3 | Cazadora

139 28 0
                                    


Larissa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Larissa

Respiro hondo y sigo con pasos firmes hasta mi casillero, al abrirlo guardo mis cosas, dejando solo los libros de mi madre y el módulo del maldito de Shapiro. Lo cierro con fuerza y vuelvo a inhalar aire bajando un poco la cabeza, debo calmarme.

—Eso debió ser incómodo —Levanto un poco la vista hacia mi derecha, y a lo lejos, me encuentro con un hombre mayor, mirándome fijo y con una media sonrisa. Frunzo el ceño y me incorporo para caminar hasta su dirección y salir del edificio de regreso a casa, pero al pasar por su lado, tiro a la basura el módulo de Shapiro mientras el hombre me mira entretenido—. Yo que tú, no haría eso, contiene información valiosa.

—¿Quién eres y por qué me molestas? —Estiro ambos brazos y lo enfrento de una vez.

De nuevo, el castaño sonríe y da un paso hacia delante con ambas manos en los bolsillos de sus jeans.

—Necesito que vengas conmigo —Mi expresión lo debe divertir mucho ya que este empieza a reír—. Créeme, entenderás todo cuando lo veas, si te lo explico no me creerías.

—No me imagino por qué.

—Se trata de tu madre, Larissa. —Esta vez, cruzo mis brazos prestando atención mientras que mi cerebro ya trabaja organizando preguntas, empezando con ¿Cómo sabe mi nombre? y ¿Cómo conoció a mi madre si yo nunca lo conocí a él?

Niego con la cabeza y este vuelve a dar otro paso. —Mi nombre es Patrick y fui muy buen amigo de tu madre.

—Pues, ella nunca te nombró.

—Ella nunca nombró a nadie que pueda involucrarte en nuestro mundo —Mi frente comienza a fruncirse, estiro mi cuello hacia arriba, ¿Acaso tuvieron un amorío o algo así?—. Trabajamos juntos, de seguro te gustaría escuchar esta historia, es por eso que te pido ir a un lugar en donde no puedan escucharnos.

Los pasillos están vacíos.

—No tengo tiempo para esto. —Finalizo para dar media vuelta e irme, no quiero escuchar más pésames, pero la voz del tipo me detiene otra vez.

—¿En serio no te gustaría saber quién mató a tu madre?

Me giro sobre mis pies para terminar volteando mi cabeza.

—No tienes idea de lo que dices. Ya déjame.

—¿Qué harías si te dijera que tu madre no era la persona que siempre creíste ser y que su muerte fue a propósito?

Levanto mi dedo índice y me acerco rápidamente hasta su posición, golpeando su pecho con mi dedo. —No sabes nada sobre ella, ni lo que pasó ese día, así que no tienes derecho a hablar de eso.

—Alice nunca te dijo cuál era su trabajo, siempre creíste que era simple asistente de oficina —de nuevo niego con la cabeza, solo quiero arrancarle los ojos a este hombre—. Pero su verdadero trabajo era con nosotros, Larissa... Tu madre fue una cazadora.

| ATRACCIÓN ETÉREA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora