48.Entre nosotras (II)

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🎵Frank Ocean - Big Naughty

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🎵Frank Ocean - Big Naughty

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Todo parecía ir en cámara lenta, el mismísimo universo se le paró en ese mismo instante, en el instante en el que vio a su mejor amiga herida. Lo hinchado que estaba, su rostro de miedo y el cómo trataba de ocultarlo.

No había cosa que le doliera más en el universo que ver a Momo pretendiendo estar bien.

Era un remolino de emociones, de rabia y tristeza, aunque juraba que como encontrará a quien se lo había hecho se lo devolvería triplicado.

—Estoy bien, estoy bien —trató de sujetarla al ver como apretaba su puño.

—¿Fue él?

—Sana, respira —la tomaba por los hombros intentando tranquilizarla.

—¡Responde Momo! —gritó enfurecida.

Hirai tomó aire para abrazar a Sana, quien aceptaba gustosa el afecto de su mejor amiga apretándola contra su pecho. Conteniendo las lágrimas.

La protagonista llevó su mano a la zona hinchada del rostro de la japonesa mayor, quien cerraba los ojos dejando caer algunas lágrimas que eran limpiadas por Minatozaki.

—Fue un forcejeo, discutimos y él no quería que me bajara del coche...—le susurraba —me di yo contra la puerta y he acabado así, no ha sido su culpa.

—Ese hijo de puta va a morir —no le importaba el cómo.

Sana no se iba a quedar de brazos cruzados, sabía que había prometido no volver a meterse en problemas, pero aquello no iba a poder pasarlo.

—No hagas nada —Momo la miró a los ojos —por favor. Por favor, Sana.

—Iré a por hielo, ¿vale? —sonrió algo forzado.

Aunque la pobre Hirai no conseguía esbozar ni una sola sonrisa. Así que Sana pensó en lo que más feliz le hacía a su amiga.

—¿Debería llamar a las chicas?

—No creo que vengan, no les he avisado —trató de sonreír.

No obstante, continuó viendo la lluvia caer para después recostarse en su cama y hacerse bolita.

—Por ahora quiero que me abraces, como cuando éramos niñas.

Momo tenía tantas cosas en la cabeza y entre esas cosas predominaban la nostalgia y el sentimiento de irse a la universidad.

—¿Cuando se te murió el pez? —volvía Sana con el hielo.

—Se llamaba Patricio.

—Poco original.

Sana de repente la abrazó por la espalda y Momo le sonrió con las pocas fuerzas que le quedaban para tomar su mano con gentileza.

—Quédate esta noche conmigo.

Sana's harem | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora