Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|

23

Unos días después recibí la llamada de Gojo, seguramente para repetir lo de esa noche pero para mi sorpresa no se trataba de eso, me había invitado junto a los chicos a la playa, de nuevo no me apetecía ir pero me llevaron casi arrastrándome, ahora por todos pero finalmente fue panda quien me cargo, no me dejaron llevar nada así que supuse  que mas adelante compraría un traje de baño. 

-¡YEI! Llegamos, mejor tarde que nunca. - nos advertía Satoru pareciendo casi un niño 

-Bueno creo que al final no me arrepiento de venir, es lindo y casi no hay gente - hablaba mientras aun permanecía sobre Panda

Despues de que me bajara extrañamente hacia mucho frío, por lo que el plan simplemente era ver el atardecer con todos ellos, no era lo que esperaba pero me agradaba la idea. Me mantuve sentada sobre la arena viendo la hermosa vista del ocenado y las nubes, ese tono anaranjado, me encantaba

-Siendo sincera. Me gusta estar aquí. Me gusta esta vida que llevo. - hable para mi misma mientras sentía como el aire frío movía mi cabello. Era muy refrescante. Era muy agradable.

-Ya que estamos aquí, ¿Porque no nos cuestas sobre ti? - finalmente pregunto la hermana de Maki. No me caía bien pero extrañamente el día de hoy se estaba comportando

Itadori se encontraba a lo lejos siendo aún perseguido por Toudo, era una escena graciosa no lo voy a negar, el en verdad se veía algo asustado

-¿Sobre mi? Creo que si puedo hacerlo - le respondí finalmente dándole una leve sonrisa, ahora ya no me molestaba como tal, me sientia un poco más libre para contarlo

Así fue que poco a poco se fueron acercando todos. Los demás chicos de la Escuela de Kioto, Nobara, Maki, Panda y Megumi, casi me estaban rodeando pero no les dije nada.

-¿Por dónde debería empezar?  - meneaba un poco mi cabeza buscando más palabras correctas

-Tal vez deberías pensar con preguntas, nosotros te presentamos algo y tu nos contestarias - propuso Nobara quien estaba sentada aún lado de mí

-Me parece bien, ¿Entonces quien comienza? - pregunté dándoles una mirada a todos, siempre mantuviendo una sonrisa en mi rostro

-¿Cuál era tu relación con Ryomen Sukuna?

-Mi relación, ese "era" no es válido pues aún estoy con el, por así decirlo. Estamos como en un matrimonio. Ambos éramos unos desconocidos que estaban justos por mero interés personal, así fue al inicio. Después se fue convirtiendo en una relación formal algo extraña. ¿Se podría decir que no queríamos? Bueno yo lo crei por mucho tiempo. Ryomen fue quien me enseñó a defenderme pues era torpe en eso. Comíamos, entrenabamos y dormíamos juntos. Como una pareja "normal". Incluso pensé en dar el siguiente paso con el pero al final no se pudo. El día en que ambos fuimos asesinados yo estaba... - suspiré un momento pues parecía ser en verdad difícil para mí, crei que lo había superado pero al parecer me mentía a mi misma - Ese día, Dios no creo que pueda decirlo... - Al final me reí de mi misma por no poder. —Ese día estaba dirigiéndome a sus aposentos para decirle que yo... Bueno, que creía que estaba... Em-Embarazada. En ese entonces no sabía si a él le molestaba con tener pues descendientes y cuando estaba por llegar, el se encontraba rodeado de bastantes hechiceros, el en verdad estaba mal herido, por un momento no creía lo que veía. Lo estaban asesinando frente a mis ojos. Cuando me vieron estaban por hacerme lo mismo pero incluso moribundo el me sacó de ese lugar. Estaba en mis brazos, no entendía por que no usaba su técnica maldita inversa. Cuando estábamos afuera del palacio lo estaba intentando arrastrar para sacarlo de ese lugar y ponerlo en un lugar seguro pero obviamente los hechiceros nos alcabzaron y pues. Ya sabrán lo que paso, hice todo lo posible para protegerlo e evitar que nos mataran pero no lo logre. Cuando estaba muriendo los hechicero que lograron derribarme comenzaron a burlarse de mi, diciendo que Ryomen solo me utilizaba por lo que podía hacer, yo lo sabía desde el inicio pero lo había obviado, incluso creí todo lo contrario. Diablos en verdad parezco una colegiala que sufre de amor. Ellos hicieron pedazos lo cuerpo y con el hicieron un sin fin de armas malditas de todos los grados conocidos. Y pues a Ryomen, ya saben lo que hicieron con el. Y esa es lo historia - Finalice todo eso dándo un enorme suspiro, era como quitarse un enorme peso de encima.

Cuando voltee a ver a todos, ellos parecian ver hacia el infinito, tal parece que si les afecto lo que les conté.

-¿Chicos? ¿Están bien, fue demasiado? - les pregunté un poco preocupada mientras me movía de donde estaba sentada.

-Entonces, eso fue lo que sucedió - habló Maki de repente mientras que ella igual se ponía de pie

-Podria decirse que si, en palabras muy resumidas.  Pero eso fue hace tiempo. Ya pasó... Ya pasó....