro con cabeza de Fuji. Nada especial.

¿Y de que hablaste con ellos?

Nada en especial. Más bien no los dejé hablar, ese es el por qué me veo así. Me trae muchos recuerdos. - Me reí para mi misma un poco. No fueron un reto difícil. —¿Ya me puedo ir? - Le pregunté finalmente con la intención de ya irme pero cuando me levante del sillón volví a sentarme de golpe ya que Gojo había aparecido frente a mi acorralandome en ese lugar.

—Siento que hay algo que no me dices, ¿Que es? - pronto ese tono risueño cambió a uno muy serio, incluso parecía molesto. Sabía que mentia

—Te estoy diciendo la verdad, ¿que más quieres de mi? ¿Porque te mentiría? —traté de evitar la pregunta lo más que podía, siempre manteniendome serena y calmada.

—¿En serio? ¿Estas diciéndome la verdad? —Poco a poco lo sentía más cerca de mí y lo que más me alarmó fue que acercó su mano a mi mejilla, sentí el tacto de sus dedos, estaban frías. Y lentamente también acercó su rostro al mío, aunque tenía sus ojos cubiertos sentía su mirada. —Vamos, dime.

Ya no soy una niña. No sigo tus ordenes, no eres mi profesor. —Termine diciéndole sin importar cuan cerca estaba. Era muy invasivo

—En ese caso. Hay muchas formas de hacerte hablar.

Lo sé, por medio de tortura, miedo entre otras cosas, entonces ¿me torturaras Satoru?  ¿En verdad serás capaz de hacerlo?  Ahora te pregunto. ¿Crees que siquiera te dejaré intentarlo? - le hablé de forma seria con una voz suave mientras me recargaba en el sillón. Viendolo.

De forma indirecta o directa nos terminamos amenazando. Vaya día











Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora