ORIGINS

Noche de problemas

Tras huir de la cabaña, Plantix se dio cuenta de que se había asustado mucho, ya que el fulgor de sus hojas hidratadas se había desvanecido. Se encontraba ahora a oscuras bajo la lluvia en medio de la selva. No podía ver nada. Estaba asustado y con algo de frío.

Se aseguró de no soltar la flor y el agua mágica. Escuchó como una dulce voz llamaba su nombre a la distancia.

-Plantix? Plaaantix? Dónde estás? -Preguntó la cálida voz de Bri.
-Aquí estoy! -Contestó - Ya voy para allá.

Se encontró con la leoncita marina y se aseguró de darle un buen abrazo.

-Por Arceus divino, me tenías preocupadísima! -Dijo ella - Volvimos de rescatar el huevo y no te vimos por ningún lado, pensamos que te habían secuestrado o algo!
-Tranquila, estoy bien. Ya puedes dejar de apachurrarme. -Dijo sintiendo toda la presión de las fuertes aletas rodeando su cuerpo de guijarro.
-Oh, perdona, jeje. -Lo soltó ella. - Volvamos al campamento, vale? Todos te están esperando.
-De acuerdo. -Dijo él para seguir adelante.

Una vez en el campamento, todos se le abalanzaron encima felices pero en un mar de lágrimas.

-Joder, tío, creí que estabas muerto! -Sonrió Dew
-Pensaba que no volvería a verte. Me alegra que estés de vuelta. -Dijo Ollie sin despelucarse mucho.
-Qué bien que hayas regresado! -Aplaudió Ivy.

Plantix miró cuánto lo querían sus amigos, y una vez más, sintió que por fin pertenecía a algún lugar. Pero luego recordó que debía volver con XPea costase lo que costase. Y entonces ideó un plan. Hizo malvaviscos para todos mientras idealizaba lo que estaba a punto de realizar.

-Hey, ahora que lo pienso... dónde voy a dormir? -Preguntó Plantix
-Es verdad, duerme conmigo! -Dijo Dew
-Hagámosl~ -Fue interrumpido Plantix
-No no no, nada de eso. Dije que tomaría cuidados de este Oddish y lo haré. -Dijo Bri, amable.

Las expresiones de Plantix y Dew cambiaron rápidamente. De estar felices, Plantix pasó a estar sonrojado y delirando, mientras que Dew frunció el ceño por la ira y los celos.

-De acuerdo, buenas noches. -Dijeron Ollie e Ivy para irse a sus tiendas de campaña.

Dew hizo lo propio, pero sin mediar palabra. Bri se fue a la suya a esperar a Plantix. Este último roció un poco del líquido mágico en sus hojas y las hizo brillar. Luego entró también a la tienda de campaña.

-Bueno... no es mucho, pero espero que esto te ayude a recuperarte. -Dijo Bri entregándole un cartón de Leche Mu-mu.
-Hey, gracias! Me encanta esta. -Dijo para bebérsela con tranquilidad.

Pasaron unos instantes de silencio.

-Hueles... extrañamente bien. -Dijo Bri - Es natural?
-Creo que no. Te gusta? -Preguntó el hierbajo.
-Me encanta... Baya tamate, pokóchos y sal marina. -Dijo ella cerrando los ojos. - Y me agrada la cálida luz que emana de tus hojitas, se ve divertida, jeje.
-Es lindo, no? Resulta especialmente útil en la oscuirdad... cuando nadie te puede ver... y te sientes sólo... hasta que llega alguien a iluminar tus días... -Fantaseó Plantix
-Disculpa? Porqué estás tan rojo? Te dio calentura? -Dijo ella
-E-e-esto, no! Digo sí! Digo tal vez! Emmm... -Balbuceó Plantix
-Buf, te está afectando la capacidad cognitiva, esto es grave. -Dijo Bri, inocente.
-Etto, sí, eso creo... -Dijo él, calmándose un poco
-Espérame un momento. -Dijo ella saliendo de la tienda con un pañito.

Volvió al rato con el mismo pañito todo húmedo y empapado con agua fría. Se lo aplicó en la frente, y lo acomodó en la esquina de la tienda de campaña, donde tenía una visión perfecta de la Brionne. Esto sólo aumentó el sonrojo del joven espadachín.

-Se está poniendo peor! Hay que hacer algo rápido! -Se desesperó ella. - No le digas a Dew que hice esto, vale?

Llenó su cuerpo de agua fría y hielo para enfriarlo y luego enrolló a Plantix. El pobre estaba más rojo que una baya tamate. Decidió extender sus viñas para abrazar a Bri y mantenerla lo más cerca posible a su cuerpo. Sentía su suave piel fría. Estaba tan rojo que parecía una LED.