Increíbles habilidades

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A la mañana siguiente todos se dirigieron a la colina de cerezos con canastas llenas de alimento, se encontraban nerviosos ya que  siempre habían querido conocer dicho lugar.

Decidieron colocar una manta debajo de un árbol pues es un día muy soleado, acomodaron la comida en diferentes platos.

—Este lugar es muy hermoso —Nara miró maravilla a Saya.

¿Porqué no podían visitarlo?

Es sólo de Toga, le gusta estar sólo y tener un propio espacio donde nadie lo moleste —aclaró Yoshi—. Al centro de la colina no hay árboles pero todo el suelo está lleno de pétalos.

Si se supone que nunca viste el lugar cómo sabes que no hay árboles al centro.

—El día que Renzo me enseñó a volar en ave vi de lejos este lugar —dijo con nerviosismo el pelinegro.

Cómo olvidar ese día, Yoshi no pudo controlar el ave y cayó en el lago del jardín.

—El día está magnífico, ¿comenzamos a comer? —los presentes asintieron ante la propuesta hecha por Toga.

Todos estaban disfrutando de tan bello día, entre risas y pequeñas discusiones compartían felices y sobre todo disfrutaban de la vista, Irasue ocultó su nerviosismo poniendo una cara totalmente seria que asustó a Yoshi y Renzo. Una vez que se acostumbraron a verla seria continuaron su charla, Toga no había pasado por desapercibido aquella acción pero sabía que no debe preocuparse.

Querido, necesito hablar contigo.

La mente de Toga comenzó a máquinar con sólo esa sencilla pero a la vez peligrosa frase.

¿Escuché bien?

Si, dijo querido ¡¡Querido!!

Ay no, seguro que hice algo malo

Ehh, sí claro vamos.

Estaba un tanto preocupado pues ese "necesito hablar contigo" le traía mala espina porque según escuchó decir a;  "cuando una mujer dice que tiene algo que hablar contigo es mejor que corras"

Negó con su cabeza sacando todas las ideas negativas, tomó la mano de Irasue y caminaron hasta estar un poco lejos de los demás.

Lentamente ella se dio la vuelta quedando frente a él quien tenía una cara de pánico y preocupación pues se esperaba lo peor.

¿Qué tienes?, arece que hubieras visto un fantasma.

Bueno no, pero... so-solo dime de que quieres hablar, si hice algo malo te juro que no lo volveré a hacer.

—Vamos tranquilo —se acercó más a él —Dame tu mano.

¿Eh?, para qué o que —ella tomó con rapidez su mano derecha.

Apenas hoy en la mañana pude sentirlo —colocó la mano de él en su vientre—. Concéntrate en sentir.

El asintió mientras cerraba sus ojos con lentitud y trataba de sentir, hasta que al fin sintió una pequeña esencia casi innotable que había dentro de Irasue, sonrió como nunca antes lo había hecho pues sabía perfectamente lo que significaba esa pequeña esencia, con un movimiento de sus dedos hizo que las ramas de los árboles se moviera y comenzarán a caer varios pétalos, la cargó en sus brazos y comenzó a dar vueltas haciendo un momento totalmente maravilloso.

Depositó varios besos en el rostro de su esposa, sus risas inundaron el lugar dando vida a su entorno, con cuidado la dejó en el suelo.

—¿Cuánto tiempo llevas?, ¿por qué no pude sentirlo antes?

Nuestra Historia (Irasue y Inu no taisho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora