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Antes de que siquiera mi boca hiciera un sonido me golpee la mejilla tan fuerte que casi me tiro a mi misma. ¿Que diablos estaba pasando conmigo? ¿Por que me daba gracia? Era una situación muy triste y horrible. La hermana de Megumi, mi amigo, podría morir y eso ¿me parecía divertido? Estoy enferma. O tal vez sea... Tal vez soy así... No no no, me niego a serlo. Tengo que controlarme.

Itadori y Nobara al verme hacer eso rápidamente se preocuparon y se acercaron a mi.

—¡Hey! ¡¿Que estas haciendo?! ¿¡Por qué lo hiciste?! - me pregunto alterado mientras me sostenía de mis hombros

El mismo golpe dejó mi mejilla hinchada

—Si que estas loca. Puedes hacer eso más seguido pero no en público. Es vergonzoso. —Me comentó Nobara mientras que de igual forma se acercaba a mi.

Lo siento. Fue un impulso. De cualquier forma, ¿que haremos? Ya que esta la hermana de Fushiguro involucra en esto tenemos que encontrar la maldición y exorcizarla, de lo contrario--

¡No digas más! Sabemos que tenemos que hacer y no nos iremos hasta que esa maldición desaparezca

Cuando finalmente Megumi regresó con nosotros y nos informó que la misión se había disparado respecto a lo peligrosa que era. Y que nos habían ordenado regresar. La cuestión era que el no venía con nosotros.

—¿Pero que pasara contigo?

—Aún tengo que despedirme de unas personas así que ya váyanse

Pero Fushiguro! Ah! - terminó por empujarme junto a itadori para que los tres nos fuéramos, ambos casi quedamos sobre las piernas de Nobara. Quedado itadori sobre estas y yo sobre el. Una posición muy incomoda. Cuando estuvimos dentro la chica que nos supervisaba arrancó el auto y nos fuimos del lugar.

—¡Esto tiene que ser una broma!

—Tenemos que regresar por el

—Ya lo escuchaste, se despedirá de unas personas y después regresará.

¿Y en verdad tu le crees?

Hacerle esa pregunta la dejo callada. Era de esperarse. Conforme pasaban las horas el nerviosismo de los tres iba en aumento, teníamos ese extraño presentimiento de que algo pasaría. Y lo que finalmente detonó fue que escuchamos como la chica hablaba por celular con Megumi, el nos había mentido y lo haría solo.

Nos iremos - completamente decidida me levante del suelo mirando a mis dos amigos.

—¿Pero como? No podemos irnos así nada más, ella nos vería

Pará eso tengo un plan, yo lo llevare. ¿Listos? - Con una enorme sonrisa los sostuve de sus uniformes para así desaparecer de ese lugar y reaparecer sobre el puente, aquel donde se decía estaba maldito. Ni siquiera les di oportunidad de responder

Una vez ahí bajamos en busca de Megumi, y cuando lo encontramos creo que estaba muy metido en sus pensamientos que no pudo ni notarnos. Casi íbamos caminando junto a él. Cuando finalmente se detuvo estando ahora su bajo el puente se quedó observando el cielo unos minutos. Fue en ese momento en el que decidimos aparecer, el claramente parecía irritado por esto.

—No tenías por qué mentirnos, somos amigos.

Esa simplemente respuesta que le dio itadori hizo que sonreirá. Digo, era verdad lo que el había dicho. Podía confiar en nosotros y jamás lo juzgariamos, siempre estaríamos junto a él.

Realmente fue muy emotivo al punto que casi se me sale una lagrimita.

—¡Hay que terminar esto, juntos!

—Solo hace falta un paso para activar la maldición, ya hicimos todo el recorrido y solo queda... Pasarlo.

Los cuatro llenos de emoción y totalmente determinados dieron un paso hacia delante activando por fin la maldición. El piso inmediatamente comenzó a brillar y de este comenzó a extenderse su dominio. Y justo en ese momento en que estaba por atrapar de todos.

Parece que fue en un segundo que yo estando aún lado de Itadori de la nada estaba a unos cuantos metros sobre el aire. Viéndolos desde arriba. ¿Que diablos había pasado? ¿Me había rechazado? O era algo más... Conforme iba siendo llevada logre ver a Itadori que trató de saltar para intentar sostenerme pero Megumi lo detuvo para que los tres pudieron concentrarse en la maldición. Simplemente logre sonreírle para que estuviera tranquilo, además levante mi pulgar para indicar que todo estaba bien.

En cuanto ese domino los absorbió por completo centre mi atención a lo que me había capturado. Y para mi sorpresa era un ave. Pero... Era la misma ave que Megumi usaba cuando conjuraba sus maldiciones. ¿Habrá sido el? En ese caso no puedo matarla. Veremos a donde me lleva.

Espere en sus garras varios minutos hasta que por fin me solto solo que me dejó frente a una puerta de un departamento. En verdad nos habíamos alejado mucho. ¿Tal vez quiere que entre?

Haciendo caso a eso abrí la puerta solo para encontrarme en un lugar completamente diferente. Era una playa. ¿Como era eso posible? Observe todo a mi alredor hasta que frente a mi aparecieron dos maldiciones, ese tipo con cabeza de Fuji y esa maldición enorme color blanca.

—No creo que valga la pena. Es solo una niña - Se expresó molesto Jogo quien no debaja de verla como si la menospreciara

—No debes de subestimarla. No es la misma niña ingenua que vimos hace unas semanas. - Le respondió Hanami.

—¡Eso lo comprobare yo! ¡El nuevo mundo no debe de ser habitado por Débiles! —Sin siquiera saberlo esta maldición ya se encontraba detrás de ella solo para que de forma rápida tocará su espalda y comenzará a arder en llamas. Todo su cuerpo de envolvió en fuego pero aún permanecía de pie. No hubo gritos ni quejas.

Jogo nuevamente apareció aún lado de Hanami riéndose de la persona que tenía delante de ellos

—Te lo dije, con Ryomen Sukuna será más que suficiente, no la necesitamos a ella. Es solo una niña debíl. Una decepcion.

Creyendo que estaba muerta Jogo se dio media vuelta pero rápidamente se giro al escuchar un golpe, pero este fue recibido por la mano de ______ quien de un segundo a otro estaba frente a ellos sosteniendo la cara de Jogo con fuerza, casi parecía que quería destrozar la. Ella estaba desnuda y eran visibles todas las marcas que tenía su cuerpo. Además tenía su estatura original. Y para sorpresa de las dos maldiciones está no tenía ninguna herida.

Mira lo que le has hecho a mi ropa - habla de forma lenta y suave que incluso parecía sensual. —Era hermosa - aún con ese tono presionó aún más la cara de Jogo. Si bien quería defenderse, no podía, tenía miedo y estaba paralizado, sentía que estaba frente a mismísimo Sukuna. —¿Que pasa?¿Te comió la lengua el gato? Hace un momento no parabas de hablar, ¿donde esta esa arrogancia? — sin usar mucha fuerza comenzó a levantarlo del suelo hasta ponerlo muy cerca de ella. —Debes de saber que los arrogantes como tu, no viven mucho tiempo.

Aun sosteniendolo dio un largo suspiro para así hacer aparecer de ella ropa, la cual ya apareció puesta. Era un kimono holgado color blanco con bordes rojos.

Esta será mi primera y última advertencia. No me busquen más. No me interesa lo que intenten. Déjenme tranquila. De lo contrario tendré que matarlos a los dos y a ese raro. ¿Entendido?

—Pero-Pero nosotros - trato de hablar Jogo pero dice callado por la misma mano que lo sostenía

Acaso, ¿te di permiso de hablar? - preguntó con una notable sonrisa. Aunque parecía calmada a cualquiera le daría miedo








Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora