Cuídalo bien

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Una semana transcurrió desde la visita de Rumo, el embarazo de Irasue aún no era percibido por los demás a excepción de Toga, Nara por su parte ya llevaba cuatro meses en cinta por lo que dejó de entrenar junto a las arqueras por recomendación de las demonesas, Saya siguió disfrutando de los días con su esposo aunque en ocasiones Yoshi los molestaba diciendo que cuándo tendrían un bebé.

Todos se reunieron en el jardín pues Renzo sugirió almorzar afuera para cambiar el ambiente, como siempre Irasue se sentó bajo el árbol de Magnolia disfrutando la suave brisa, a lo lejos escuchaba los cantos de algunos gorriones.

—Cantan muy bonito ¿Verdad?

—Si, últimamente siento la necesidad de estar al aire libre y tan solo disfrutar los sonidos provenientes de la naturaleza.

Ella disfruta estar en su habitación leyendo o practicando sus habilidades, hace sólo tres días algo en su mente le demandaba salir al aire libre

¿Qué le sucedía?

Tal vez sea el embarazo o un nuevo pasatiempo, Toga pasó los últimos días en su despacho para terminar todo su trabajo y así estar todo el tiempo posible con Irasue, desea con todo su corazón estar presente en una etapa única.

Los comandantes colocaron otra manta debajo del árbol de Magnolia para acompañarlos, Saya volvió con dos canastas llenas de comida aptas para el consumo de mujeres gestantes, con la ayuda de Renzo comenzaron a servir el almuerzo.

—Dime qué hechizo le tiraste a Renzo pues él nunca sería capaz de servir los alimentos.

—Nara, por lo menos yo ayudo y no ando de floja —espetó Renzo, sintió lástima por Yoshi al tener que aguantarla.

—Óyeme alimaña desalineada, yo sí ayudo pero Yoshi no me deja hacer nada.

Podrían dejar de pelear solo por hoy —Toga masajeó sus cienes—. Saya pásame un poco jugo de durazno.

—Ay pero que carácter, ¿te levantaste con el pie izquierdo?. Últimamente has estado de muy mal ánimo.

—Tiene razón, deferias estar felif  —hablo mientras comía, esto molestó a Saya que le lanzó una mala mirada a la vez que le servía jugo a su señor.

Yoshi primero debes termina de comer y luego te unes a la conversación.

—¿Durante las primeras semanas de cinta sentiste algo diferente o tomaste algunos pasatiempos nuevos? —preguntó Irasue ganando la atención de Nara que se encogió de hombros.

—La verdad no, pero los dolores de cabeza son frecuentes, también mi apetito se triplicó.

Irasue que pensando en las últimas actitudes que ella y Toga habían tomado, desde la visita de Rumo hubo algunas anomalías con respecto al carácter

¿Por cuánto tiempo duraría esto?

Ahora lleva una vida dentro de ella y serían responsables de cuidarlo de cualquier peligro.

Él tomó su mano logrando darle apoyo

—Estamos juntos en esto, no dejaré que nada malo les pase a ti ni al bebé.

—Oye Renzo —llamó Yoshi, el castaño levantó la mirada—. ¿Para cuándo el hijo?

—Deja de molestar, Saya pásame un poco de jugo de ciruelo.

—¿Tus ganas de beber alcohol se fueron?. ¿Saya cómo lo aguantas?

—Es una caja de sorpresas, hace cinco días que no probó alcohol, poco a poco se está acostumbrado pero no hace daño beber de vez en cuando.

Nuestra Historia (Irasue y Inu no taisho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora