Los regalos

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Toga se despertó muy temprano pues tenía que hacer algunos pendientes antes de comenzar su entrenamiento.
Cuatro años pasaron desde que su hijo llegó a sus vidas, lo amaban con todo su ser, dormía en la misma habitación que ellos a diferencia de que tenía su propio futón, sigue siendo un niño muy callado y tranquilo aunque Hiroshi logra sacarlo de sus casillas, los mellizos también son un dolor de cabeza más aún cuando juegan todos juntos.

Por ser el cumpleaños de su hijo Toga decidió regalarle algo que lo acompañará por el resto de su vida.
Fue al palacio de la bestia Mogro pues a el le encargó conseguir el obsequio.

Toga: ¿Lo conseguiste?

Bestia Mogro: Hmm.....bueno tu pedido fue algo difícil, cabe decir que quedan pocos *llegaron a una habitación*

Toga: Lo sé y por eso planeo reubicarlos en un nuevo lugar pero ya hablaremos de eso.

Bestia Mogro: Nos mantendremos en contacto para buscarles un nuevo lugar *señaló una caja con varios agujeros* ahí está lo que pediste.

Toga: Espero que sea de su agrado *levantó la caja* gracias por tu ayuda.

Bestia Mogro: Todo por ti mi buen amigo pero debes tarde prisa o Irasue se enojará por tu retraso.

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Faltaba poco para que sea la hora del almuerzo, Sesshomaru estaba siendo cambiado con ayuda de su madre, lo peinó y perfumó con su fragancia de gardenias.

Los comandantes también alistaron a sus hijos pues no todos los días se celebra un banquete en honor al cumpleaños del príncipe del Oeste, Irasue tomó la mano de su hijo; salieron de la habitación, mientras bajaban las escaleras ella pensaba en cuanto más tardaría Toga ya que si llegaba tarde definitivamente ella junto con Sesshomaru se enojarian bastante.

El cielo estaba nublado pero aún hacía calor por lo que decidieron hacer el banquete cerca de la cascada.

Nara: Cariño será mejor que bajes con Hiroshi antes de que ensucie su ropa *miro al árbol donde ellos estaban*

Yoshi: Su ropa es negra como la mía así que si se mancha o algo no se notará ¿verdad hijo?

Hiroshi: Mamá eres muy enojona *rodeó los ojos* mi abuela es más alele.

Nara: *frunció el ceño* ¿Ah si? Bien entonces alistare tus cosas para que vayas a vivir con ella, pero recuerda que allá no puedes comer a cada rato, además es Alegre o alele.

El niño lo pensó por algunos minutos hasta que le hizo una señal a su padre para que lo baje, con el ceño fruncido se acercó a su madre que tenía sus manos en sus caderas con una expresión de victoria pues sabía que Hiroshi aunque amará a su abuela no le gustaba la poca comida que le daban.

Renzo: Vaya forma de manipular a un niño ¡Los traumas que tendrá algún día!

Hiroshi: Tío Renzo *corrió hacía el*

Renzo: No entiendo como aguantas a tu madre *lo cargó* ¿Porqué te cortaste el cabello?

Hiroshi: Es que si lo tengo largo me parezco mucho mamá.

Saya: Te pareces más a Yoshi, tienes sus ojos hasta la forma de su rostro pero lo único diferente es el color de tu pelo que es de un morado oscuro.

Renzo: Digamos que no le gusta ser como su madre *lo bajó* en fin,que cosas le hará Nara.

Un escalofrío recorrió sus espaldas alertandoles sobre una presencia demoníaca que se encontraba muy molesta, votearon en dirección donde venía aquella aura y se toparon con unos ojos ámbar que los miraban atentamente.

Nuestra Historia (Irasue y Inu no taisho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora