𝓑𝓾𝓮𝓷𝓸... 𝓢𝓾𝓹𝓸𝓷𝓰𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼 𝓮𝓵 𝓪𝓭𝓲ó𝓼?

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Tras despedirse de Flame, este volvió con BigBug y los demás siguieron el camino. Se hacía tarde y había que dormir, pero en ello pasaban cientos de Butterfrees a la luz de la luna. Todo era majestuoso.

-Es... hermoso... -Inconscientemente, Plantix tomó a Emolga de la mano.
-Totalmente... -Emolga se quedaba encandilada a la fuerte luz lunar.
-Par de tórtolos, quieren avanzar? -Preguntó Milky.

De pronto, Emolga y Plantix se dieron cuenta de su situación y se alejaron el uno del otro, un poco azorados. No muy lejos de allí, Plantix decidió instalar las tiendas de campaña para dormir de una vez. Pero Emolga no estaba cómoda, que digamos...

-(Brrr... hace mucho frío... entiendo que estoy aquí porque quiero y todo... pero el frío es insoportable... No quiero migrar al sur, no ahora...) -Pensaba Emolga - (No quiero dejar a Plantix, pero creo que emigrar sería lo más inteligente... PERO QUÉ TE PASA, EMMA?! No vas a dejar a Plantix a su suerte así nada más... Pero hace frío...)

Emolga, también llamada Emma, empezaba a temblar de frío, ya que su especie migraba a mejores climas en invierno, precisamente porque sus cuerpos no estaban hechos para aguantar frío.

Miró a Plantix dormido, y reprimiendo una lágrima salió de la tienda.

-L-lo lamento... -Susurró para dejar la tienda atrás.

Emma dio unos pasos al frente, miró la luna y lloró un poco.

-Jamás olvidaré el tiempo que pasamos juntos... y prometo que algún día volveré, pero... no puedo asegurar que sea pronto... -Dijo Emma secándose las lágrimas.
-Emolga? Porqué estás llorando? -Plantix salió de la tienda al escuchar el llanto de Emma
-Y-yo... tengo que emigrar. Quiero con todo mi corazón quedarme aquí, pero no puedo... simplemente no... moriría congelada... -Dijo Emma, melancólica.
-Lo entiendo... pero antes de que te vayas... quiero decirte que me gustas. Mucho. Y si nunca nos volviésemos a ver... recuerda que siempre te recordaré con cariño. -Plantix también empezaba a llorar.
-Ya, ya... tranquilo. Sé que duele. Sé que es duro. Pero no has llegado tan lejos rindiéndote, no? -Dijo Emma
-N-no... pero a qué te refieres? -Preguntó Plantix
-Je, sé que tienes un entrenador, una vida más allá. Alguien que confía en tí y quieres proteger a toda costa. -Dijo Emma
-T-tú... tienes razón. Tengo una familia... y no importa si tengo que recorrer medio mundo para volver con XPea... esperaré regresar y ser recibido con los brazos abiertos. -Dijo Plantix
-Tienes mucho que recorrer. Sé que lo harás genial, pero nunca olvides quién eres. -Dijo Emma
-P-pero... ni siquiera sé de dónde vengo... -Dijo Plantix, pensativo.
-Sé que duele partir... pero no mires atrás; más bien sigue adelante. Hazlo por XPea, y por más que avances... nunca olvides que tienes un lugar en el corazón de Emma. -Dijo ella
-Emma? Así te llamas? -Preguntó Plantix
-Sip. Y ahora... anda, XPea debe estar preocupado por tí. Adiós. -Dijo Emma, y se fue volando hacia el horizonte.

Plantix miró la escena, un poco adolorido.

Ahora Emma se ha ido. No sé cuál rumbo tomar, pero si nunca llego con XPea... habré perdido a mi mejor amiga, creo? No lo sé, y tampoco sé lo que va a pasar a continuación. Lo que sí sé... es que entiendo mejor a lo que se refería Lunala. Buscarse a sí mismo requiere dedicación y empeño, y no es juego de niños. Después de todo, quien no conoce su historia nunca sabrá quién es en realidad. Y con el destino no se puede hacer nada, más que escribirlo uno mismo. Aquí es donde me doy cuenta. Hasta ahora sólo me he fijado en lo malo que ha tenido este viaje, y eso me ha impedido enfocarme en mi tarea: descubrir quién soy... y este será el primer paso en mi leyenda, mi legado. El héroe no nace... Se hace. Y se hace con historia, esfuerzo, sacrificio... quien no sabe quién es no puede ser leyenda.

Plantix hizo una reflexión, y se dio cuenta de algo importante. Había tomado una decisión: A partir de ahora, dejaría de lado lo negativo para valorar a los amigos que lo habían impulsado a llegar lejos, porque al fin y al cabo, quién estaría con él en los momentos más difíciles?

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