Minatozaki Sana es puramente orgullosa, egoísta, solo piensa en sí misma y en el provecho que puede sacar de todo. En salir de fiesta siempre que pueda y pasarlo bien todos los fines de semana, como cualquier adolescente a su edad.
Sana termina ebri...
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El viento daba en su cara y era increíblemente divertido, soltó la cintura de su amiga y alzó los brazos completamente disfrutando del paseo a máxima velocidad en la moto.
La moto de Jeongyeon era una completa pasada y la velocidad a la que podía llegar a ir aún más. Sana no entendía por qué Nayeon tenía miedo si era una gozada.
Ese día habían coincidido para ir juntas ya que Jeongyeon tenía algo de lo que quería ocuparse personalmente y Sana quería estar presente, así que debían de llegar más temprano que las demás para que su elaborado plan saliera como era debido.
Caminaron rápido hacia la dichosa clase y Jeongyeon sonrió caminando lentamente acompañada por Sana.
Justamente la persona que buscaban no estaba, pero sí había una que le interesaba.
—Kyuhyun —llamó Yoo pasando una mano sobre los hombros del chico.—Qué tal.
—Ah...bastante bien Yoo.
—Te lo pasaste muy bien en fiesta del otro día con tu cuadrilla —le sonrió —Ya sabes en la casa de Heechul.
Como se podía deducir, obviamente pertenecía al grupo de amigos cercanos de Heechul y personalmente estuvo riéndose y siguiendo las bromas a su amigos.
—No, no...
—Vamos afuera a hablar —dijo levantándolo a la fuerza.
Sana simplemente se limitó a mirar cruzada de brazos con una pequeña sonrisa maliciosa viendo al chico arrodillado rogando a Jeongyeon que lo perdonara.
—Íbamos borrachos, nosotros nunca —lloriqueaba viendo a la mayor soltar una patada en su vientre.
—Ya, bueno —sonrió volviéndolo a golpear —Ya os lo avisé, no sabes lo molesto que es ver la asquerosa mirada de tus amiguitos encima de mi novia. Nayeon se siente tan incomoda que ya no viste como quiere.
Sana en ese instante recordó cómo se lo había mencionado también Dahyun, el cómo se sentía incómoda con todas las miradas masculinas puestas en ella.
Así que ardió de furia apretando su puño mirándolo mal.
—Por favor...—decía en el suelo —lo siento.
—Y tampoco quiero veros acercaros a la clase Kim Dahyun —se puso de cuclillas Sana tirando de su camiseta.—Hazle llegar ese mensajito a tu grupito.
Jeongyeon se sorprendió por cómo solamente mencionó a la chica de tez pálida.
—Se lo haré llegar, pero dejadme ir por favor —rogaba a las dos chicas.
Jeongyeon soltó un suspiro y apretó su puño conteniéndose, realmente estaba molesta. Odiaba cuando no se hacía lo que ella decía y aún más si se metían con sus amigas.
