45 | No les conviene meterse conmigo

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Larissa

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Larissa

Escucho golpes del otro lado de la puerta y bufo al no soportar que tengan paciencia. —Vamos, Larissa, apresurate.

Acomodo los hombros caídos de mi vestido y le doy unos últimos retoques a mi maquillaje para dejar mis cosas y salir del baño en dirección a la puerta, al abrirla, veo a Aidan vestido de traje, ladeo una sonrisa y él niega mientras me hace a un lado para pasar a la vez que contento una risa.

—Te ves... —sonrío sin encontrar las palabras adecuadas.

—No digas nada, nunca suelo usar estas cosas, sólo siento que llevo puesto un disfraz.

—Bueno, puede ser —digo pensando en que es algo similar a lo que mi amigo me queda mirando y sonríe

—Tú te ves...

—Radiante —dice una voz del otro lado. Al voltearme veo a Samuel en el marco de la pared con un traje algo similar al de Aidan, sonrío al notar que extiende su vista de arriba hasta bajo y se detiene en la pronunciada curvatura de mis senos gracias al corsé.

Extendiendo un brazo hasta alcanzar su mano y traerlo hasta mi, haciendo lo mismo con Aidan y abrazarlo a ambos hasta pegar mis mejillas con las suyas.

—Los quiero chicos.

—Espera, aún no entiendo algo —Aidan se aparta mirando a Samuel, notando lo que creía—, por esa razón me diste este moño.

Señala con un dedo su moño color vino, el mismo color que detalla mi vestido... Y el moño de Samuel.

—¿Por qué no nos dijiste que llevaríamos el mismo?

—No sé se que hablan. —Me defiendo mirando hacia otro lado.

—Si, mejor hazte la graciosa.

—No podía decidir quien sería mi chaperón así que, ¿Por qué no mejor ambos?

Aidan aprieta los labios y Samuel se sienta en la cama esperando a que termine de arreglar mi cabello y ponerme mis zapatos. Una vez lista vuelvo a verme en el espejo, no es cómo lo imaginé, tampoco podría parecerme a la mujer maravilla, pero después de mucho tiempo puedo decir que me siento confiada y feliz por la apariencia y belleza que los demás encuentran en mí. Y eso me agrada.

Salimos del cuarto y vemos a otras personas alistarse, no encuentro a Erik por ningún lado, lo que me hace creer que Patrick le pidió estar con él cuando llegue, Sara tampoco está con nosotros y a las personas que distingo son a Thor, su hermano y los demás amigos de Samuel, incluyendo a Gale. Tomo la mano de Aidan hasta la salida y una vez dentro del auto, los chicos se suben a mis costados dejándome en medio de ambos.

Mis manos empiezan a sudar y por un momento deseo que nuca lleguemos al lugar, estoy un poco nerviosa y este es el peor momento para estarlo. —Larissa, puedo oler tus nervios.

| ATRACCIÓN ETÉREA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora