Nuestra Historia (Irasue y Inu no taisho)

Depende de ti

Los cálidos rayos del sol ingresaron por la ventana de Irasue que con gran disgusto se levantó, un instinto le dijo que algo no andaba bien, su sirvienta de confianza entró mostrando una gran sonrisa.

—Buenos días princesa, vengo a alistarla para la ceremonia.

—Entonces no te quedes ahí parada y prepara mi baño, por cierto Moji, ¿cuáles son las actividades para hoy?.

—Su abuelo dijo que llegarían pretendientes para conmemorar su cumpleaños —utilizó sus poderes para calentar el agua al agrado de Irasue—. Ya puede ingresar.

Ese viejo insolente sigue con la tontería de hacer una celebración por mi cumpleaños con la excusa de buscar cerrar una alianza.

¡Es un tonto si cree que me casaré con alguno de esos insignificantes!

¡Ninguno es digno de estar conmigo!

Si tan sólo pudiese decirle con libertad todos sus pensamientos a su abuelo hace tiempo habría dejado el palacio.

—Dile que en seguida estaré en el salón, por ahora no necesitaré nada más, puedes retirarte y descansar.

Ella asistió y rápidamente salió para dirigirse a la habitación del Lord Kumeko, una vez ahí tocó la puerta y esperó una respuesta.

—Adelante Moji, ¿qué te dijo Irasue?

—En seguida irá al salón para recibir a sus pretendientes mi Lord.

—Excelente, espero que este año no termine espantando a los invitados, esa jovencita debe aceptar ser desposada, es primordial expandir nuestros dominios.

—Si me permite mi Lord, la princesa Irasue sabe que tiene un papel que cumplir pero no lo lleva a cabo porque no se presenta un pretendiente digno de su atención.

—Tonterías, se casará a como de lugar y asegúrate que se vea presentable.

Irasue se quedó unos minutos dentro de la bañera pensando en cuantos pretendientes logrará espantar. El agua es tan cálida que logra relajarla y quitarle todo el estrés que carga.

Sin embargo sus pensamientos no se van con el agua.

Ya me tiene cansada con la patética charla de expandir los dominios, no quiero ser desposada por el primer idiota que se crucé en mi camino.

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Luego de haber entrenado toda la noche el gran Inu no taisho se alistó  para salir en dirección al pueblo de los humanos, es un demonio bastante anormal ya que disfrutaba de la  compañía de aquellos seres.

Muchos lo denominan con un demonio que pierde el tiempo mirando humanos.

—¡Amo! ¡Amo! —saltó a su cuello para succionar su sangre pero fue aplastado por Toga.

—¿Qué haces aquí Myoga?

—¡Ay! espere un momentito que la cabeza me da vueltas —se levantó  rápidamente para arreglar sus prendas—. Quiero saber si es verdad que se dirige al pueblo de la princesa Izayoi.

—Así es Myoga, ella pidió hablar conmigo. ¿A que se debe tu pregunta?

—Sólo tengo un poco de curiosidad amo.

Luego de algunos minutos de vuelo llegaron a un bosque cercano a la aldea y ahí estaba la joven, sentada debajo de un árbol de cerezo, al verlo descender su rostro se iluminó.

A paso firme se acercó donde ella para sentarse a su lado, Izayoi llevaba unas prendas bastantes delgadas pero finas de color rojo.

—Hola Izayoi, espero que no hayas esperado mucho.