Creo que ya saben quien gano, así que disfrutenlo ✨
______________________________________Era obvio que mis piernas no estaban hechas físicamente para correr, era una cría, ¿que tan lejos podría llegar al paso de ratón al que iba? No me cansaba pero era difícil moverme. Tal vez ya me aleje lo suficiente de él, eso quería creer con todas mis fuerzas pero cuando me gire note que solo estaba a unos metros lejos de donde estaba inicialmente, ¡Maldita sea!
-¡Chicos, ¿Donde estan?! - grite a todo pulmón con la esperanza de que estuvieran cerca, no sabía si les habia pasado algo similar como a mi o yo estaba sola en ese lugar, de ser así, espero en verdad que estén bien.
Mientras corría por todo el bosque en un descuido termine cayendo al tropezarme con una enorme rama, en verdad quisiera decir que no dolió pero dolía como el infierno, me creí patética pero pronto recordé el cuerpo que en ese momento tenía, ya no me sentía tan mal, el problema fue que en verdad me costó levantarme, sabía que aquel hombre que me perseguía estaba cerca, ¿pero como lo supe? Pues fácil, lo estaba viendo, malditas piernas diminutas.
En cuanto logre ponerme de pie trate de dar un paso pero caí de nuevo. La cosa fue que al intentarlo de nuevo sentí como de golpe alguien tomaba mi brazo y ambos salíamos corriendo, en cuando trate de averiguar quien era, admito que me tomó por sorpresa, de igual forma era un niño, uno con pelo rosado, tenía que ser si o si Itadori.
No me daba tiempo para preguntarle, estábamos corriendo y el aire no nos alcanzaba. En cuanto por fin estuvimos lejos de él nos detuvimos un momento para recupar el aire.
—¿I-Itadori? - logré preguntarle con mi respiración muy acelerada
—¿Estas... bien? ¿Qui-Quien era ese sujeto? - me preguntaba mientras ponía sus manos en su pecho y garganta, le dolía respirar
—No lo sé... Pe-Pero tenemos que a-alejarnos mas, el es mas gran-grande y nos alcanzará muy rápido... No puedo volar... No puedo hacer nada... Vámonos... - Admito que me sentía como una inútil, no podía hacer nada, solo tratar de alejarlos, nuevamente tome su mano y salí corriendo ahora siendo yo quien lo jala
—Na-Nagisa... ¿Sobre lo de la otra noche? - se atrevió a preguntar mientras ambos corríamos, obviamente a ninguna dirección, solo lo hacíamos
—No quiero hablar del tema ahora, tenemos cosas más importantes que hacer... - trate lo más que pude en no recordar ese momento tan humillante, además de que tenía razón, no era momento para eso
—Yo solo quiero explicarte, no es lo que piensas, yo en verdad quería ir... Es solo que... - hablaba muy nervioso, al estar sujetando su mano podía sentir que estaba temblando
—¿Es que, que? Se que por ser una maldición soy desagradable pero no veo el caso de "emocionarme" y luego olvidar - le hablaba algo golpeada, admito que si me dolió que hiciera eso, lo esperaba de todos, menos de él
—Te juro que ese no es el caso, tiene una explicación, no me eres desagradable, eres divertida y me siento normal junto a ti, la verdad es que...
—¡Cuidado! - le advertí mientras lograba empujarlo hacia aún lado provocando que ambos cayeramos al suelo, de milagro habíamos esquivando el golpe de un látigo, esto parecía un poco sexual y bizarro. Por la seguridad de Itadori me coloque sobre el para mantenerlo en el suelo, yo aproveche para levantar un poco mi mirada y ver de donde provino el ataque, estaba frente a nosotros. Ahora podía verlo con claridad. No se quien demonios era pero debo de admitir que físicamente estaba en forma... ¿¡Que diablos estaba pensando?! Ese imbecil quiere matarme y yo aquí pensando en eso, lo que más me extraño es que sobre su hombro tenía lo que parecía ser un gusano gigante, debo de ser sincera, me dio algo de asco.
Sentia como poco a poco iba entrando en pánico, no podíamos seguir corriendo y en mi estado actual no podía hacer nada. No podría defenderlo. Mire a itadori quien aun estaba debajo de mi, el aunque parecía ocultarlo, estaba nervioso.
—¡Oye viejo, ¿porque me estas buscando?! - le pregunté desde lejos, ni de tonta me acercaba
—¿Viejo? ¿Acaso importa la razón? Te di dos opciones y escogiste la difícil - el tono que usaba para hablar me estaba distrayendo demasiado, ¿quien en el mundo tiene una voz tan gruesa y profunda a la hora de matar?
—¡Claro importa la razón! ¡Por la edad que tienes tu y la que tengo yo, podría ser hasta tu hija! - traté de darle una excusa para que no lo hiciera, pero por alguna razón esto le causó gracia
—Eso ni siquiera es posible - nuevamente dio una pequeña carcajada
—¿Como estas tan seguro? - le preguntaba mientras que lentamente iba levantando a itadori para volver a correr
—Por qué yo no tengo hijos - en cuanto termino de hablar vi claramente como de ese gusano que tenía en su hombro sacaba una espada con una forma extraña, además de que era muy pequeña. Tenía que ser una maldita broma, sabía que esa arma la reconocía, lo sentía por todo mi cuerpo. Sabía que podía hacer. —Solo por que tengas la apariencia de una niña no me contendre, se quien eres y lo que haces, así que no tengo que tomarme lo a la ligera, ¿"hija"?
Pov. Itadori
En cuanto logre levantar mi cuerpo vi como claramente ese hombre que nos acechaba se lanzaba a nuestra posición, lo siguiente que vi fue una gran cortina de tierra seguido a un fuerte golpe, lo único que pude hacer fue cerrar con fuerza mis ojos y tensar todo mi cuerpo. Solo unos segundos después sentía la brisa del aire pegar en mi cuello, estaba sujetando con fuerza a alguien, ¿pero a quien? Cuando levante mi mirada note que era Nagisa de quien me sujetaba, ella me sostenía con ambos brazos, estaba corriendo.
Cuando trate de apartar mi cuerpo del de ella, rápidamente puso su mano en mi cabeza para pegarla a su pecho. Sentir su calor me hizo sentir seguro así que solo me limite a sostenerme de ella agarrando su ropa lo mas fuerte que podía.Podia escuchar como los árboles se rompían a nuestro alrededor, se trataba del hombre quien no dejaba de atacarnos, nagisa al tenerme en sus brazos solo se limitó a esquivarlos.
Despues de un largo camino sentí como ella frenaba de golpe, y extrañado nuevamente levante mi mirada solo para toparnos en el mismo lugar, habíamos regresado al inicio. Al mirarla pude ver en su rostro un poco de desesperación, estaba nerviosa al notar que no había salida. ¿Que podría hacer? ¿Como le digo que todo estará bien?
Sin pensarlo mucho deje de sujetarla para así poner mis manos sobre sus mejillas, y aprovechando que ella me sostenía muy cerca de su pecho aproveche para estirarme un poco y darle un pequeño beso en su mejilla, rozando casi con sus labios.
Esto hizo que su semblante cambiará a una más relajada, y podía notar que estaba algo sonrojada, ¡había funcionado!
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Reina De Las Maldiciones |Jujutsu Kaisen|
FanficSe sabía de la existencia de 20 dedos pertenecientes al Rey de las Maldiciones, Ryomen Sukuna. Pero en antiguas leyendas, Sukuna compartía su trono con otro espíritu maldito. Y si bien su relación no era del todo buena, se toleraban y hasta cierto p...