43 | ¿Una nueva raza?

23 1 0
                                    

Ramsay

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ramsay

Cierro los ojos recostándome sobre el sofá, pensando en que me encontraría más cómodo si no tuviera a una cotorra hablando frente a mi. Abro los ojos mirando a la rubia frente mío y cuando me ve serio se calla— No te soporto —digo.

—Yo tampoco —responde Elizabeth—, pero debes escucharme, eres mi amigo.

—¿El único? —pregunto y me mira mal. Me siento apoyando mis codos sobre mis rodillas y agito mi cabello para tomar la copa que hay en la mesita del centro y beber del contenido—. Ahj, que asco, ¿Haider, no tienes algo decente en esta pocilga?

Él levanta la mirada y niega con la cabeza para seguir limpiando el piso de toda la sangre de vampiro que nos rodea, Catelyn sigue recostada mientras la humada acomoda su cabello mientras estira un paño mojado sobre su frente, ruedo los ojos pensando en que tendría que haberla comido hace tiempo. Ahora ya es tarde.

—¿Me estás escuchando? —pregunta Elizabeth chasqueando los dedos frente a mi rostro, la miro y me pongo de pie para elevar la voz.

—Si, Elizabeth, pues dile al humano lo que sientes y ya, dudo que a alguno de nosotros le moleste que te atraiga el perro de Larissa —digo recibiendo la atención de todos mientras Elizabeth me mira perpleja sin saber que hacer o decir.

—¿De qué están hablando? —pregunta Valentina.

—Nada que te importe —murmuro mientras Sebastian deja de limpiar y habla.

—¡Oigan, déjense de boberias y limpien este lugar, ayuden en algo!

Mi vista se dirige hasta Haider quien sostiene la escoba con sus dos manos y nos mira atentamente— ¿Estás loco? ¿Por qué dijiste eso? —pregunta entre dientes Eizabeth volteando mi cuerpo para que la mire.

—Si quieres darle celos a la pequeña de allá y a  tu ex, es mejor decir eso a que quedarse en un rincón lamentándote —pronuncio y me aparto extendiendo las manos mientras saco mi teléfono de mi jean.

—¿A quién llamarás?

—A la única persona que se encargará de desaparecer los cadáveres de los no vivos, muñeco Ken —musito mirando a Haider—, a Azrael.

Los dejo solos ensuciando sus manos y me encierro en el cuarto, me acomodo sobre la cama cruzando mis piernas mientras admiro el color oscuro de mis uñas hasta que el pitido de la línea en el teléfono se descuelga y responden.

—¿Hola? —trago fuerte para carraspear mi garganta y disimular mi desinterés.

—Azrael... Soy, soy Ramsay.

—Oh, Ramsay... ¿Hace cuanto tiempo no recibía tu llamado?

—¿Mi, mi llamado? ¿Esperabas mi llamado? Creí que —cierro la boca y me sereno para no caer en la locura y pestañeo repetidas veces para calmar mis impulsos y respirar hondo—. Si, bueno, no era algo común en los ochentas ver a un brujo y un lobo juntos... Este...

| ATRACCIÓN ETÉREA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora