Tiempos oscuros

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El tiempo era perfecto. No había ni una nube y una brisa agradable soplaba. Las mariposas volaban y las flores floreaban después de un largo invierno. Y todos parecían divertirse bajo el clima primaveral y las rosas florecientes. Todos menos uno. Todos menos Plantix, quien no dejaba de pensar en la profecía de Lunala. Quien una vez fue un guerrero implacable con un entusiasmo y energía hasta irritantes, se hallaba ahora sentado en la habitación, sombrío, amargado y sin esperanza. Sus pensamientos corrían todos en el mismo sentido: averiguar lo que debía hacer para sobrevivir. Incluso XPea, quien había conseguido su cuarta medalla, la medalla ciénaga de Mananti, no lo había logrado gracias a él, porque luchaba con desgano, asustado de sus nuevos poderes y su destino. Había resuelto su problema, había vuelto con XPea. Y aún así, a qué costo?

Estaba sólo con esta dificultad. Y no parecía que fuese a acabar pronto.

Una noche, tuvo un sueño particular. Estaba sentado bajo un viejo árbol en el Valle de los Sueños. Pero algo estaba descolocado. La oscuridad lo consumía de a poco, y cada vez se sentía más oscuro. En su miseria, decidió cerrar los ojos y echarse a llorar. Después de todo, nadie lo veía en el Valle de los Sueños... verdad?

Lo sacó de su ensimismamiento una bofetada. Provenía de parte de otro Gloom. Tenía una cicatriz en el ojo, una bandana morada en la frente y una armadura negra y roja, además de una espada tintada con la sangre de sus víctimas.

- Q-quién eres? - Preguntó el guerrero lunar enjugándose las lágrimas.
- Cobarde... Eres capaz de deshacerte de mí y luego pretender que no existo?! - Gritó el sangriento oponente. - Soy tú... Pero tu peor forma. Tu sed de sangre. Tu indiferencia y tu egoísmo. Soy... BloodHound.
- De dónde te conozco? Eres una amenaza real? - Preguntó Plantix
- Intentaste deshacerte de mí en el desierto Zeco, cuando era tan solo una gota de angustia y depresión. Pero desafortunadamente para Zygarde, su hechizo no me desvaneció de tu mente... tan sólo me SACÓ de ella y me dió mi propio cuerpo para poder vengarme de aquellos que me quisieron muerto. - Dijo BloodHound.
- Pero... entonces, ahora que eres libre, qué quieres? - Preguntó Plantix, desconcertado.
- Es simple... Quiero vengarme de tí por lo que me has hecho pasar... tienes idea de lo duro que es que tu propio anfitrión se deshaga de tí, porque no le resultas útil? - Dijo BloodHound, con sus ojos oscuros clavados en Plantix - Pudimos ser increíbles aliados, pero ahora es muy tarde para eso. Me vengaré de tí por haberme hecho esto... porque al fin y al cabo, de ayuda o no, sigo siendo una emoción, y me frustra que por tu capricho y falta de control me hagas ver como poco válido.

Plantix tragó saliva. Pero se las arregló para volver con otro argumento.

- Si eres tan solo una emoción... porqué me lo pones tan difícil? - Preguntó Plantix
- Je... No sabes lo que es la verdadera evolución, o no? Todos cumplimos un propósito. Tú. Yo. Todo ser vivo y característica, cumple un rol en este ecosistema. Y siendo que solo me preocupo por tu bienestar, no es culpa mía el causarte problemas. Y ser rechazado en tales condiciones... Solo me hace pensar que "el señor perfecto" prefiere eliminarme que dejarme ayudarle.

Plantix guardó silencio.

- Es una historia trágica y a la vez cliché para un villano. - Se burló.
- C-crees que es de risa?! - Gritó BloodHound - Creo que ha sido suficiente. Te he tolerado demasiado. Me encargaré de que nunca vuelvas a ser feliz.
- He peleado contra muchos villanos antes. No veo cuál sea la diferencia ahora. - Dijo Plantix.
- Entonces, he de demostrarte mi poderío. Aquí y ahora!!! - Exclamó Bloodhound

Ambos espadachines alzaron sus armas y las hicieron chocar varias veces. Plantix intentaba asestar los golpes, pero parecía que BloodHound sabía exactamente lo que iba a hacer y cómo contrarrestarlo, ante lo cual Plantix se quedó atónito. No había tajo que asestara, aunque Bloodhound tampoco tenía mucho éxito.

- No lo entiendes, Plantix? Soy tú. Conozco cada una de tus maniobras y cómo anularlas. - Dijo Bloodhound.
- Pero qué? - Dijo Plantix, perplejo, antes de recibir una bofetada, lo cual le hizo enfocarse en el combate nuevamente.

Plantix hizo girar su espada, lo cual desvió la de su oponente y le permitió atacar, lo cual hizo al instante, pero no dejó ni un rasguño en la armadura de obsidiana y titanio de su oponente. Este, a su vez, giró en su propio eje, propinando un rápido tajo y una patada a Plantix, quien salió volando. Por suerte, se encaramó a la cima de un árbol y lanzó su espada como un proyectil a Bloodhound, quien, tomado por sorpresa, recibió una profunda herida.

Sin embargo, aún no era hora de cantar victoria. Aquel daño no eliminó a Bloodhound, pero sí aumentó su furia, y aprovechando la gravedad, lanzó su espada y la de Plantix hacia él, haciendo que rebotaran y cayeran al suelo, empezando otra vez el ciclo.

Plantix intentaba mantenerse en pie, pero resultaba casi imposible. Entonces realizó una maniobra arriesgada: agarró su espada por el filo y la recuperó. Utilizó su arma para devolver la siguiente espada a su enemigo, quien esquivó el ataque. Plantix bajó y se encontraba de nuevo cara a cara contra Bloodhound. La batalla parecía no tener fin, tanto Plantix como Bloodhound recibían y lanzaban tajos, pero era evidente que no iban a llegar a ningún lado si seguían en eso. Fue entonces cuando Plantix decidió tomar una decisión arriesgada.

- En nombre de la luna y todos aquellos que creen en su supremacía!! - Gritó Plantix - Invoco el poder antiguo para que me ayude en esta dura batalla! Láser Lunar!!

Un hilo argénteo se materializó entre Plantix y Bloodhound, el cual al brillar la luna sobre ellos, se expandió y convirtió en un poderosísimo ataque que envió al atacante varios metros más allá. Las heridas fueron considerablemente graves, pero Bloodhound no daba tregua. Se lanzó de nuevo, pero al estar más débil falló el tajo.

- Hojarasca! - Dijo Bloodhound, y cientas de hojas afiladas como cuchillos se dispersaron hacia Plantix.

Valiéndose de su agilidad, intentó esquivar su propia maniobra usada en su contra saltando de pequeña hoja en pequeña hoja, además de desviar algunas con su fiable espada. Llegando al final, saltó hacia Bloodhound, espada en mano, e hizo un tajo en picado que dañó gravemente a Bloodhound. Este, ya fuera de sus casillas, recurrió a su último recurso.

- Láser Lunar! - Gritó Bloodhound.

Bloodhound no era digno de poseer aquel poder, pero su ira y determinación, sumado a que era en esencia Plantix, le permitieron llevar a cabo la maniobra. Con un destello, Plantix fue enviado contra el ataque, dejándolo fuera de combate.

- Gah... - Se quejó Plantix - Ya no... doy para más... Aunque quisiera...
- Este es el poder al que te enfrentas. - Dijo Bloodhound, parándose sobre él y alzando su espada al cielo. - Podría acabar contigo aquí y ahora... pero creo que sería demasiado injusto de mi parte. Cuando nos veamos de nuevo, no tendré piedad.

La visión de Plantix se oscurecía mientras no podía hacer más que escuchar la siniestra risa de Bloodhound desvanecerse en la distancia.

Plantix despertó sobresaltado entre los brazos de XPea. Todo aquello había sido en serio o solo había sido un mal sueño? Le gustaba la segunda opción, pero se sentía herido como si de verdad hubiera pasado. Además, ocurrió en el valle de los sueños, el cual sabía que tenía alguna propiedad mística. La preocupación invadía su ser, pero decidió que de momento se limitaría a abrazar a XPea y volver a dormir tranquilo, mientras aún pudiese hacerlo.

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