Sana's harem | +18

12.Reencuentro

Se había expandido por todo el instituto el hecho de que la fiesta de cumpleaños de Jeongyeon fue un absoluto éxito y posiblemente una de las mejores por las historias de instagram que subieron todas.

Ese día era lunes, no cualquier lunes pues ese mismo día volvía nuestra querida protagonista de su expulsión.

Momo trató de comunicarse con ella, pero conocía que su mejor amiga era una vaga y seguramente estaría ocupada recuperando ese fin de semana todo lo que no hizo en las clases online.

Había hablado con la madre de Sana y le prometió que hablaría con ella y la haría entrar en razón. Eso es lo que haría.

—Por qué tardan tanto —suspiró la japonesa.

Se suponía que iba a esperar a la pareja en la entrada para ir a entregar el trabajo de literatura y prepararse filosofía antes de que empezara.

—Amor —la saludó su novio entrando y dándole un beso rápido.—¿A quién esperas?

Hasta el tonto de su novio llegaba más pronto que sus amigas.

—Pues a...—no pudo terminar la frase al ver que el chico abría los ojos y rápidamente de apartaba de su lado.

La cuadrilla de su novio despareció tan pronto como escuchó la ovación que estaban haciéndole a nada más y nada menos que a Yoo e Im.

Jeongyeon paró justo enfrente de Momo la maravillosa moto que tenía, obviamente con Nayeon subida tras esta agarrada a ella como si se fueran a chocar.

—¡Estás loca! —gritó Im bajándose y prácticamente tirándole el casco.

—Si eso dices ahora, pero bien que querías que viniéramos dando el cante con la moto al insti...

La más alta no podía parar de reír, su novia lo pasaba mal, pero Jeong amaba la adrenalina.

—¿Y esa bici nueva? —bromeó Hirai.

—Regalito de mami y papi —contestó Nayeon —Jeong lloró una semana entera para que se la compraran como regalo de cumpleaños.

—Calla —se sonrojó la nombrada.

Momo se giró para despedirse de su novio suponiendo que seguía ahí.

—Que raro que se haya ido con tanta prisa...—pensó en voz alta.

La más mayor abrió los ojos y miró a Jeong diciéndole todo con una sola mirada:

"¿no sabe que le diste una amenaza al grupo de su novio?"

—Bueno voy a dejar la moto...—se escabulló dejando en problemas a su pareja.

Las dos chicas entraron a clase como de costumbre recibiendo tanto buenas como malas miradas, la envidia cundía.

La japonesa se sentó y revisó por última vez su teléfono móvil esperando una respuesta por parte de su mejor amiga.

A veces le molestaba que Sana fuera tan despistada y dejada a la hora de contestar sus mensajes.

Parecía querer alejarla.

—Eh Hirai —llamó su atención una de sus compañeras de clase.

Jung Yerin. Pertenecía a la cuadrilla de Sowon y la verdad es que no eran cercanas, pero era agradable y graciosa.

—Una amiga me ha pedido el favor de preguntarte si me podías dar el número de Sana.

Mierda, a saber que había hecho ahora la tonta de su amiga.