La nena de papá

El mejor amigo del hombre

-Ya wey, ¡cuenta!, ¡quiero saber a qué más le tenías miedo!-Gritó México, muy emocionado.

-Bueno..., para este momento yo tenía 23 años de edad, al igual que Alemania e Italia. Yo pensé que solo le iba a tener miedo al agua, pero resulta que le tenia muchísimo pavor a otra...

-No lo hagas con tanto suspenso Japan ("Japón"), ¡ya cuenta!-Dijo Canadá, aún más emocionado.

-Bien, jeje, ahí les va...

(COMIENZO DEL RECUERDO)

Japón, un día, decide invitar a Alemania y a Italia a su Casa Imperial para pasar un momento de amigos. Los 3 padres fascistas también aceptaron, así que todo fue viento en popa.

Pasados unos minutos, Alemania vuelve a llamar. Algo le tenia que decir, era de suma importancia:

-¿Hola?-Contestó el teléfono la gata.

-Hallo ("Hola") Japón..., antes de ir a tu casa..., quería decirte algo...

-Te noto preocupado Al..., ¿ocurre algo?

-Si..., es que mi papá no va a estar disponible por toda la tarde y me dijo que cuidara a Blondi..., mi perra...

-¿Tu mascota?

-Ja ("Si"), mi mascota, te recuerdo que es un canino y ustedes..., son Gatos..., ¿puedo llevarla a tu casa para que se quede conmigo?

Japón se puso a pensar en la situación, jamas había estado en contacto con perros, ni siquiera su padre, así que no veía ningún peligro:

-Mira, nunca estuve en contacto con esos animales. Tampoco mi papá me habló de ellos, así que si quieres tráela, no creo que haya problemas...

-Genial, danke ("gracias") Japón, eres la mejor, ahora estoy por ir con Blondi, nos vemos luego...-Alemania corta la llamada.

Las horas pasaron y el primero en llegar fue Italia:

-Hola Japón, mira quien vino, ¡tu amigo Italia!-Dijo el italiano abrazando fuertemente a su amiga.

-Jeje, hola Italia, ¡en verdad te extrañé mucho!

-Pues yo extrañé todo, hasta tu Casa Imperial, es mejor que mi palacio, ¡enserio lo digo!

En ese momento, alguien más tocó la puerta:

-Japón, estoy en tus jardines...-Gritó Italia, emocionado.

-Hai ("Si"), luego te alcanzo..., ¿quien será?-Se Preguntó Japón.

Al abrir la puerta, era Alemania con su mascota, que movía la cola a más no poder, pero al ver a Japón, el estado de ánimo del perro cambió rotundamente:

-Hola amiga Mia..., *abraza a Japón*, ella es Blondi, mi mascota, creo que le agradas....

-*Corresponde al abrazo*, hola Ale, te extrañé mucho..., oh, que bonita, tenías razón, es amigable...

Japón quiso acariciar al can, pero este empezó a mostrarle los dientes en señal de odio y a gruñirle:

-Oh..., se ve que está asustada, no está acostumbrada a desconocidos, pero tranquila, no muerde...-Aseguró el alemán menor.

-Mondainai ("No hay problema"), si quieres déjala en los jardines, allí también está Italia...

Todos justos se saludaron y dejaron a Blondi en los jardines para que pudiera estar más libre.

Imperio se había levantado de una larga siesta y, por ende, se fue a comer algo:

-Buenos días chicos..., buenos días mi bebita...-Saludó el emperador japonés aún dormido.

-Buenos días tío Imperio....-Saludaron Alemania e Italia, a coro.

-¡Buenos días papá!-Saludó Japón, muy feliz.

Mientras el gato mayor comía, observaba a los 3 adultos hablando entre sí, en especial a Japón, que ya era una niña grande. Se emocionaba un poco porque esa bebé que fue antes ya creció y destilé de poco se iba a convertir en emperatriz.

Imperio no quiso emocionarse en ese momento, así que simplemente decidió mirar para otro lado.

Vio que la puerta que llevaba a los jardines estaba abierta, así que decidió ir a fijarse y, de paso, poder caminar un rato por ahí.

Al entrar en esa zona con muchísima flora, encontró en las baldosas al perro de Alemania, el cual este se puso en posición de ataque cuando vio a Imperio.

El gato mayor se quedó en shock al ver al can. Estaba asustado, pero Blondi estaba demasiado agresiva, se iba acercando a Imperio mientras le mostraba sus colmillos.