Sana's harem | +18

24.Verdadero amor

Eunha no espero a que respondiera y trató de darle un beso, estando a centímetros de sus labios la japonesa renegó. Aun así Jung hizo caso omiso y estaba por besarla cuando pasó lo impensable.

Sana vomitó sin poderle avisar si quiera, manchándole los zapatos consiguiendo que la chica gritara.

Inmediatamente sus amigas se presentaron asustadas por lo que pudiera suceder y solo se encontraron con ese espectáculo.

Sana vomitando y Eunha chillando desesperada por el vomito.

—Te lo dije —alzó ambas cejas Sowon.

La nipona no podía entender nada de lo que le decían, solo vio a Lisa acercarse para ver lo que pasaba y entregarle un dinero. Al parecer había ganado la apuesta.

—Pinta mal esto Sana, ¿será que llamamos a alguien de su cuadrilla?  —se preocupó Lisa.

—¿Y Vernon? —alcanzó a susurrar la japonesa.

—Ni idea, está desaparecido. O se ha ido ya o estará con alguna o metido en problemas.

Sana camino con ayuda de Lisa a quien la acompañaba otra chica rubia quien se sumó a la causa.

—Dios, ¿es Sana? Pobrecita.

—Chae no es el momento —suspiró Lisa.

—Como vamos a distintos institutos ya casi no nos vemos, pero soy yo Rosé —comenzó a hablar y Sana apenas podía escucharla.

—Gracias Rosé.

—Solo he venido a acompañar a Lisa, no me gusta este tipo de sitios. Sabes que se le da bien jugar y así, pero no tiene una adicción eh.

Era demasiado habladora, ya la recordaba. Era amiga de Nayeon y Chaeyoung con quien compartía irónicamente nombre.

En unos minutos volvió Lisa y después la acompañaron a la salida.

—Mira vienen a recogerte en coche, cuídate Sana —le sonrió la tan amable chica Rosé.

—Ya nos volveremos a ver en mejores condiciones —asintió Lisa.

Minatozaki frunció el ceño sin tener ni idea de quién era el coche, iba ciega. En los dos sentidos de la palabra.

—Madre mía Sana mírate —suspiró la mayor.

Nayeon miraba preocupada a su amiga y se llevó las manos a la cabeza. Rebusco algo en el coche y se lo acercó.

—Ven, cambiante antes de entrar al coche —le ofreció algo que ponerse —Es ropa de Jeong así que te quedará bien de sobra.

Eran las cuatro y casi cinco de la mañana así que no tuvo inconvenientes en cambiarse en medio de la calle rápidamente, no pasaba nadie.

Mientras se cambiaba Nayeon se apoyaba de manera sexy en el coche para sacarse selfies.

—¿Desde cuando tienes coche? —preguntó confusa subiéndose al coche.

—Ya os dije que me lo estaba sacando, me lo han comprado hoy mismo.

—Perdona Nayeon...¿te he despertado? —dijo haciendo un puchero.

Im miró por el retrovisor a su amiga y sonrió con pena. Sabía que Sana lo había estado pasando mal últimamente y más aún en esas fechas.

Por cierta parte lo entendía, pero no quería ver hecha una mierda a su amiga por el alcohol y a saber que más.

—Que va, estaba en casa de Jeong.

—¿Oooww os he arruinado el polvo nocturno? O rapidito no sé.

—Se podría decir que sí —rió Nayeon.