5.Problemas en el paraiso (I)

2.9K 222 61
                                    

Park Sooyoung

Park Sooyoung

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El que le llevaran por la mano como si fuera una niña pequeña y se fuera a perder no le hacía mucha gracia, pero era Sana, era una de las tantas cosas que eran tan normales entre ellas y que dejaba pasar únicamente a ella.

Momo observó la espalda de su mejor amiga mientras era arrastrada por ésta a un lugar en el que hablar. Se notaba que estaba enfadada pues su agarre era firme y duro, sin llegar a ser brusco.

—Momorin —llamó una voz bastante conocida para la japonesa mayor.

Oh no, no en ese momento.

—Amor, te compré algo de comer, te estaba buscando para dártelo —corrió el muchacho acercándose al dúo.

Sana se detuvo e inmediatamente soltó la mano de su amiga, algo dramática a decir verdad.

—Heechul, amor, no es el momento —trato de devolverle la comida, mas el chico se negó abrazándola.

—Debes de comer algo, venga bebé amas estas galletas.

Minatozaki rodó los ojos ante la escena, no vomitaba por educación.

Vamos, que o sino ya los habría mandado a la mierda. La menor carraspeó y se alejó, le quedaba poco tiempo de descanso y pasaba bastante del tema de querer discutir.

—Sana, espera —habló entre los brazos de Heechul liberándose de este. —Tenemos que hablar de algo.

La japonesa miró a la pareja y suspiró rascándose la nuca con una expresión seria.

—No, no es el momento. Tienes que hacerle caso a tu novio.

—Oye Sana, Momo solo está tratando de hablar contigo las cosas. Si es mi culpa págalo conmigo, no con ella —el chico se acercó a la mejor amiga de su novia ofreciéndole un paquete de galletas —También te he comprado un par para ti, siento lo del otro día ¿vale?

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Minatozaki tomando el paquete ofrecido. Sin embargo no duró mucho esa sonrisa falsa que había ilusionado al muchacho.

Tiró las galletas al suelo y las pisoteó observándolo a los ojos.

—Metete tus putas galletas por el culo.

—¡Yah! —regañó Momo.

—Ay es verdad, que maleducada soy —golpeó el hombro de Heechul soltando una risita —gracias igualmente.

Hirai tomó aire sin saber que mierda hacer en esa situación, aún así trotó tirando del brazo de su mejor amiga. Sabía que echarle en cara lo que acababa de hacer empeoraría las cosas.

—Sana-chan.

Llamó, pero la menor siguió caminando hacia el campo de fútbol o al de baloncesto...

Sana's harem | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora