En el pueblo de Breckenridge todo parece normal, todos llegan puntuales a sus trabajos, los alumnos en la universidad son ejemplares y tienen buenas calificaciones.
Pero eso no es todo, también es un lugar donde se ocultan secretos.
Secretos debajo...
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Sebastian
Escucho gritos y veo una nube de polvo en la entrada. —Esto está mal, tenemos que volver.
Ramsay corre a mi lado y cuando llegamos a la sala principal mi boca se abre al ver a mi padre junto a otros hombres lobos rodeándolo.
—Imposible —murmura Greta.
—Sebastian —Valentina corre hacia mi y la abrazo en forma de protección.
—¿Dónde está? —pregunto haciendo referencia a Larissa a lo que Valentina niega.
—Cómo tienes la osadía de intervenir en mi hogar —pregunta madre— ¿Olvidaste que tenemos nuevos acuerdos?
—Ya que lo mencionas... A cumplirlos vengo, tienen algo que me pertenece y no me iré sin ella.
—Sobre mi cadáver. —mi hermano se adelanta.
—Cómo quieras —responde mi padre y chasquea dos dedos haciendo que un hombre lobo corra hasta él y Haider lo golpee, intento entrometerme, pero Valentina niega al ver que mi hermano toma la situación en sus manos hiriendo de gravedad al hombre lobo.
—... Ella no está aquí.
—¿En serio? Porque puedo oler su miedo —comenta Erik y empieza a ríe—, si no aparece en realidad es que no les importa para nada.
—Cállate. —grita Valentina y la oculto con mi cuerpo cuando Erik la mira fijamente.
—¿O qué? Es la verdad, lindura —lo escucho decir y le muestro los dientes al desgraciado por hablarle así—, ella sólo quiere salvarse a sí misma, no les importa. Cómo tampoco le importará que los despedace a todos. —Los demás se ríen— Acábenlos.
Tomo el brazo de Valentina y Elizabeth empujándolas hacia atrás cuando dos hombres lobos corren hacia nosotros y Haider junto a Ramsay y yo nos quedamos en frente, pero nos detenemos en el segundo en que Larissa se lanza desde las escaleras encima de uno, acabando con su vida para ir detrás del otro.
Haider intenta entrometerse en su pelea, pero siento cómo algo me empuja hacia atrás, una fuerza fuera de lo normal, Ramsay me mira sintiendo lo mismo y los tres miramos a la bruja que tenemos a nuestro lado, cubriéndonos con algo que apenas podemos ver, cómo un campo de fuerza que nos evita interponernos en esta guerra.
—¡Estás loca! —dice Haider luchando para salir del campo de fuerza.
Frunzo el ceño sin entender porqué la bruja hace esto y mi vista se clava en mi madre, quien mira pasiva la escena en que Larissa se mata luchando para que no nos lastimen, sola.
—¿Fuiste tú? Quizá no le dijiste donde estaba, pero si tuviste esta idea, ¿o no? —pregunto a mi madre captando la atención de los demás, en especial la de Haider, quién deja de luchar y se va contra nuestra madre, miro a Valentina y siento su temor y preocupación, así que aprovecho la desconcentración de mi madre por Haider y me acerco a la bruja tomándola del mentón, logrando que aparte el campo de fuerza en el momento en que Larissa es lanzada por Erik hacia un muro.
