Socorriendo a Akaashi

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(Iwaizumi)

De acuerdo, es un mal momento para no tener una caja de supresores para llevarle a Akaashi, y que ninguno de nuestros amigos omegas pueda ir... No es que pueda culpar a Kenma, Kageyama, Yaku y Kita, considerando que, Bokuto es quien tiene auto, y la casa de Kita queda lejísimo de la de Akaashi. Kenma está trabajando, y Kageyama y Yaku no pueden salir de su entrenamiento.

Muy bien, es hora de hacer, lo que todo omega hace cuando hay una emergencia...

- ¡MATTSUN! ¡LEVANTATE! ¡NECESITO QUE ME LLEVES A UNA FARMACIA Y DESPUÉS A LA CASA DE AKAASHI! -Nada como gritarle a tu alfa...

- ¡¿QUÉ SOY AHORA?! ¡¿TU CHOFER PERSONAL?! -Me llegó su respuesta desde la otra habitación.

- ¡SÍ! ¡ES UNA EMERGENCIA Y SI QUERES, EN EL CAMINO TE COMPRO UNA GORRA DE CHOFER! -Obviamente, voy a hacer que se levante, así lo tenga que arrastrar de la casa.

- ¡TE DOY LAS LLAVES DEL AUTO Y VAS VOS! ¡¿Y QUÉ EMERGENCIA TIENE AKAASHI A LAS 9 DE LA MAÑANA?! -Es más insistente de lo creí.

- ¡SI YO ME LEVANTO TEMPRANO, VOS IGUAL! ¡Y SE QUEDO SIN SUPRESORES Y ENTRO EN CELO! -Oh se levanta ahora, o voy y le tiro agua en la cara.

- ¡¿ENTRO EN CELO?! ¡¿POR QUÉ NO LO DIJISTE ANTES?! ¡YA ESTOY VISTIENDOME! -Bueno, no voy a tener que echarle agua...

- ¡¿QUÉ PARTE DE "TIENE UNA EMERGENCIA" NO ENTENDISTE?! ¡¿QUÉ OTRAS EMERGENCIAS PODEMOS TENER LOS OMEGAS QUE NO SEAN SOBRE NUESTRO CELO?! -Replique a gritos, y termine de vestirme. - ¡AHORA MUEVE EL TRASERO Y LLEVAME EN EL AUTO A LA FARMACIA MÁS CERCANA! –

- ¡YA VA! -Dos minutos después, Mattsun bajo las escaleras, corriendo. -Vámonos. –

El viaje en auto hasta la farmacia fue en silencio, más que nada, porque mi querido amigo, iba un poquito más rápido de lo que está permitido. Después de que salí de la farmacia, entonces empezamos a hablar mientras conducía.

-Ahora que lo estoy pensando, ¿por qué Akaashi no le pidió a Daichi que le compre supresores? -Y no podía no preguntar eso...

-Mattsun, para la mayoría de los omegas, el celo es un tema delicado y suele darles vergüenza hablar de ello con alfas. -Trate de explicar. -Y mucho más, pedirles que les compren supresores para su celo. –

-Pero a Makki, Kunimi y a ti, no les importa en lo absoluto hablarlo conmigo y con los demás de nuestro equipo. -Me replico y yo resople.

- ¿Qué parte de "la mayoría" no entendiste? Makki, Kunimi y yo somos una excepción, y en realidad... Kunimi también se avergonzaba al hablar de eso... hasta que conoció a Makki y toda su vergüenza voló por la ventana. -Aclare.

Pobre Kunimi, en todo nuestro ultimo año de preparatoria, Makki lo molesto hablando sobre nuestros celos para que se sonrojara, hasta terminar haciendo que su vergüenza se fuera del todo.

Llegamos enseguida al complejo de departamentos de Akaashi, y yo entre casi corriendo, dejando a Mattsun atrás.

Toque el timbre y espere. Pasaron un par de minutos, en lo que llegó Mattsun, y yo estaba comenzando a preocuparme, cuando Daichi nos abrió la puerta.

-Lo siento, me costó un poco salir del cuarto. -Se disculpo y noté enseguida su aroma.

- ¿Por qué hueles a Akaashi? ¿Qué le hiciste? -Cuestione, enojado.

Si le puso una mano a mi amigo, lo entierro vivo.

- ¿Eh? -Mattsun me miro sin comprender.

A veces, no sé si mi amigo es un alfa distraído o Makki le ha pegado tantas veces con la sartén, que le mato todas las neuronas que tenía en la cabeza...

-Mattsun, no seas idiota. Huele a manzanas, y el aroma a manzanas es el de Akaashi. ¡Presta atención! -Lo rete.

-Puedo explicarlo, y para que sepas, no hice nada. -Daichi me aclaro, levantando las manos en señal de rendición. -Fui a llevarle el desayuno, y noté que había entrado en celo. Le pregunte si necesitaba algo, pero se desplomo contra mí, y luego casi se desmayó. Lo lleve a su nido, y él me pidió que me quedara a su lado. Hace como cinco minutos que se durmió, y yo solo me quede en su cuarto, porque estaba acurrucado, aferrado a mí. –

Eso... tiene sentido... me ha pasado.

-Le traje supresores a Akaashi. -Declare. -Y creo que, por ahora, te libraste de mí, pero si me entero de que le hiciste algo... -

-Deja las amenazas, Iwaizumi. -Mattsun intervino. -Le llevó el desayuno a la cama a las nueve de la mañana. Nadie le lleva el desayuno a la cama a su omega a las nueve de la mañana. Es imposible que le haya hecho algo. –

Admito que es cierto... Daichi, es de los alfas caballerosos que ya no hay...

-Iré a ver a Akaashi. -Avise. -Mattsun, quédate aquí con Daichi. Hablen de cosas de alfas o yo que sé. –

- ¿Por qué no puedo ir contigo? -Me pregunto... debo decirle a Makki que deje de golpearlo con una sartén, lo deja más tonto de lo que debería ser.

-Porque si haces algo estúpido, te romperé la nariz de un puñetazo. -Amenace.

-Acabas de decir, exactamente lo que me dijo Kunimi, cuando tuve que ayudarlo con su celo, una vez... -Me comento. -Los omegas son muy agresivos cuando están en celo... -

No todos somos así, y en general, yo no soy así... no cuando estoy en celo. Cuando me llega mi calor, me vuelvo muy sensible y quisquilloso, hasta el punto de haber enloquecido a Yuutarou con mis cambios de humor.

-Cállate, y pídele a Daichi que te haga el desayuno. -Mascullé, y subí las escaleras.

Akaashi estaba dormido, en medio de su cama/nido, tapado con unas sabanas. Algo que, de seguro, hizo Daichi antes de irse. Enserio es de los alfas que ya no hay...

Me senté al lado de mi amigo omega, y me quedé allí, acariciando su cabello, hasta que despertó.

- ¿Iwaizumi-san? -Su voz sonó tan adormilada...

Akaashi es lindo cuando es vulnerable, parece un búho bebé que necesita ser protegido...

-Hey, te traje supresores. -Susurre, y él se sentó a mi lado.

-Gracias. -Me sonrió, y se reclino contra mí. - ¿Y Daichi-san? –

-Está abajo con Mattsun. -Conteste. - ¿No te hizo nada, verdad? –

-No, no. -Akaashi negó con la cabeza. -Él fue muy amable conmigo, me llevó hasta mi cama, y se quedo conmigo, a pesar de que no tenia que hacerlo. –

No creó que Daichi lo vea de esa forma, pero... tampoco es que piense decírselo. Cuando vuelva en sus sentidos, él mismo se dará cuenta.

-Bueno, eso es genial. -Sonreí.

-Gracias por venir... -Akaashi me abrazo, y yo le correspondí... enserio es muy lindo cuando no está serio, ni se preocupa tanto por sus acciones.

Me pase toda la mañana con él en su cuarto. Ambos bajamos para el almuerzo, y Akaashi se disculpo con Daichi por "los inconvenientes ocasionados", a pesar de que el alfa le dijo que, no había sido ningún inconveniente, y que podía recurrir a él, si necesitaba cualquier cosa.

Volví a mi departamento cerca de las cuatro de la tarde, dejando a Akaashi en su cuarto, con una sudadera de Daichi para dormir... Al parecer, el aroma de Daichi es agradable para él, y lo ayuda a descansar.

Nunca lo eh pensado, pero... creo que Akaashi y Daichi harían una linda pareja. Daichi es caballeroso, y Akaashi un gran omega... sí, harían una linda pareja. 

Intercambio de parejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora