Sana's harem | +18

39.Veneno

Aún dudaba de si estaba de ánimos para salir de fiesta del todo, además se sentía extraño y vacío faltando más de la mitad por no decir todo su grupo. Pero por otro lado veía a su mejor amiga con ganas de distraerse un rato y cambiar de aires.

Había visto a Chaeyoung triste muy pocas veces y ni hablar de llorar, habían llorado juntas la noche que se enteró de lo de Sana.

Pero ahí estaban, Chaeyoung le había aconsejado salir sólo las dos, no obstante se habían cruzado con Eunwoo y su grupo de amigos que no tardaron en sentarse en su mesa.

—¡Es Somi! ¿Quieres venir a saludarla?

Observó a sus compañeras y divisó a Miyeon dentro de ese grupo de chicas por lo que rápidamente negó con la cabeza.

—Ay Dahyun, no seas amargada.

—No soy amargada, es solo que...no te preocupes por mí —la tranquilizo al ver el rostro de su amiga.—Ve tú, estoy bien.

—Cualquier cosa estoy enfrente —le dio un abrazo antes de dirigirse a Eunwoo!—como entere de que te pasas o algo ¡te corto las pelotas!

—Que no me voy a pasar —le gritó de vuelta para ver a Dahyun.

Se había puesto un vestido algo corto y ceñido a su cuerpo, nunca antes la había visto tan atractiva. Y mucho menos conocía el cuerpazo que ocultaba.

En definitiva tenía que intentar algo con ella.

—¿Quieres ir a bailar? —cuestionó ofreciéndole la mano.

—Vale —tomó aire para dirigirse donde estaba concentradas las personas.

Fue allí cuando sintió el subidón del alcohol, no se había levantado desde hacía un buen tiempo y ahí estaban las consecuencias.

Y no es que hubiera ingerido mucho alcohol, pues tenía que echarle un ojo a Chaeyoung. Sin embargo, se sintió algo mareada y sus mejillas ardían.

Las luces de neón la cegaron así que cerró un instante los ojos. A continuación, la canción que empezó a sonar revolvió su estómago.

Recuerdos venían e iban, sobretodo por la canción que sonaba de fondo. Además, canción la había bailado incontables veces con Sana en la discoteca.

Pero ella ya no estaba ahí.

Incluso si no lo estaba, Dahyun no pudo evitar imaginársela. Imaginar sus fuertes brazos rodeándola por la cintura, la sensación de besos en el cuello...

El como le susurraba a la oreja y su aroma , oh amaba esa colonia de marca cara que solo se ponía para ocasiones especiales.

La chica abrió los ojos, sintiéndose pérdida y pudo verla frente a ella.

Sana estaba observándola con Eunwoo.

Tomó por la cintura a Dahyun y la menor sintió prácticamente su cuerpo arder al sentir la mano de Minatozaki sujetarla posesivamente.

—No te tomes muchas confianzas, no está sobria —amenazó Sana hacia el chico.

Pero por mucho que quisiera estar entre sus brazos tuvo que despertar de ese encantamiento.