Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|

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Escritura +18

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Admito que verlo parado frente a mi fue una gran sorpresa, era itadori pero, lo que quiero decir es que se veia como el mismo, tenía puesta una sudadera amarilla y unos shorts. La diferencia era que tenía su cabello levantado y eran visibles las marcas de su cara, antes de que pudiera decirle otra cosa el se adentro a mi habitación provocando que yo diera unos pasos hacia atrás.
Se que debía de sentirme feliz pero era raro, era muy raro.

No sabía cómo sentirme, cuando trate de hablar el me callo poniendo su mano sobre mi boca.

—No hagas ningún ruido si no quieres que nos escuchen. - Santo cielo, la voz con la que me habló provocó que sintiera un ligero cosquilleo, había extrañado ese tono.

Cuando trate de quitar su mano de mi boca de golpe ahora nos encontrábamos sobre mi cama, no hicimos ningún ruido y eso me sorprendió. El estaba sobre mi, obviamente había una diferencia notable en nuestro tamaño ya que yo era un poco mas grande que el. No sabía que me pasada, en otras ocasiones me había movido o hubiera hecho algo pero solo me mantuve en silencio mirándolo.

—No lo entiendo... - Hablaba lo más bajo que podía para que solo ambos escucharamos.

—¿Que es lo que no entiendes? ¿Acaso tiene algo de raro que tenga ganas de ver a mi mujer? - me habló con una seriedad que sentía que me moría, podía sentir como su mirada recorría todo mi cuerpo

—¿Mujer? - repetía esa palabra en mi mente una y otra vez que parecía hacer eco. —Que yo recuerde tu nunca... Espera, espera ¿que estas haciendo? - le pregunté algo extrañada en cuanto sentí como su mano había quedado sobre mi abdomen, la cual poco a poco fue subiendo hasta ponerla en mi mejilla.

—Eres tan hermosa, tanto como lo recordaba - para mí sorpresa el comenzó a acercarse a mi rostro poniendo su frente sobre la mía. Al punto en que sentíamos la respiración del otro.

—¿Ryomen? - realmente no sabía si estaba bien, era extraño que el se comportará de esa manera

—Oh cariño, admito que al verte por fin después de mucho tiempo hizo que se me pusiera dura - la suavidad y lentitud con la que me lo dijo hizo que diera un grito interno, ¡¿había escuchado bien?! ¡Me muero de la pena! 

Era evidente que al escuchar eso mi cara se torno de un color rojizo, hacia tiempo que no lo escuchaba hablar así, había perdido la práctica, esto provocó desde luego que el soltara una leve risa en cuanto me vio

—Hey, ¿porque te apenas? Antes me seguías en juego - hablandome al oído Ryomen tomó mi mano la cual comenzó a mover hasta ponerla sobre su entrepierna, osea había puesto mi mano AHI, pude sentir lo desesperado que estaba, lo ansioso de tenerme bajo el, supongo que debía de ser una vista hermosa —Dejame adivinar, ¿no sabes que hacer? Cielos, no dejas de sorprenderme

—E-Ese no es el caso, es so-solo que... No se, ha pasado tanto tiempo que parece que es un sueño, temo que no sea real. - termine revelando mi miedo ante el, en verdad me aterraba la idea de que lo que estaba pasando no fuera real. Ryomen únicamente me respondió riéndose de mi, ahora no se si golpearlo o besarlo por eso

—Tonta, esto es mas que real, ¿no? - cómo si para el fuera lo más normal del mundo metió mi mano a su short provocando que tocará directamente su pene, pero lo que hizo que abriera más mis ojos fuera que sentí dos, ¡¿tenía dos?! ¡Tenía dos! La curiosidad simplemente me ganó y terminé sujetando uno de ellos, era tan caliente y parecía palpitar, al mover un poco mi mano de la boca de Ryomen pareció saler un leve jadeo, pero uno que hizo que me diera un pequeño escalofrío.

—¿Lo... Lo ves? Esto es real, estoy aquí... con-contigo... - le parecía difícil hablar pues trataba de hacer el menos ruido posible.

Saber que era real que estaba en ese momento conmigo hizo que me sintiera tan feliz que sin pena alguna lo jale hacia mi atrapando por fin sus labios con los míos, en un beso profundo y apasionado, lo necesitaba y el a mi, ambos lo sabíamos y no había necesidad de decirlo.

Quería darle la oportunidad que lo disfrutará tanto como yo, hace años había aprendido un pequeño truco, si bien no te regresa a tu forma original, hace que tu energía maldita modifique tu cuerpo a como era antes, así que sabiendo esto lo separe de mi un momento, dejando un pequeño hilo de saliva uniendo nuestras bocas. De forma rápida pude mi pulgar en su frente y ambos cerramos nuestros ojos.

En cuanto los abrí, mi Ryomen, mi rey era el de antes, su cuerpo era como antes. Verlo de nuevo hizo que sonreirá de oreja a oreja, estaba emocionada. Con un par de brazos coloque mis manos sobre sus mejillas, dios cuanto lo había extrañado. Ahora claramente era mucho, mucho más grande que yo.

—Ryomen... Ya puedes abrir los ojos - aun con una enorme sonrisa acaricie su cara y al ver como abría sus ojos no logre evitar ponerme algo roja, era mirada tan penetrante mirándome, que maravillosa sensación

Ver como levantaba su cuerpo del mío hizo que nuevamente sintiera un fuerte cosquilleo en mi cadera, ver ese cuerpo tan tonificado y sus brazos... ufff, era una imagen un tanto exótica, en cuanto el noto el cambio se miró al espejo, desde abajo pude ver como había sonreído, no se lo creía y se veía claramente emocionado. Ese cambio físico provocó que la ropa que anteriormente tenía fuera desgarrada, estaba frente a mi completamente desnudo, todo para mi.

—No sabes lo que has hecho - me hablaba en un tono un poco delirante, parecía alguien que estaba apuntó de hacer una locura, eso simplemente me volvió loca. Casi parecía una advertencia

—¿y por que no me lo dices? - le pregunté en un tono desafiante para así levantar mis brazos sobre mi cabeza, creo que me voy a morir

—No te dejare dormir esta noche - finalmente dejo salir una carcajada a la par que sus manos sujetaron fuertemente mi cadera y otro par mis muñecas impidiendome moverlas, será una noche larga.

Como ya habran notado no es un 10/10 en esto de lo sexual pero de algo a nada. Espero y les guste.
Ah y aguanten que el próximo se viene lo buenooooooooo