A la mañana siguiente, Japón fue despertada por sus dos amigos espontáneamente, asustando a la cumpleañera:
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, JAPÓN!-Gritaron Italia y Alemania, a coro.
-*Un poco asustada*, wow, amigos, vinieron más temprano de lo que yo les había dicho, jeje...-Reía incómodamente la japonesa.
-In realtá ("En realidad"), tu papá nos habló y nos dejó venir a esta hora de la mañana, ¡para que te despiertes feliz!-Dijo Italia, con una voz muy dulce.
En ese momento, el emperador aparece en la habitación de la pequeña cumpleañera:
-Así es Italia..., ¡feliz cumpleaños tesorito!, *abraza fuertemente a su hija*
-¡Awww, pa!, ¡gracias por los saludos y por este amanecer tan lindo con mis amigos!
-¡Esto es solamente el comienzo, ven abajo, tenemos regalo para ti!-Dijo Alemania, agarrándole la mano a Japón.
La niña, toda despeinada y todavía dormida, bajaba las escaleras mientras los guardias la saludaban por el día de su cumpleaños, con la clásica reverencia.
Japón vio dos regalos, uno chico y uno grande:
-Abre el más chico..., ¡es algo que siempre nombraste!, de seguro te gustará...-Dijo Alemania, un poco nervioso.
Japón, al abrir la pequeña caja, observó que allí adentro había una lima para uñas. Pues le súper servía para sus garras:
-Awww, Ale, me encanta, ¡súper útil!-Dijo la menor, abrazando fuertemente a su amigo Alemán.
-Ahora le toca al más grande, ¡ÁBRELO!-Gritó el italiano con mucho entusiasmo.
Al abrirlo, se topó con un collar que tenía 3 dijes. Al abrir dichos objetos, se podía encontrar una foto de Italia, Alemania y Japón, la última en el medio.
Cálidamente, el italiano menor le colocó el collar a la cumpleañera y ambos amigos le dieron un cálido beso en ambas mejillas a la pequeña, en señal de respeto y calidez.Japón, toda sonrojada, decidió hacer un gran abrazo grupal, pero el alemán y el italiano se habían alejado:
-Warten ("Espera"), tenemos algo más para darte, ¡esto no termina!-Decía Alemania mientras sostenía algo sospechoso por atrás, en su espalda.
-Si, cierra los ojos Jap...-Dijo Italia.
Japón cerró los ojos y, al abrirlos, vio que sus dos amigos tenían un gran ramo de flores para ella. Imperio daba pequeñas carcajadas, pues le causaba gracia las caras de sonrojo de los varones:
-Son tus favoritas...-Dijo el pequeño italiano.
-¡Las elegí yo, Italia!-Dijo el amenazante Alemán, jugando.
-Ya paren de pelear, ¡las flores son hermosas!, muchas gracias Ale e Italia...-Respondió Japón, dándole un beso en el cachete a cada niño, poniéndolos aún más nerviosos.
Toda la tarde, los 3 amigos estuvieron jugando por la Casa Imperial, pasando un buen momento, pero todo lo bueno tiene que terminar.
El timbre se escuchó y, de inmediato, la portera de la Casa sale corriendo con desesperación a abrir la puerta. Eran Third Reich e Italia Fascista, iban a buscar a sus pequeños:
-Feliz cumpleaños princesa...-Dijo Third, dándole un beso en la mano a Japón.
-Muchas gracias Third Reich...-La pequeña fue interrumpida por el Alemán mayor.
-JAJAJA, no me digas así pequeña, ya tenemos confianza, ¡llámame tío Third!-Respondió el de la esvástica, guiñando el ojo.
-Feliz cumpleaños Japón, ya estás grande...; crecen muy rápido estos pequeños...-Dijo Italia Fascista, luego de saludar a la japonesa con el mismo gesto que hizo Third.
Unas quejas de escucharon por atrás de Japón, eran Alemania e Italia, no se querían ir:
-Papá, ¿porque nos tenemos que ir?-Preguntó tiernamente el italiano menor.
-Pues ya estuviste un largo rato aquí, no puedes molestar...-Dijo el rey italiano mientras le agarró la mano a su pequeño hijo.
-Pá, no me quiero ir, la estábamos pasando sehr gut ("muy bien")-Decía Alemania, mientras abrazaba la pierna de su padre.
-Pero Tiburoncín, hay que irnos, otro día verás a tus amigos..., adiós Imperio, gracias por la invitación princesa..., tschüss ("nos vemos")-Se despidió Third Reich e Italia Fascista.
Los dos japoneses quedaron solos. Inmediatamente, la gata menor se fue corriendo a un sofá para recostarse, pero su padre la interrumpió:
-Oye mi pequeña mochi..., yo tampoco me olvidé de tu regalo...-Dijo Imperio, mostrando un largo paquete.
-*Toda asombrada*, ¡wow papi!, ¡es muy largo!, de inmediato lo abriré...
Al abrir la larga y extensa envoltura, se topó con algo que la dejó en shock:
-Papá...
-*Le da un califa sonrisa a su pequeña*
-Es..., ¿UNA KATANA?-Gritó la japonesa, con muchísima alegría.
-Claro que si tesorito, una personalizada..., ¡tiene tu nombre en la espada!, ¿te gusta?-Preguntó Imperio, con una gran sonrisa en su rostro.
-Claro que me gusta, me súper encanta, encima es de color carmesí, ¡mi favorito!..., ¡MUCHAS GRACIAS PAPÁ!, ¡la cuidaré como si fuera mi vida!-Dijo cálidamente la pequeña, abrazando a su papá.
-Awww, de nada mi amor..., si quieres podemos estrenarla mañana..., aquí está mi katana, es de color marrón oscuro, ya está muy gastada, jeje...-Explicaba el mayor, mostrando su arma.
-¡Sigue siendo hermosa!
-Es importante que aprendas a utilizar algún arma, hija. Esto no tiene nada que ver con el protocolo imperial, es algo que te quiero enseñar..., ¿estás dispuesta a empezar a practicar mañana?
-Por supuesto Papi, ¡"lista" es mi segundo nombre!-Decía Japón, mostrando valentía.
-Jeje, ¡esa es mi niña!
Luego del inesperado regalo del emperador a su hija, ambos gatos se fueron a descansar, pero antes, Imperio necesitaba hacerle algo a su niña:
-Ven aquí, mi chiquita traviesa...-Decía el gato mayor, queriendo agarrar a Japón, que estaba en el suelo.
-¿Qué pasa papá?-Preguntó Japón, con una voz súper tierna mientras su papá la acomodaba entre el hueco que generaba sus brazos al juntarse.
-Quiero bañarte antes de que te vayas a dormir...
-Pero, papi...-Se quejaba la japonesa, no quería bañarse.
-Vamos Hija, lo tienes que hacer, agradece que estamos haciendo los lengüetazos de papá, sino ya te hubiera puesto en la tina...-Dijo Imperio, un poco enojado.
De vez en cuando, la pequeña gatita bostezaba, pues los baños de su padre eran muy relajantes que podían hacer dormir a cualquiera.
Cuando los lengüetazos terminaron, Imperio observó a su hija, la cual estaba inmóvil, pues se había dormido.
De inmediato, el mayor la llevó a su cuarto y la recostó, acomodándola en su cama y tapándola:-Oyasumi ("Buenas noches") hermosa mía. Descansa, eres mi mundo entero...-Le susurró el emperador, para luego cerrarle la puerta y verla a la mañana siguiente.
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La nena de papá
FanfictionImperio Japonés..., uno de los asesinos y emperadores más conocidos de todos es, aunque no se crea, el padre que toda princesa o príncipe desearía tener. Japón, en esta historia, relata su vida y los recuerdos que tuvo con su papá, dando a entender...