El fin de la oscuridad.

Cap 2

Creí haber muerto sentí como mi cuerpo se rompía en pedazos, cuando  desperté  me encontraba acostada en una cama en un lugar desconocido,  no sentía ningún dolor en mi cuerpo.

No lo podía creer que el dolor y las marcas desaparecieron , observe mis manos, mis piernas de tallada mente y todo mi cuerpo, no tenía ningún rastro alguna  de que tuve un accidente, me baje de la cama con cuidado para no caerme me dirijo al espejo que se encontraba  en la habitación.

Al verme al espejo pude notar que algunas partes  de mi cuerpo cambiaron, mi piel era más blanca, mis pechos eran más grandes, mi trasero también era más grande, está un poco más alta, me veía muy bien, muy hermosa. Pensé que esto era un sueño.

Escucho que alguien toca la puerta, regreso corriendo a esconderme en la cama y finjo estar dormida, escucho que entran al cuarto, estoy asustada no quiero morir por segunda vez . La persona que entró se acerca a la cama y quita la cobija que cubre mi cara.

-Sé que estas despierta, no te voy a hacer daño, yo te salve de ese accidente.

Abro los ojos, me encuentro a una mujer mayor, de unos 65 años, parece una persona amable aunque su forma de hablar conmigo era de odio  traté de dejarlo pasar .

-Disculpa, ¿porqué  sigo con vida y porque mi cuerpo cambió?

-Mi dulce e ingenus Naiya, no estás viva, al menos, no en su totalidad.

-Perdón que trata de de con esas palabras mis emociones estaban a flor de piel , ¿cómo que no estoy viva?,exijo una  explicación ahora mismo .

- antes que nada no me hables así deberías estar agradecida, se acerca hasta mi y me aprieta el brazo trato de  safarme pero no pudo,Cuando te encontré habías perdido mucha sangre, tenías una pierna fracturada.

- supongo que tengo que agradecerte, después me suelta el brazo y comienzo a sobarme, entonces, ¿Cómo es que no tengo ninguna marca?.

-Fácil necesitaba tu sangre. La utilicé para crear un pacto para Yekun, él en cambio me ordenó que salvará tu patética  vida así que es a él a quien tienes que agradecer .

-¿Porqué él me escogio a mí, una chica ordinaria?...