Minatozaki Sana es puramente orgullosa, egoísta, solo piensa en sí misma y en el provecho que puede sacar de todo. En salir de fiesta siempre que pueda y pasarlo bien todos los fines de semana, como cualquier adolescente a su edad.
Sana termina ebri...
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🎵until I found you - stephen sanchez
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Con veintitrés años, Im Nayeon estaba viviendo uno de los momentos más angustiantes de su vida. Nunca pensó que entrar en el mundo laboral iba a ser tan duro y menos mal que hizo buenos contactos en la universidad, porque sino no sabría dónde estaría.
Se había dado cuenta de dos cosas: que cuanto más éxito tuviera en su vida laboral, más personas la criticarían. Sus compañeros de la universidad la miraban con recelo, celosos de que hubiera sido escogida en una de las mejores clínicas de odontología de la ciudad.
Por no decir la mejor.
Pero solo le faltaba un paso para alcanzar su primer objetivo, ese era asistir a una reunión previa de "empresa" con todos los trabajadores de ésta y dar un discurso presentándose.
Podía sonar fácil, pero no lo era, se maldijo cuando aceptó la tentadora oferta, creyó que sería un trampolín pero más bien estaba siendo una molestia. De todos modos, lo haría y por algo se había quedado hasta las tres de la mañana despierta para recitar el mejor discurso del universo. Cada palabra tenía que ser la adecuada y eso haría ver a Im Nayeon como lo que era: la mejor.
—Dios, te ves horrible —abrió los ojos Jihyo en cuanto le abrieron la puerta.
—Gracias por los halagos —suspiró Im.
Nayeon vivía en un buen apartamento, no era lujoso, pero tampoco pequeño. Además vivía ella sola desde hacía medio año, así que no podía pedir más.
—Me sorprende que esté limpio.
—Es que paso más tiempo en mi habitación que en el salón, solo veo la tele cuando tengo visitas —explicó Nayeon ofreciéndole una cerveza en lata.
Ella se haría un café que era lo que necesitaba.
—Amiga, te pienso organizar una cita a ciegas lo hemos comentado las chicas y tenemos posibles candidatos —bramó al verla que se marchaba a la cocina.
—¿Te crees que me puedo permitir pensar en amor ahora mismo? Ya lo intentamos la última vez y salió horrible —gritó de vuelta.
Nayeon sabía que no estaba pasando por la mejor época en cuanto a romances, quizás sí que había tenido noches de pasión e incluso había intentado relaciones que no duraban más de tres meses.
Incluso pensó que con Mina lo haría, pero nunca llegaron a dar ese paso. Fue un tonto enamoramiento de verano de secundario que dejó secuelas. No obstante, la japonesa ya no parecía intentarlo más.
Y Nayeon odiaba ir detrás, prefería que fuera al revés: que vinieran a ella.
