La nena de papá

Primeros pasos en 4 patas, parte 2

Los días pasaron e Imperio decidió ayudar a su hija a mejorar sus pasos en 4 patas.

Se los podía ver a los 2 practicando en la gran habitación del emperador. Este había puesto una alfombra suave para que Japón no se lastimara al caerse. Eran tan tiernos juntos:

-¿Estas lista cielito?-Le preguntaba Imperio.

-¡Meow!-Maullaba tiernamente la pequeña, se notaba que todavía no dijo su primera palabra.

Japón observaba los pasos de su padre, pues este le estaba indicando cómo caminar correctamente y cómo mantener el equilibrio:

-Recuerda hija, si empiezas caminando con la pata delantera derecha, la pata trasera derecha también va adelante, pero las otras dos van para atrás...-Explicaba Imperio le hacía una demostración.

A la pequeña gata se la notaba bastante decidida:

-Bien, ¡voy a tirar la pelota y la tienes que ir a buscar!.

Una vez que la pelota estuvo en la otra punta de la habitación, Japón comenzó a caminar.

Al principio, se confundía con sus patitas, no sabía cuál iba adelante y cuál iba para atrás, pero de todas formas avanzaba. Cómo era de esperarse, el emperador caminaba al lado de ella por si acaso:

-Recuerda, tus garras son tus aliados en esto, vamos Ai ("amor"), ¡tú puedes!-Animó el mayor a su hija refregando nuevamente su cara en la de Japón.

Mientras iba manteniendo el equilibrio con sus garras, tal como le enseñó su padre, ella se iba acostumbrando a los movimientos correctos de sus patas para caminar.

Cuando llegó al final de la trayectoria, la pequeña se tropezó pero por suerte cayó arriba de La mano de Imperio:

-Pequeña..., *solloza*, terminaste el recorrido y sin tropezarte!, ¡eres mi orgullo cielito!-Decía el emperador emocionado mientras le daba pequeños besos en los cachetes a su hija.

(FIN DEL RECUERDO)

-Me imagino que ya se habrán dado cuenta la verdadera identidad de mi papá...-Decía Japón, con cara muy picarona.

-No, ¡todavía no me queda claro!-Dijo la mayoría, pensando.

-Jeje, no se preocupen, ¡les daré más pistas!