Sentimientos de alfa

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(Atsumu)

No puedo creer que Motoya-kun me jugará una broma tan cruel... y Omi-kun ni siquiera se disculpo conmigo, lo hizo con Tobio-kun...

No se supone que esto debería afectarme, yo tengo a Kita-san... quien decidió pasar su celo con Kou-kun, en lugar... de conmigo...

Kita-san... ¿Será que Samu y yo ya no le importamos? Aunque... Samu ahora esta ayudando a Tobio-kun, y hasta lo ha estado marcando como si fuese su omega... ¿regresara con Kita-san? ¿O se quedará con Tobio-kun? ...Y yo... ¿qué voy a hacer?

- ¡Tsumu! ¡Tráeme una botella de agua! -Escuche el grito de mi hermano.

- ¡Ve tu por ella! -Le conteste.

- ¡No puedo! ¡Estoy... algo ocupado! -Vino su respuesta.

Suspirando, salí de mi cama y fui hasta la planta baja. Busqué su dichosa botella de agua, y volví a subir las escaleras. Samu se está quedando en la habitación de Tobio-kun...

Toqué la puerta, por las dudas. Lev-kun ya me contó sobre la vez que Kenma-kun entró en celo, y sin querer, Tetsu-kun lo llevó a la habitación de Kou-kun, y él los descubrió. No imaginas que tan agresivo puede ser un omega, hasta que te noquea con una lampara en pleno celo.

-Adelante. -La voz de mi hermano me sacó de la imagen de Kenma-kun con una lampara.

Entre a la habitación, y lo primero que sentí, fue los fuertes aroma a ceniza de mi hermano, y a jazmines de Tobio-kun.

- ¿No podías correrlo y levantarte? -Cuestione con fastidió.

Mi hermano estaba acostado en medio del nido de Tobio-kun, con él apoyado contra su pecho, y sus manos en su cintura.

- ¿No crees que ya lo intenté? -Samu me miro con cansancio. -Gimotea y me abraza más fuerte cada vez que lo intento. –

Iba a decirle algo, pero Tobio-kun se movió un poco, y ambos nos quedamos callados, para luego, paralizarnos al escucharlo gimotear.

-Shh... shh... está bien. -Samu le susurro, mientras acariciaba su flequillo con su mano.

Tobio-kun se calmó de inmediato, y siguió durmiendo.

-Creo que mejor te dejo. -Murmuré, y salí lo más silencioso que pude, de la habitación.

No estoy seguro de por qué, pero al cerrar la puerta, mire hacia la cama. Samu... estaba mirando a Tobio-kun de la misma forma que solía mirar a Kita-san... como si fuese lo más importante del mundo, y la cosa más hermosa que haya visto...

Sin poder quitarme esa imagen de la cabeza, me vestí y desayuné. Llegue temprano al gimnasio, para el entrenamiento matutino. Con todo el lugar para mí solo, me dispuse a practicar saques.

Estaba tan metido en mis pensamientos, que no escuche cuando alguien entró. Ni mucho menos cuando se me acercó, hasta que me toco el hombro.

- ¡AH! -Admito que mis gritos de terror no son muy masculinos...

-Wou. Me pregunto que te habrá dicho mi primo para que grites solo con verme. -La voz de Omi-kun no demostraba sorpresa en lo absoluto.

- ¡Omi-kun, no me asustes así! -Replique, sin hacerle caso.

-No intentaba asustarte. Solo quería avisarte que también estoy en el gimnasio. -Se encogió de hombros. -Parecías pensativo. –

-No es nada. -Masculle. - ¿Quieres que lance para ti? –

-Luego. -Me respondió. - ¿Cómo está Kageyama? Motoya me dijo que entró en celo. –

-Samu se esta encargando de él. -Suspire.

Intercambio de parejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora