Documento importante

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-Ayy Japón..., *se pone triste*, lo lamento mucho linda..., no sabíamos eso...-Dijo Francia mientras la abrazaba.

-Tranquila Francia, por suerte ya pude olvidarme un poco de ese feo momento..., aunque el recuerdo siga estando...

-¿Y volviste como yo hice con mi vater ("padre")?-Preguntó Alemania, muy curioso.

-No, claro que no, no volví..., pero si me enteré de algo súper importante que me olvidé de contar y es por eso que todavía le sigo teniendo aprecio a mi padre...-Dijo la japonesa mientras le sonreía al cielo.

-¿Y que es?-Preguntó Chile.

-Un documento..., pero déjenme les cuento...-Dijo la gata con una pequeña sonrisa.

(COMIENZO DEL RECUERDO)

Luego de ese acontecimiento, Japón se fue a vivir a lo de la ONU con Alemania e Italia.

La gata decidió no volver al palacio imperial japonés, pues seguía demasiado enojada con su padre y la decisión que había tomado.

El primer día que Japón llega a donde actualmente es su casa, desempacó las cosas que su padre le había puesto en las maletas.

Al sacar y ordenar todo, se percató que le faltó una maleta por desarmar.

Mientras iba sacando el contenido de la última valija en cuestión, al final de todo, se percató de algo, una especie de papel.

Al agarrarlo, se dio cuenta que era un documento, pero no uno cualquiera, uno de su padre...

La curiosa japonesa lo empieza a leer y la dejó en shock el texto que contenía la nota, en especial la siguiente parte:

"En el presente documento, exijo que, al morir, todas mis riquezas e incluso mi imperio sean de mi retoño, sin ningún tipo de excepción. Además, exijo que mi retoño sea reconocido como emperador o emperatriz aunque no ejerza dicha actividad. Lo considero preparado/a para poder sostener este gran peso, el manejo de un imperio..."

Se podía ver abajo del documento entero la firma de Imperio Japonés, lo cual esto significaba que..., legalmente Japón ya era emperatriz aunque no ejerciera esa actividad.

La menor, al leer todo, se puso a llorar de la felicidad, ya que su padre reconocía el esfuerzo que ella hizo para ser emperatriz..., pero esto no termina aquí...

Japón dio vuelta el documento y ahí había una nota de Imperio para ella:

"Mi linda hija..., creo que esta carta la estás leyendo en un lugar muy lejano y sin mi..., pero cómo dice el documento..., reconozco el gran esfuerzo que hiciste por ser emperatriz durante muchísimo años y es por eso que te doy el reconocimiento legal y todas mis riquezas cuando muera.
Es lamentable que no puedas ejercer la profesión, pues me hubiera encantado hacerte la fiesta de reconocimiento frente a mis hombres y ciudadanos..., pero Third Reich no me lo permitió...
Quiero que entiendas algo..., estuve escribiendo esta carta con lágrimas en los ojos porque me estaban obligando a hacer algo que no quise hacer..., desterrarte. Third lo hizo con Alemania y nos obligó a mi y a Italia Fascista a hacer lo mismo si queríamos estar en su clan.
Perdóname, perdóname por lo que hice, tú sabes que te amo muchísimo y nunca te haría nada malo..., pero esto fue una decisión de vida o muerte, ya me entiendes a lo que me refiero, si yo no hacía esto, no iba a poder estar mas en el clan de Third y..., probablemente me iban a matar...
Tesorito, esto es lo máximo que puedo hacer a la distancia, lo que el documento dicta..., me encantaría abrazarte, mimarte y besarte, pero sé que no me quieres ver y tampoco me lo permiten...
Te amo muchísimo hija..., por favor perdóname..., larga vida a mi emperatriz..."

Japón no podía creer todo eso..., necesitaba ver a su padre de inmediato, así que ese mismo día regresó a su palacio, pero de lejos se pudo observar que..., estaba destruido:

-Oh por Dios..., ¡papá!-Gritó de desesperación.

La gata fue directo al palacio destruido, pero la guardia de la ONU la frenó:

-Japón, vuelve al palacio de la ONU...-Dijo un recluta, muy serio.

-Pero..., ¿donde está mi papá?-Preguntó desesperada.

-Tu padre..., ya falleció hace como dos años..., estamos aquí supervisando el palacio y sacando todo lo que queda de él...

La gata, al escuchar eso, se largó a llorar y pudo decir solamente lo siguiente:

-¿De que falleció?-Preguntó con voz quebrada.

-Pues una gran bomba atómica hecha por USA cayó aquí y falleció de eso..., lo lamento mucho Japón..., vuelve al palacio de la ONU por favor...

La japonesa rápidamente se fue de ese lugar, pues la hacía sentir muy sola y triste.

Al llegar al palacio de la ONU, guardó lo que le faltaba en el ropero y el documento con la carta de su padre en su mesa de noche:

-Buenas noches papá..., eres el mejor y te perdono, descansa en paz..., te amo... -Dijo Japón mientras rezaba y miraba al cielo.

(FIN DEL RECUERDO)

-¡Awww!, por eso le sigues teniendo aprecio a tu padre, ¿no es así Japón?-Preguntó Nicaragua mientras abrazaba a México.

-Hai ("Si"), es y siempre será un padre genial...-Dijo la japonesa, sonriendo y sollozando.

-*Abraza a Japón*, ya Jap..., él está en un lugar mejor...-Decía Italia.

-Si, lo sé..., él está en un lugar mejor..., más tranquilo y sin personas que lo juzguen por su apariencia felina...-Pronunció la gata, tartamudeando y secándose las lágrimas.

La nena de papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora