Minatozaki Sana es puramente orgullosa, egoísta, solo piensa en sí misma y en el provecho que puede sacar de todo. En salir de fiesta siempre que pueda y pasarlo bien todos los fines de semana, como cualquier adolescente a su edad.
Sana termina ebri...
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🎵locked out of heaven - bruno mars
+leer hasta el final ^^
🌻
Nunca le gustó visitar hospitales, se sentían fríos, sin vida y daban miedo. No le gustaba para nada esa sensación de tristeza y el olor, no era para nada agradable.
Pero ahí estaba, posiblemente en la peor noche de su vida y si para ella lo era, no se quería ni siquiera como lo podía ser para Momo quien mandó entre llantos, un audio suplicando la ayuda de sus amigas informándoles del infierno que estaba viviendo.
Dahyun sintió su mundo derrumbarse al escuchar aquello y quiso volver a dormirse, para asegurarse que no era una pesadilla. Pero realmente estaba pasando.
No pudo evitar pensar, en el último "te quiero" que le soltó Minatozaki y ella, ni siquiera le respondió. Si algo le llegaba a pasar, jamás se lo podría perdonar a sí misma.
Jeongyeon, Nayeon y Dahyun pudieron llegar cuanto antes. Jihyo en cambio pensó que sólo sería peor que estuvieran todas en la sala, ademas conocía lo sensibles que eran las más pequeñas.
Tzuyu y Chaeyoung no podrían soportarlo, incluso Mina.
Así que se habían reunido en el hogar de Myoui, intentando apoyarse mutuamente, eso sí sin perderse ningún detalle del estado de Sana.
Quien más pena le daba era Momo. Hirai estaba temblando, mirando sus manos aún terriblemente manchadas de sangre. Rojo, estaba teñida de ello y Jeongyeon le había puesto su abrigo intentando calmar sus temblores.
Momo tenía una mirada pérdida, temblando y sin siquiera poder reaccionar a lo que le preguntaban o intentaban sacar.
Habló con uno de los agentes, que ahora se hallaba hablando con la desolada madre de Sana. Tratando de sacarle información.
La japonesa le explicó el como, por inercia y sin pensárselo sintió una corazonada de querer irle a desear una "Nochebuena" a su amiga. Tanto fue su emoción que salió disparada corriendo para volver a cenar con su familia.
Un cuerpo tirado en el tobogán de su infancia y en cuanto se acercó por curiosidad y vio de quien se trataba no dudo en aplicar sus técnicas de primeros auxilios y poner en práctica todo lo que había estudiado.
—Quédate conmigo Sana, por favor —rezaba teniendo la herida sujeta hasta que llegó la ayuda.
Momo leyó la carta de camino en la ambulancia y no pudo evitar romperse en llanto sujetando la mano de su amiga. Tantas emociones en tan pocos segundos debieron de haberla dejado en un estado de shock.
Ahora Nayeon estaba posicionada a su derecha sobando su espalda en círculos, queriendo darle apoyo moral o al menos a que volviera en sí.
Dahyun imitó su gesto juntando sus manos, rezando para que no le sucediera nada y que fuera eso. Solo un susto más. No podía imaginarse un mundo donde no existiera su japonesa favorita.
