Cap 10

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Me coloco la bata antes de salir de la habitación trato de recordar donde  se encuentra la bicicleta después de caminar por toda la casa logró encontrar  la biblioteca toco la puerta escucho que me indican que pase  una vez a dentro me siento en uno de los sillones que se encuentran en la habitación el toma haciento  a lado  mio dice que tiene que contarme  como fue que nos conocimos. 

Siento que tengo que contarte nuestra historia para que sepas desde  cuándo nos conocemos mi amada antes de que termináramos en la tierra tu y ya vivíamos en el cielo nosotros no somos totalmente humanos fuimos ángeles cuando estábamos en el cielo mi trabajo era cuidar de ti no éramos los únicos que estábamos en ese lugar éramos siete cada uno de nosotros tenía que cuidar a una hermosa dama podía ser un peligro para los demás tu belleza el tansolo verte podía causar la locura y obligarlos a hacer lo que tu quisieras  tu y tus hermanas tenían esos dones.
pero su efecto no funcionan en su totalidad con nosotros por eso nos habían escogido como sus cuidadores o guardianes para que nadie entrará por ustedes, pero había una regla que no debimos romper  sin importar nada si rompimos esa regla nuestra muerte estaba segura, esa regla era que no podíamos verlas porque si lo hacíamos no podríamos resistir estar lejos de ustedes y  si ustedes nos  ordenarán nosotros cumpliríamos todos sus caprichos ustedes nos tendrían a sus pies solo para servirles.

Un día desidi romperla porque no me podía conformar solo  con escucharte creí que nadie se daría cuanta si lo  hacia  lo hice en la noche cuando no había nadie me escabulli en tu habitación cuando dormías para observarte.

Te vi heras lo más hermoso que hayan visto mis ojos sabía que no podría dejarte ir, descubrieron que había roto la  regla más importante que teníamos haci que me expulsaron del cielo algunos siglos después tu apareciste en la tierra sabia que estarías sola y desprotegida haci que empecé a cuidar de ti a enamórate poco a poco pero cuando todo  estaba marchaba de maravilla te arrancaron de mi vida  cruelmente caí en una profunda oscuridad haci que nada tenía sentido lo único que podía hacer era trabajar, beber, ninguna mujer logró ocupar tu lugar ninguna fue suficiente para satisfacerme y me volvi frío con los demás nada me importaba, a mi me condenaron con la inmortalidad.

El fin de la oscuridad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora